Fernando VII: Restauración Absolutista y Trienio Liberal en la Historia de España (1814-1823)
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El Reinado de Fernando VII (1814-1833): Absolutismo y Liberalismo en España
El Primer Sexenio Absolutista (1814-1820)
Tras la firma del Tratado de Valençay en diciembre de 1813, Napoleón devolvía la corona española a Fernando VII y retiraba sus tropas. Fernando VII había abandonado España como un monarca absoluto, pero ahora debía ser un rey constitucional. La Regencia liberal comunicó al soberano su obligación de jurar la Constitución de 1812 y aprobar la legislación de las Cortes de Cádiz. Sin embargo, los absolutistas, la nobleza y el clero se organizaron para mostrar al rey su apoyo incondicional.
Al llegar a Valencia, 69 diputados absolutistas de las Cortes de 1813 firmaron y presentaron al rey el Manifiesto de los Persas (abril de 1814), en el cual se mostraban a favor de la anulación de los decretos de las Cortes de Cádiz y de la defensa del Antiguo Régimen, así como de la convocatoria de nuevas Cortes. El general Elío le ofreció en Valencia su ayuda para restituir la monarquía absoluta. Seguro de estos apoyos, el rey dictó el Real Decreto de 4 de mayo de 1814, donde invalidaba y declaraba «nulos y de ningún valor ni efecto» la Constitución y los decretos de las Cortes de Cádiz.
Medidas del Sexenio Absolutista:
- Represión de los dirigentes liberales.
- Restablecimiento de las antiguas instituciones.
- Restauración de los privilegios de la Mesta y del régimen señorial.
- Restauración de la Inquisición.
El Trienio Liberal (1820-1823)
La situación económica era lamentable debido a la decadencia de la agricultura (fruto de cinco años de guerra), la emancipación de las colonias americanas y la quiebra financiera. La oposición a Fernando VII no tardó en manifestarse. La burguesía liberal y las clases medias reclamaban la vuelta al régimen constitucional. Los liberales buscaron el apoyo del ejército, y entre 1814 y 1820 se sucedieron varios pronunciamientos liberales frustrados, cuyos inspiradores debieron exiliarse o murieron, como Espoz y Mina en Pamplona (1814), Díaz Porlier en La Coruña (1815) o el general Lacy en Cataluña (1817).
En 1820 triunfó el Pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan, inicialmente destinado a sofocar la sublevación americana. Este evento forzó a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz y a convertirse en un monarca constitucional.
Medidas de la Revolución Liberal:
- Abolición de la Santa Inquisición.
- Reducción del diezmo a la mitad.
- Supresión de los mayorazgos.
- Restablecimiento de las libertades de prensa, expresión y opinión.
- Reintroducción de la Milicia Nacional de ciudadanos civiles y voluntarios para apoyar el liberalismo.
División de los Liberales y Reacción Absolutista
Los problemas comenzaron cuando los liberales, ahora en el poder, se escindieron en dos facciones:
- Moderados: En su mayoría habían participado en las Cortes de Cádiz. Defendían la participación de la Corona en el proceso reformista, el sufragio censitario y unas Cortes de doble cámara.
- Exaltados: Pretendían conservar íntegramente la Constitución de 1812, ampliando al máximo el liberalismo. Defendían que el monarca debía limitarse a funciones ejecutivas, el sufragio universal masculino, Cortes de una sola cámara y la libertad de opinión.
Los absolutistas comenzaron a organizarse para desplazar a los liberales del poder, con la ayuda del clero y de los campesinos. Los contrarrevolucionarios consideraron al Rey secuestrado por los liberales y protagonizaron la sublevación de la Guardia Real en julio de 1822, sofocada por la Milicia Nacional. También se formó la Regencia de Urgel, un gobierno absolutista paralelo con el propósito de combatir a los liberales.
Lo que restituyó al Rey en su trono fue la intervención de las potencias extranjeras de la Santa Alianza. En el Congreso de Verona (octubre de 1822), la Santa Alianza decidió el envío de los Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del duque de Angulema, quienes derrotaron casi sin lucha a los liberales. El 1 de octubre de 1823, los liberales pactaron con Angulema y liberaron a Fernando. Una vez en Madrid, este recobró el poder absoluto y declaró nulos los actos gubernamentales del Trienio Liberal.