La Figura de la Mujer en Yerma de Lorca: Símbolos y Sociedad
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La Relación del Título con la Obra
La relación del título con la obra radica en el deseo de Yerma de concebir y poder tener una familia, algo que, por la infertilidad de su marido, no puede lograr. El nombre Yerma significa inhabitada o no cultivada, lo cual se relaciona con la percepción inicial de que ella era la culpable de no poder tener hijos, cuando en realidad era su marido, Juan. Durante toda la obra, Juan le insiste en que intente vivir sin ese deseo, dejando de lado su felicidad.
LLEVAS EN TU BOCA LA MELANCOLÍA DE PUREZA MUERTA
EL VELO INFECUNDO
NUNCA FLORECIDA COMO LAS VIVAS ROSAS
FRUTO DE LOS BESOS
Símbolos Lorquianos: Naturaleza y Personaje
La relación que establece Lorca entre el personaje y la naturaleza se evidencia a través de los símbolos lorquianos, donde la naturaleza hace referencia al deseo sexual y la vitalidad. Esto se relaciona directamente con Yerma, ya que su mayor deseo es concebir un hijo. Durante el Acto II, ella nota sus distintas carencias y las compara con elementos de la naturaleza que reflejan el agua y la vida, como manantiales, nubes o el caballo.
Símbolos Clave:
- Caballo: Símbolo de vida pasional, sensualidad.
- Agua: Cuando corre, es símbolo de vitalidad. Cuando está estancada, representa la muerte o la esterilidad.
La Vida de las Mujeres en 1924
Las mujeres de 1924 vivían una vida muy monótona, marcada por estrictos mandatos sociales. Entre los aspectos que se mencionan están:
- Eran obligadas a permanecer dentro de sus casas, a realizar trabajos domésticos mientras el hombre trabajaba, posicionando así al hombre como sostén de familia.
- Las mujeres tenían un único deber: el de cuidar y enseñar a sus hijos, sin permitírseles un estudio o un trabajo fuera del hogar.
- Si llegaba a existir problemas matrimoniales, la mujer era considerada culpable. Dentro de este mismo ámbito, la mujer no realizaba ninguna actividad sin previo aviso a su esposo. Los matrimonios eran arreglados por parte de los padres a temprana edad.
Durante esta época, la mujer debía ser la sombra de su esposo, es decir, se la consideraba inferior. La sociedad de entonces se marcó por el machismo, donde la mujer estaba constantemente pendiente de su esposo e hijos, dejándose a sí misma en segundo plano. A su vez, la mujer estaba al acecho del ¿Qué dirán?, y así la sociedad adoptaba el concepto de “Vivir de la vida del otro”. La vida mantenía un estilo monótono y tradicional, donde por mandatos sociales la mujer no podía tener la libertad que deseaba o la felicidad que podía alcanzar.
Yerma deseaba tener hijos, no podía y esto la afligía. Sin embargo, por la época en la cual vivía, decidió no separarse y no tener hijos con otros hombres, hasta el final, donde asesina a su esposo por la impotencia que esta situación le generaba.
Las Posibilidades de Yerma y los Mandatos Sociales
Las posibilidades que se le presentan a Yerma para tener hijos incluyen la de dejar a su esposo y casarse con el hijo de una vieja pagana, Víctor. Pero ella no lo elige debido a sus valores y a estos mandatos sociales que la atan a la honra conyugal.
“¿Te figuras que puedo conocer otro hombre? ¿Dónde pones mi honra?”
Las Lavanderas y la Catarsis de Yerma
Las lavanderas hablan entre ellas aportando opiniones acerca de la relación de Yerma y Juan. A su vez, expresan sus pensamientos mediante metáforas, como por ejemplo:
Yo planté un tomillo,
yo lo vi crecer.
El que quiera honra,
que se porte bien.
La protagonista encuentra, mediante la ira, la solución de matar a su esposo. A partir de esto, Yerma se queda tranquila y resignada de que nunca tendrá un hijo. Obra de esta manera ya que está cansada del maltrato de su esposo y de las continuas mentiras, y esto la llevaba a tener una vida que no quería.
Yerma y Bernarda: Diferencias y Semejanzas
Yerma se diferencia de Bernarda como mujer, ya que la primera se encuentra en total desacuerdo sobre el rol de la mujer en esa época y sobre lo que imponía la sociedad. En cambio, Bernarda, la segunda, se la ve como el ideal de la mujer de ese entonces: mujer que cumple con sus deberes, que puede concebir y que es totalmente fiel a su esposo incluso años después de él fallecer. Se asemejan, sin embargo, ya que ambas están atentas a la opinión ajena, al qué dirán constantemente.