Las Cuatro Fases de la Desamortización Española en el Siglo XIX
Las Cuatro Fases de la Desamortización en España durante el Siglo XIX
Se pueden distinguir cuatro fases principales en el proceso de desamortización en España:
- Primera fase (1798): Iniciada bajo el reinado de Carlos IV.
- Segunda fase (1820-1823): Durante el Trienio Liberal.
- Tercera fase (1836-1844): Conocida como la desamortización de Mendizábal.
- Cuarta fase (1855): La desamortización de Madoz.
Las dos últimas son las más conocidas, estudiadas y las que tuvieron mayor trascendencia.
Primera Fase: Carlos IV y Cayetano Soler (1798)
La primera fase se inició en 1798 y afectó a bienes raíces pertenecientes a casas de beneficencia, hermandades, obras pías y patronatos de legos. El impulsor fue el ministro de Economía de Carlos IV, Cayetano Soler, y se llevó a cabo con el fin de sanear la caótica situación de la Hacienda, aunque no se consiguió el objetivo. Afectó fundamentalmente a las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén, y sus repercusiones sociales fueron importantes, ya que privaron de su patrimonio a las instituciones que prestaban asistencia social a los enfermos. En el año 1808, la Junta Central Suprema ordenó suspender las ventas.
Segunda Fase: Trienio Liberal (1820-1823)
La segunda fase tuvo lugar durante el Trienio Liberal (1820-1823). En este período se suprimió la Compañía de Jesús, se incautaron los bienes de numerosos monasterios, se prohibió la fundación de otros nuevos y se entregaron a la Hacienda Pública las rentas sobrantes de los conventos que quedaban. Se calcula que a lo largo del Trienio se habían abandonado 801 monasterios, casi la mitad de los existentes. La incidencia de esta segunda fase del proceso desamortizador se centró más en la pérdida de patrimonio artístico que en las consecuencias económicas, que fueron pequeñas.
Tercera Fase: Desamortización de Mendizábal (1836-1844)
La tercera fase, comúnmente conocida como la desamortización de Mendizábal, se inició en 1836 y concluyó en 1844. Afectó a los bienes de la Iglesia, primero del clero regular, y a partir de 1841 la medida también afectó al clero secular. Las consecuencias no fueron las deseadas, en parte porque se desarrolló de forma atropellada y no lo suficientemente madurada. Desde el punto de vista artístico, la desamortización de Mendizábal causó un enorme destrozo, dado que los mejores tesoros artísticos se encontraban en manos de los grandes monasterios.
Cuarta Fase: Desamortización de Madoz (1855)
La Desamortización de Madoz se inició por la ley del 1 de mayo de 1855, por la que se declaraban en estado de venta todos los predios rústicos y urbanos pertenecientes al Estado, al clero, a las Órdenes Militares, a cofradías, obras pías y santuarios, a los propios y comunes de los pueblos, a la beneficencia, a la Instrucción Pública y a cualquiera de los otros pertenecientes a “manos muertas”. La desamortización de Madoz cierra el círculo del proceso desamortizador del siglo XIX en España.