Familias y Hogares en la Sociedad Actual

– Familias y Hogares

1. Las Familias

La familia es una institución social que agrupa a los individuos en grupos cooperativos encargados de tener y cuidar a los niños. Estas unidades sociales se basan en el parentesco, un vínculo social basado en la sangre, el matrimonio o la adopción, que agrupa a los individuos en familias.

Durante el siglo XX, la mayoría de la gente ha entendido la unidad familiar como un grupo social formado por dos o más personas, relacionadas entre sí por lazos de sangre, matrimonio o adopción y que, por lo general, viven juntas.

Las personas nacen en una familia compuesta por padres e hijos, la cual se denomina a veces familia de orientación, porque este grupo es central en la socialización. En la edad adulta, las personas forman una familia de procreación, con el fin de tener o adoptar hijos.

En todo el mundo las familias se forman por matrimonio, una relación regulada legalmente, que incluye la cooperación económica, la actividad sexual y el cuidado de los niños, y que la mayoría de la gente espera que sea duradera.

En la actualidad, muchas personas critican que solo se denominen familias a aquellas parejas casadas con niños, porque ello podría implicar que todo el mundo tiene que seguir esa pauta. A medida que un número creciente de individuos forja lazos familiares no tradicionales muchos piensan ahora en el parentesco en términos de familias de elección, es decir, personas con o sin vínculos legales o de sangre, que se sienten muy unidas entre sí y desean autodefinirse como una familia.

2. Pautas de Matrimonio

Las normas culturales definen qué individuos son aptos o no aptos para el matrimonio. Algunas normas proponen la endogamia, el matrimonio entre personas de la misma categoría social. La endogamia determina que el matrimonio se contraiga entre personas de la misma edad, raza, religión o clase social. Por el contrario, la exogamia exige que el matrimonio tenga lugar entre gentes de distintas categorías sociales.

En las sociedades industriales actuales las leyes imponen la monogamia, una forma de matrimonio que une a dos personas. En cambio, en muchas sociedades preindustriales es legal la poligamia, una forma de matrimonio entre tres o más personas. La forma más extendida de poligamia es la poliginia, un tipo de matrimonio que une a un hombre y a dos o más mujeres. El caso contrario es la poliandria, un tipo de matrimonio que une a una mujer con dos o más hombres.

3. Análisis Teóricos de la Familia

Existen distintas perspectivas teóricas que ofrecen diferentes puntos de vista acerca de la familia:

3.1. Las Funciones de la Familia: El Análisis Clásico

Según el paradigma funcionalista, la familia cumple ciertas funciones básicas:

• Socialización: los padres enseñan a sus hijos a ser miembros bien integrados en la sociedad. La socialización continúa a lo largo del ciclo vital. Los adultos cambian con el matrimonio y las madres y los padres aprenden de sus hijos tanto como los niños aprenden de ellos.
• Regulación de la actividad sexual: toda cultura regula la sexualidad a fin de que se mantenga la organización del parentesco y los derechos de propiedad. Una regulación universal es el tabú del incesto, una norma cultural que prohíbe las relaciones sexuales o el matrimonio entre parientes.
• Ubicación en la escala de estratificación social: las familias no son necesarias para que las personas se reproduzcan biológicamente, pero proporcionan a los niños una determinada ubicación o posición en la sociedad. Sobre todo, en el caso de padres de la misma posición social, las familias clarifican los derechos de la herencia y permiten la transmisión estable del estatus social de padres a hijos.
• Seguridad material y emocional: casi todas las familias proporcionan ayudas (protección física, apoyo emocional, asistencia económica,…), lo cual no impide que aparezcan conflictos periódicos.

3.2. Desigualdad y Familia: La Teoría del Conflicto

Los teóricos del conflicto investigan cómo la familia perpetúa la desigualdad. El papel de las familias en la reproducción social de la desigualdad adquiere diversas formas:

• Propiedad y herencia: las familias contribuyen a la concentración de la riqueza y a la reproducción de la estructura de clases entre sucesivas generaciones.
• Patriarcado: el único modo por el que los hombres saben quiénes son sus herederos consiste en controlar la sexualidad de las mujeres. Por tanto, las familias convierten a las mujeres en propiedad económica y sexual de los hombres.
• Raza y etnicidad: las categorías raciales y étnicas persisten a través de las generaciones en la medida en que las personas se casan con otras de su misma raza o etnia. Por tanto, los matrimonios endogámicos apuntalan la jerarquía racial y étnica.

3.3. Análisis Microsociológicos de la Familia

Algunos sociólogos optan por una perspectiva microsociológica de la familia explorando el modo en que los individuos experimentan su propia vida familiar. La vida familiar consiste en individuos que interactúan entre sí en un contexto que tiene distintos significados. La gente configura su propia vida familiar, construyendo una realidad distinta en cada caso, y que cambia cada día. La vida familiar también ofrece una oportunidad para la intimidad. Como resultado de compartir una amplia variedad de actividades a lo largo del tiempo, sus miembros forjan lazos emocionales entre sí. Por supuesto, dado que los padres desempeñan papeles de autoridad, con frecuencia se inhibe la comunicación entre ellos y sus hijos. A medida que la gente joven se convierte en adulta, los lazos de parentesco se modifican pero los parientes siguen reconociendo estar ocupados por el bienestar de los otros.

3.4. Análisis del Intercambio Social

La teoría del intercambio social sostiene que el cortejo y el matrimonio son procesos de negociación. Según los teóricos del intercambio, los individuos intentan conseguir la mejor opción a la hora de seleccionar su pareja. La atracción física constituye una dimensión crítica del intercambio social. En las sociedades patriarcales de todo el mundo, la belleza física ha sido uno de los recursos ofertados por las mujeres en el mercado matrimonial. Por el contrario, los hombres han sido juzgados por su capacidad económica. En la actualidad, el creciente número de mujeres que participan en el mercado de trabajo hacen que dependan menos de los hombres para su mantenimiento económico y el de sus hijos. Por tanto, los términos del intercambio han variado tanto para las mujeres como para los hombres.

4. Hacia una Familia Posmoderna

A comienzos del siglo XXI, parece que las familias y las relaciones personales están experimentando cambios significativos: el hombre y la mujer son más interdependientes e iguales, el cuidado de los niños forma parte de un sistema más igualitario y democrático, la sexualidad y el amor se vuelven más abiertos,… Se trata de una relación de elección intrínsecamente unida al individualismo. Algunos autores, anuncian una nueva forma de relación familiar: la familia posmoderna. Esta no es un nuevo modelo de vida familiar equivalente a la familia moderna, ni constituye una nueva fase en la sucesión de las etapas en la historia de la familia; simplemente es el momento de la historia en que estamos dejando de creer en la sucesión ordenada de dichas fases. Algunos de estos cambios son:

4.1. Tamaño del Hogar

El número medio de miembros por hogar ha disminuido desde comienzos de siglo. Esto ha venido acompañado por la desintegración del hogar tradicional, compuesto por dos padres con hijos a su cargo. En la actualidad, los hogares unipersonales han aumentado siendo el grupo formado por hombres de 65 años el que presenta mayor crecimiento.

4.2. Matrimonio y Divorcio

Una de las tendencias más llamativas de las sociedades modernas es el declive del matrimonio y el rápido aumento de los divorcios. También hay una tendencia a contraer matrimonio a edades cada vez más tardías. En términos generales, el aumento del número de divorcios se debe a:

• Las mayores facilidades para obtener una separación o un divorcio: en muchos países, la legislación más reciente ha facilitado el acceso a la separación y al divorcio.
• Cambios demográficos: en el pasado, la gente vivía menos años por lo que los matrimonios tenían menos duración. En la actualidad, si no existiera la separación o el divorcio, la mayoría de los matrimonios durarían unos 50 años dada la elevada esperanza de vida.
• El individualismo: cada vez somos más individualistas y nos preocupa más nuestra propia felicidad y éxitos que el bienestar de la familia o los niños. Muchas personas, han comenzado a planificar sus vidas como si se tratara de un proyecto individual y ya no existe una división clara del trabajo en las familias.
• El enamoramiento a menudo se apaga: las culturas modernas enfatizan el enamoramiento como la piedra angular del matrimonio, por lo que las relaciones corren el riesgo de desenamorarse una vez que la pasión sexual se debilita.
• Las mujeres son menos dependientes de los hombres: cada vez son más las mujeres que participan en el mercado laboral reduciendo, así, su dependencia económica respecto de sus maridos.
• Muchos matrimonios actuales son estresantes: puesto que con frecuencia ambos esposos trabajan fuera de casa, los trabajos consumen buena parte del tiempo y la energía de los dos miembros de la pareja.
• El divorcio está más aceptado socialmente: el divorcio ya no conlleva el estigma social que le acompañaba en el pasado. En la actualidad, las parejas que se divorcian o separan no reciben las presiones para que permanezcan unidas como hace décadas.

Por último, la discusión de los factores que propician la separación y el divorcio es extensa. Estos factores son muy diversos e incluyen:

• Edad: son más propensos a divorciarse las parejas jóvenes, sobre todo si se han casado tras un corto noviazgo.
• Clase social: son más propensos a divorciarse los de clases más bajas, y menos, los de las clases altas.
• Género: las mujeres que tienen trayectorias profesionales son más propensas a divorciarse debido a las tensiones que genera un matrimonio formado por dos personas con carreras profesionales.
• Matrimonio anterior: los hombres y mujeres que se han separado o divorciado son más propensos a volver a hacerlo, posiblemente porque los problemas les siguen de un matrimonio a otro.

5. Familias Monoparentales y Cohabitación

Los hogares monoparentales con hijos dependientes han ido en aumento. Casi todas las familias monoparentales, están encabezadas por una madre soltera. Antes, el aumento de la tasa de familias monoparentales era debido al divorcio pero, en la actualidad, es debido a madres que nunca han estado casadas. Existen, al menos, cinco tipos de familias monoparentales:

• Madres solteras.
• Madres divorciadas.
• Madres separadas.
• Madres viudas.
• Padres solteros.

La cohabitación es la formación de un hogar por parte de una pareja no casada. En el pasado, estaba mal visto pero estas actitudes han ido cambiando. Actualmente, la gente más joven acepta la cohabitación mientras que las personas mayores no.