Figuras y Legado de la Generación del 27
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La Generación del 27
Con este término designamos a un grupo de autores, básicamente poetas, que renuevan la lírica española durante los años 20 y 30, fusionando las corrientes poéticas más tradicionales con las más innovadoras y vanguardistas.
Integrantes Destacados
- Pedro Salinas
- Jorge Guillén
- Gerardo Diego
- Rafael Alberti
- Federico García Lorca
- Luis Cernuda
- Vicente Aleixandre
- Dámaso Alonso
- Emilio Prados
- Miguel Hernández
Etapas de la Generación del 27
Etapa de Formación (hasta 1928)
Se interesan por la forma, predomina la deshumanización, pero asimilan las corrientes modernas y las tradicionales: la lírica popular y tradicional, los clásicos (en especial Góngora), el neorromanticismo, el simbolismo posmodernista, la nueva poesía pura juanramoniana y las primeras vanguardias.
Etapa de Consolidación (1928-1936)
Se preocupan por el contenido. Cada miembro de la generación logra su propia voz poética. Se persigue una progresiva rehumanización, sobre todo con la adopción del surrealismo. Los difíciles años 30 hacen derivar el arte y la poesía hacia lo humano, social y político. Durante la guerra, el compromiso político se acentúa y la poesía se convierte en un arma de combate más.
Etapa de Disgregación (a partir de 1936)
Lorca es asesinado en la Guerra Civil. Algunos se quedan en España en el exilio interior. Otros poetas alcanzan en la posguerra su cima poética con textos existenciales como Hijos de la ira, de Dámaso Alonso.
Características Principales
- El equilibrio perfecto entre la vanguardia y la tradición, el arte para minorías y para la mayoría.
- La perfecta síntesis de distintas corrientes poéticas:
- El gusto por la lírica popular y tradicional, formas como el romance, los villancicos, las cancioncillas líricas. Este neopopularismo convive con el gusto por lo culto.
- El clasicismo se refleja en el deseo de perfección formal e influencia de los clásicos (Garcilaso, Fray Luis, Quevedo, Lope y en especial Góngora).
- La tradición inmediata. Influye el neorromanticismo becqueriano y del simbolismo posmodernista. Admiraron a los autores de la Generación de Fin de Siglo y a muchos poetas extranjeros.
- La poesía pura de Juan Ramón Jiménez y Paul Valéry se convierten en referentes.
- De las vanguardias adoptan el desdén por el sentimentalismo. No juzgan contradictorio conjugar la vanguardia con la tradición.
- El surrealismo como medio de expresión idóneo para sobreponerse a la realidad (ejemplo: Poeta en Nueva York de Lorca).
- Consideraron maestros a Juan Ramón Jiménez, que los apoyó desde la revista Índice, y a Ortega y Gasset, con Revista de Occidente como medio propagador del movimiento. La deshumanización del arte de Ortega y Gasset es considerado un manifiesto del 27.
- Estilísticamente, crean la asociación de elementos inéditos e ilógicos (metáforas sorprendentes, imágenes visionarias). En métrica, usan los metros tradicionales cultos y populares, así como innovadores: el versículo.
- Tratan gran variedad de temas: los tradicionales (muerte, libertad, amor, naturaleza real) y temas vinculados al mundo moderno (progreso, lo cosmopolita, lo urbano, el cine). El tema religioso es secundario.
Teatro de la Generación del 27
Aparte de Lorca, algunos de los componentes del 27 fueron también excelentes dramaturgos. Hay otros autores teatrales con preocupaciones semejantes y las mismas pautas estéticas: Alejandro Casona, Max Aub, Jardiel Poncela, Miguel Mihura, Luca de Tena.
El teatro del 27 se caracteriza por el intento de mezclar lo popular y lo vanguardista, por renovar el teatro poético y por poner el teatro al servicio del compromiso ideológico o incluso político.
Autores y Obras Teatrales
Pedro Salinas
Compuso dos obras largas de carácter simbólico: Judith y el tirano y El Director. Y obras en un solo acto: La fuente del arcángel, La estratosfera, Ella y sus fuentes..., que mezclan lo real y lo fantástico.
Rafael Alberti
Estrenó antes de la guerra dos obras: El hombre deshabitado y Fermín Galán. Tras la guerra, sigue su teatro político con Noche de guerra en el Museo del Prado, sobre la Guerra Civil. Otras obras son El trébol florido, El adefesio y La gallarda.
Miguel Hernández
Empezó con un auto sacramental en verso, Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras. Le siguió una tragedia taurina, El torero más valiente, Los hijos de la piedra y El labrador de más aire. También escribió Pastor de la muerte y Teatro en la guerra.