Fiebre Q: Etiología, Epidemiología, Patogenia, Clínica y Lesiones
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Etiología
Causada por Coxiella burnetii, un patógeno intracelular obligado perteneciente al orden Legionellales, que incluye al género Legionella y Coxiella como géneros con patógenos de interés clínico.
Es una bacteria Gram – que no crece en medios de cultivo convencionales ya que se considera un patógeno de vida intracelular obligatoria.
En algunos textos se puede encontrar enmarcada como miembro de los Rickettsiales, aunque esa clasificación actualmente está desfasada.
Tiene dos formas de vida: una intracelular y otra infectante o extracelular, donde la bacteria se protege por una membrana plasmática más fuerte que le confiere una gran capacidad de resistencia en el ambiente. En la forma intracelular, este agente se multiplica en vacuolas citoplasmáticas, de donde acabará saliendo para infectar a otras células.
La forma extracelular permite a C. burnetii resistir a altas temperaturas, desecación, presión osmótica y luz ultravioleta. Esta forma permite a C. burnetii la capacidad de poder vehiculizarse de forma aerógena.
Estas características hacen que C. burnetii esté considerado como uno de los principales patógenos de interés en guerra biológica.
Epidemiología
La principal vía de contagio entre animales es el contacto con material infectivo que contenga grandes cantidades de patógeno (por ejemplo: material procedente de abortos).
Las infecciones en los animales pueden persistir por varios años y, posiblemente, de por vida.
Los organismos se localizan en las glándulas mamarias, ganglios linfáticos supramamarios, útero, placenta y feto de los animales; las bacterias pueden excretarse en la leche, la placenta y los fluidos reproductivos durante las preñeces y lactancias posteriores.
C. burnetii también se puede encontrar en las heces y la orina, además de en el semen de toros.
En ratones, se ha demostrado transmisión sexual.
Las garrapatas pueden ser importantes en la transmisión entre los animales salvajes, y también pueden transmitir infecciones a los animales domésticos, aunque es menos común.
Todavía no está demostrado por completo el papel de las garrapatas como vector para la trasmisión directa de fiebre Q en condiciones de campo. Sin embargo, se sabe C. burnetii se replica en el interior de la garrapata y es eliminada en sus heces en grandes cantidades, por lo que el rol de la garrapata en la diseminación del patógeno también es muy importante.
La fiebre Q es una zoonosis de especial importancia para los veterinarios que trabajan con rumiantes, además de otros profesionales del área ganadera que trabajen con estas especies.
Se considera una de las principales enfermedades profesiones en ámbito del trabajo veterinario de campo en Canarias.
Infección en humanos:
- Fuentes de contagio: saliva, leche, sangre, orina, heces, abortos, exudados y anejos fetales, heces de garrapatas.
- Contagio directo: por asistencia a partos con mala higiene (no uso de guantes y contacto con heridas… es considerada una enfermedad profesional)
- Inhalación de polvo contaminado - aerosoles: Ya que el agente tiene gran resistencia en el medio ambiente es capaz de transmitirse de forma aerógena. Esta vía es la más importante en infecciones en humano, ya que una vez que sale con exudados contaminados se produce su desecación en el medio y posterior diseminación en forma de polvo a través del aire.
- Contagio alimentario - ingestión: por leche, canales… es menos probable pero aun así es posible. Se necesitan grandes cantidades de patógeno.
Los rumiantes (sobretodo ovejas y cabras) suponen la principal fuente de infección para humanos, aunque también se han descrito casos asociados a transmisión a partir de perros, gatos y palomas infectadas.
Las partículas infecciosas aerotransportadas pueden viajar hasta aproximadamente 19 km. Los organismos viables pueden encontrarse hasta por 30 días en expectoraciones secas, 120 días en el polvo, 49 días en orina seca de cobayas infectadas experimentalmente y por un mínimo de 19 meses en las heces de las garrapatas. A 4-6º C, los organismos pueden sobrevivir por 42 meses en la leche y de 12 a 16 meses en la lana. Además presenta largos periodos de excreción/eliminación en diversos materiales biológicos (tabla 1).
Además, en Canarias en general y en Gran Canaria en particular se observa una seroprevalencia especialmente alta frente a Fiebre Q en ganado ovino y caprino (tabla 2), lo que puede usarse como un indicador indirecto del riesgo zoonótico que presenta para los veterinarios.
Patogenia
El agente entra y se disemina vía sanguínea provocando una septicemia y encontrándose en el organismo sobre todo a nivel del sistema fagocítico mononuclear (sistema reticuloendotelial) macrófagos y cualquier célula con capacidad de fagocitosis.
Lo vemos en tejido pulmonar, ubre, testículo, membranas fetales, conjuntiva, articulaciones, cerebro y útero. Se produce inflamación de todos estos tejidos.
Clínica
Lo más frecuente en rumiantes es que curse de forma asintomática.
En cabras y las ovejas, podemos observar abortos en el final de la gestación, parto prematuro y recién nacido atrofiado-bajo peso al nacimiento. En el ganado vacuno, la enfermedad puede estar asociada con metritis, infertilidad y abortos, aunque es menos frecuente.
El único hallazgo clínico suelen ser los abortos, por lo que el diagnóstico clínico como única herramienta en limitado y no está indicado de forma independiente.
En humanos, la enfermedad es asintomática en el 60% de los casos. El 40% restante va a desarrollar la forma aguda de la enfermedad que se caracteriza por síndrome gripal con posible afección pulmonar, hepática o ponen en peligro el feto en el caso de mujeres embarazadas (produciendo abortos, parto prematuro o bajo peso al nacimiento). Una evolución hacia una forma crónica es posible, dando lugar a manifestaciones como endocarditis (llegando a necesitarse trasplantes valvulares) y alteraciones vasculares.
Las personas inmunocomprometidos, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiovasculares se consideran en riesgo de desarrollar la forma crónica de la enfermedad.
Lesiones
Prácticamente inapreciables. Puede ocasionar necrosis placentaria, lo que produce abortos. El agente se multiplica de forma especial en éste órgano produciendo una gran infección y creando estos cuadros de abortos.