El fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros en España
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Uno de los mayores retos a los que se debe hacer frente es el fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros, especialmente, la proliferación de los retornados desde escenarios de conflicto.
Más de 230 personas de nacionalidad española o residentes en España se han desplazado a zonas en conflicto, especialmente a Siria e Iraq, para unirse a las organizaciones terroristas que allí operan. Aproximadamente un 25% de los CTE habrían fallecido y casi un 20% habría retornado.
Precisamente los retornados constituyen uno de los perfiles de mayor riesgo. Un riesgo compartido por toda la Unión Europea, y que deriva del entrenamiento y adoctrinamiento que habrían recibido, la posibilidad de que lleven a cabo ataques en nuestro país y su potencial como captadores de nuevos terroristas. En este sentido, uno de los retos importantes es evitar se conviertan en figura de referencia para los jóvenes, mermando así su capacidad de atracción y su poder reclutador.
La radicalización, el extremismo violento, la captación y el adoctrinamiento con fines terroristas forman parte de las amenazas que han adquirido un mayor protagonismo en los últimos años. Esta amenaza en España procede, en su mayor parte, de la actividad de actores solitarios y células auto-radicalizadas en territorio español.
Entre sus efectos negativos, la escalada terrorista y los extremismos violentos comportan riesgos de tensión social, de inestabilidad política o de reacciones violentas contra minorías.
Los extremismos identitarios excluyentes que pueden derivar en violencia y verse incrementados en un entorno de crisis económica, constituyen una de las notas preocupantes en la actualidad. Así, el auge de extremismos y de posiciones excluyentes que se vienen generando en gran parte de los países desarrollados, en Europa particularmente, están dando origen a unas dinámicas violentas y filo-terroristas entre sectores minoritarios de nuestra sociedad a las que hay que prestar atención.
Por otra parte, el medio penitenciario constituye un entorno propicio para procesos de captación por parte de internos radicales de personas proclives a la utilización de la violencia, así como para que algunos justifiquen su hostilidad contra los valores imperantes en los Estados democráticos.
Con respecto al terrorismo autóctono, si bien éste no representa una amenaza relevante en la actualidad, debe continuarse la constante y eficaz labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la investigación de los hechos delictivos, la defensa de la memoria de las víctimas, y la transmisión de una narrativa que resalte la lucha de la democracia frente al terrorismo.
El terrorismo yihadista sigue siendo la principal amenaza para nuestro país. El surgimiento, consolidación y declive del DAESH en la zona sirio-iraquí ha sido el factor determinante que ha marcado la actividad terrorista en los últimos años.
La EICTIR surgió en un contexto en el que Al Qaeda y sus filiales constituían la principal amenaza terrorista. En los años pasados desde entonces se ha experimentado un rápido cambio que ha desembocado en una amenaza terrorista multifacética, diversificada, con cambio de protagonista en el liderazgo de la yihad global y con un impacto más generalizado para los países de la Unión Europea.
A pesar de su paulatino declive, DAESH y otros grupos terroristas siguen poseyendo capacidad para llevar a cabo, guiar o inspirar actos terroristas. A lo que habría que añadir la persistente amenaza que supone Al Qaeda.
Otra tendencia apuntalada en los últimos años ha sido el uso extensivo por parte de los terroristas de Internet y las redes sociales, mediante la construcción de falsas narrativas alejadas de la realidad social, con las que han intentado reclutar nuevos terroristas para socavar nuestra sociedad democrática.
La experiencia exitosa en la lucha contra el terrorismo
Nuestra ciudadanía es plenamente consciente del enorme sufrimiento que genera el azote del terrorismo. Pero al mismo tiempo, la experiencia española demuestra que es posible la victoria de los demócratas frente a los terroristas. El camino recorrido por la senda de la derrota del terrorismo nos permite extraer las mejores lecciones aprendidas:
- La eficacia de una firme determinación de combatir el terrorismo, que se traduzca en llevar la iniciativa frente a los terroristas y en movilizar todas las capacidades del Estado y de la sociedad en su conjunto.
- La necesaria actuación conjunta de todos los poderes públicos debe sustentarse en el máximo consenso político y social, que permita una acción duradera y con toda la potencia y eficacia del Estado de derecho.
- La lucha contraterrorista tiene una doble dimensión social, que atiende a la generación de una sociedad cada vez más resiliente frente al terrorismo y la radicalización violenta, al tiempo que se inspira y se apoya en el testimonio cívico y ejemplar de las víctimas del terrorismo.
La necesaria concurrencia de factores de eficacia, entre los que cabe resaltar la colaboración internacional, la acción policial y judicial y la relevancia de la comunidad de inteligencia.
Fortalezas consolidadas en la lucha contra el terrorismo
El consenso político es otro de los factores que configura el modelo español de lucha contra el terrorismo. La unidad política favorece la cohesión social contra el terrorismo y a favor de las víctimas, y envía un mensaje de firmeza y determinación frente a aquellos que pretenden destruir nuestra convivencia libre y democrática.
Precisamente fruto del consenso político, España tiene un cuerpo legislativo moderno y adaptado a la singularidad del terrorismo yihadista, que es necesario seguir actualizando en función de la propia evolución del fenómeno terrorista. A ello hay que sumar una Fiscalía y tribunales singularizados, que, junto a las capacidades de las unidades policiales contraterroristas, ofrecen una respuesta penal notablemente especializada.
La colaboración ciudadana en cifras
En los últimos tres años, el Centro de Coordinación de Información sobre la Radicalización (CCIR), gestionado por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), en el marco de la campaña Stop Radicalismos, ha recibido cerca de 7.000 comunicaciones ciudadanas, de las cuales un 34% han sido catalogadas como de interés policial y fruto de ello se han abierto más de 150 investigaciones policiales, entre las que destaca el conocimiento de catorce casos de terroristas combatientes extranjeros, detectados gracias a las comunicaciones ciudadanas.