Federico García Lorca: Simbolismo, Realismo y Poética en La Casa de Bernarda Alba
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Federico García Lorca y el Plano Simbólico en su Obra
Federico García Lorca (1898-1936) constituye una de las cimas de la Generación del 27. Fue quien más éxito cosechó entre quienes intentaron mejorar la decadente escena española, consiguiendo un cierto equilibrio entre renovación, calidad estética y adaptación a los gustos del público.
La casa de Bernarda Alba (1936) combina perfectamente tres planos:
- El social: que refleja la realidad opresiva de la vida en los pueblos de España.
- El simbólico: que transciende esa realidad inmediata para abordar de manera simbólica los problemas de toda la humanidad.
- El poético: que recrea la realidad con un lenguaje personal.
El Plano Social: Reflejo de una Realidad Opresiva
En el plano social, la obra parte de una costumbre real, pero exagerada. Lorca logra hacerla verosímil al atribuir la frustración de los personajes a unas causas sociales y al rodearla con una ambientación realista. Los prejuicios sociales, como la honra basada en una falsa moral represora, la preocupación por las apariencias, las diferencias sociales y la discriminación de las mujeres frente al varón, son prejuicios que realmente existían y Lorca los presenta con una evidente intención crítica, para mostrar su injusticia.
También podemos hablar de realismo si observamos su ambientación y su riqueza costumbrista. Vemos detalles cotidianos de la vida de un pueblo de la España de 1930: los cotilleos, las labores del campo. El mismo ambiente de la casa resulta creíble: paredes blancas, patio, pozo. El propio autor, al comienzo de la obra, declara su intención de que sea un "documental fotográfico".
El Plano Simbólico: Trascendiendo la Realidad
La casa de Bernarda Alba supera los límites de una obra realista y alcanza una significación simbólica con la que busca cuestionarnos. Las realidades que nombramos antes se cargan de significados simbólicos:
Simbología de Elementos y Colores
- La casa: simboliza el mundo de la represión, la falta de libertad y la muerte.
- El mar y el campo: simbolizan la libertad.
- El olivar: el lugar de los encuentros amorosos.
- El río: simboliza la vida y el amor.
- El pozo: es la muerte.
- La sed: simboliza el deseo.
- La luna: anuncia la muerte, el desenlace trágico de un amor imposible.
- El caballo: símbolo del impulso sexual reprimido y anuncia la presencia poderosa de Pepe.
- La oveja que acaricia María Josefa: simboliza la fertilidad y el sacrificio de Adela.
- El verde: simboliza la vida.
- El blanco: parece sugerir pureza.
Simbología de los Personajes
- Bernarda Alba: encarna la autoridad tiránica y las normas sociales represoras, simbolizadas en su bastón.
- Adela: encarna la rebeldía y la vitalidad de la juventud.
- Poncia: recuerda a Poncio Pilatos.
- María Josefa: puede llevar esos nombres por ser los del padre y la madre de Jesús, el sacrificado.
- Martirio, Angustias y Magdalena: nombres relacionados con el sufrimiento.
- Pepe el Romano: encarna el objeto de deseo, pero también la doble moral de los varones.
El Plano Poético: Lenguaje y Condición Humana
En el plano poético, para Lorca, el teatro poético es el que plantea los grandes problemas de la condición humana. Y en La casa de Bernarda Alba lo hace superando los límites del realismo, pero también lo consigue mediante el uso muy personal del lenguaje, que combina rasgos del lenguaje más popular y rasgos de un lenguaje muy lírico.
El habla de los personajes se recoge en un diálogo ágil y con expresiones coloquiales, muy realista pero nunca vulgar. Pero los personajes también intercalan frases más poéticas, con comparaciones y metáforas. Y Lorca sigue intercalando pequeños poemas en verso. Todos sirven para resaltar momentos importantes de la acción. Por esta acertada mezcla de lenguaje popular y poético, Lorca cultiva un realismo poético capaz de fundir poesía, realidad y crítica social.