Felipe II: Auge y Desafíos del Imperio Español bajo su Reinado

Felipe II: Monarca del Imperio Español

Primeros años y formación

El 10 de mayo de 1529, Felipe II fue nombrado heredero de la Corona de Castilla. Debido a los continuos viajes del emperador Carlos I en aquellos años, su educación recayó en su madre, la emperatriz Isabel de Portugal, y dos tutores principales:

• Juan Martínez Silíceo: encargado de enseñarle a leer y escribir.
• Juan de Zúñiga: su ayo, quien junto a Silíceo le instruyó en los fundamentos de la política y el saber.

Comenzó su incursión en la política al ser nombrado regente del reino durante la ausencia de su padre, quien se había marchado a Gante.

Ascenso al poder y vida personal

Matrimonios y descendencia

Felipe II contrajo matrimonio en cuatro ocasiones:

1. El 15 de noviembre de 1543 se casó con su prima María Manuela de Portugal. Ella murió un año después, el 12 de julio de 1545, tras el nacimiento del príncipe Carlos.
2. Su segunda boda tuvo lugar unos diez años después, el 25 de julio de 1554, con María Tudor, reina de Inglaterra.
3. Tras enviudar de María Tudor en 1558, y para sellar la paz con Francia (Tratado de Cateau-Cambrésis), se casó con Isabel de Valois.
4. En 1570, volvió a casarse con su sobrina Ana de Austria, con quien tuvo cinco hijos, de los cuales solo sobrevivió uno, Felipe III. La reina Ana murió en 1580, dejando a Felipe II viudo por última vez hasta su muerte.

Consolidación del poder

En 1554, el mismo año de su boda con María Tudor, fue nombrado rey de Nápoles y duque de Milán. El 25 de octubre de 1555, le fue otorgada la soberanía sobre los Países Bajos. Un año más tarde, en 1556, el rey Carlos I abdicó en favor de su hijo, por lo que Felipe fue proclamado rey de Castilla y Aragón, convirtiéndose así en el monarca del imperio más importante de la época. Sin embargo, el Sacro Imperio Romano Germánico y los territorios patrimoniales de los Habsburgo pasaron a su tío Fernando, dividiendo la casa de Habsburgo en dos ramas: la austriaca y la española.

Reinado: Política interior y exterior

Conflictos y alianzas

En marzo de 1557, Felipe II regresó a Inglaterra para reunirse con su esposa María Tudor e intentar concebir un heredero. No obstante, en el verano de ese mismo año, tuvo que partir hacia los Países Bajos para participar en la batalla de San Quintín, que tuvo lugar el 10 de agosto de 1557. Esta victoria fue decisiva y condujo al fin del enfrentamiento con Francia, sellado mediante el Tratado de Cateau-Cambrésis en 1559, que consolidó la hegemonía española en Italia.

Tras firmar la paz con Francia, Felipe II se centró en frenar la expansión de los turcos en el Mediterráneo y el norte de África. Este esfuerzo culminó en la batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, donde la Liga Santa (formada por España, Roma, Venecia y Génova) bajo el mando de Don Juan de Austria, hermanastro del rey, obtuvo una resonante victoria naval. También sofocó las revueltas de los moriscos en Granada en 1568. Posteriormente, logró contener a los turcos mediante la vía diplomática, lo que le permitió centrarse en los conflictos del Atlántico y en la prolongada guerra en los Países Bajos.

Administración y reformas

Al regresar a España en 1559, Felipe II emprendió importantes reformas en el gobierno, sentando las bases para una administración pública moderna. Una de sus decisiones más trascendentales fue declarar a Madrid como la capital del reino, estableciendo de forma permanente la corte en esta villa.

Desafíos y últimos años

El año 1568 fue particularmente difícil para Felipe II: fallecieron su esposa Isabel de Valois y su hijo, el príncipe Carlos, dejándolo temporalmente sin heredero varón directo al trono. Además, ese mismo año, el príncipe de Orange invadió los Países Bajos, intensificando el conflicto en la región.

Como se mencionó anteriormente, su matrimonio con Ana de Austria le proporcionó un heredero, Felipe III. Tras la muerte de Ana en 1580, Felipe II no volvió a casarse y continuó gobernando el vasto imperio español hasta su fallecimiento.