Factores y Detección de Enfermedades Autoinmunes: Genética, Hormonas y Técnicas Diagnósticas

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Factores que Influyen en las Enfermedades Autoinmunes

Existen diversos factores implicados en el desarrollo de las enfermedades autoinmunes:

  1. Factores Genéticos

    En ellos se incluyen los antígenos (Ag) del complejo mayor de histocompatibilidad (HLA) y, por otro lado, factores hormonales.

    El complejo mayor de histocompatibilidad (HLA) es un grupo de genes cuyos productos están implicados en la presentación de antígenos (Ag) a los linfocitos T y en la diferenciación entre lo propio y lo ajeno. Estos genes están dispuestos a lo largo de un segmento del ADN en el cromosoma 6.

    La mayoría de las enfermedades autoinmunes están asociadas a factores del HLA, aunque los mecanismos de esta asociación no están completamente claros.

  2. Factores Hormonales

    Hay una clara influencia del sexo en el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes. Por ejemplo, el lupus eritematoso afecta entre 10 y 20 veces más a mujeres que a hombres.

  3. Factores Ambientales

    Existen numerosas evidencias del papel de agentes infecciosos en el desarrollo de las enfermedades autoinmunes. Esto puede deberse al mimetismo molecular, que es la semejanza estructural entre algún antígeno del microorganismo y antígenos propios del huésped.

Detección de Autoanticuerpos: Técnicas Comunes

Técnica ELISA

Aunque la Inmunofluorescencia Indirecta (IFI) ha sido considerada como el gold standard para la detección de autoanticuerpos, está siendo progresivamente desplazada por técnicas inmunoenzimáticas como el ELISA (Ensayo por Inmunoabsorción Ligado a Enzimas).

Ventajas de la técnica ELISA:

  • Bajo coste.
  • Rapidez.
  • Permite analizar muchos sueros simultáneamente.
  • Interpretación menos subjetiva que la IFI.
  • Alta sensibilidad.

Se utiliza frecuentemente la técnica de ELISA indirecta para la detección de autoanticuerpos.

Técnica de Aglutinación

En el caso de la artritis reumatoide, se determina la presencia del factor reumatoide (FR). El factor reumatoide es un autoanticuerpo, generalmente de tipo IgM, que reconoce a las inmunoglobulinas IgG propias.

La determinación del factor reumatoide en suero humano ha sido la prueba serológica más utilizada para confirmar el diagnóstico de artritis reumatoide. El FR está presente en aproximadamente tres cuartas partes de los pacientes con esta enfermedad, y la determinación de títulos altos al principio de la enfermedad es un signo de mal pronóstico.

Dado que el factor reumatoide tiene estructura de IgM y posee un alto poder aglutinante, se sigue utilizando la técnica de aglutinación indirecta (o pasiva) para su detección en suero. Se emplea un reactivo formado por partículas de látex recubiertas con IgG humana (el antígeno que reconoce el FR), que se pone en contacto con el suero del paciente.

  • Resultado negativo: Si no hay aglutinación, el suero no contiene factor reumatoide.
  • Resultado positivo: Si hay aglutinación, significa que en el suero hay presencia de factor reumatoide.

Técnica de Inmunofluorescencia (IFI)

Esta técnica es una de las más utilizadas en el diagnóstico de enfermedades autoinmunes. Se aplica a la detección de anticuerpos (Ac) que reconocen antígenos (Ag) dispuestos convenientemente en un soporte (sustrato). En caso de ser positiva la reacción, se forman los correspondientes inmunocomplejos antígeno-anticuerpo.

En estas reacciones, el reactivo secundario (conjugado) lleva incorporado un fluorocromo y está formado por anticuerpos anti-inmunoglobulinas humanas (producidos en conejo, cabra o cobaya). Dependiendo de la naturaleza de los autoanticuerpos que se quieran buscar, se utilizan diferentes células o tejidos que contienen los antígenos diana.

En el caso de los autoanticuerpos no órgano-específicos, los que más se detectan mediante IFI son los autoanticuerpos antinucleares (ANA), los anti-ADN de doble cadena (anti-ADNds) y los anticuerpos anti-citoplasma de neutrófilos (ANCA).

La detección de ANA se utiliza a menudo como prueba de cribado (screening) cuando se sospecha una enfermedad autoinmune sistémica.

Para efectuar la prueba de ANA por IFI, se pone en contacto el suero problema diluido con el sustrato celular escogido. Habitualmente se emplean células HEp-2 (línea celular derivada de un carcinoma laríngeo humano), que tienen la ventaja de poseer núcleos grandes y una alta concentración de antígenos nucleares y citoplasmáticos.

Si el paciente es ANA+, sus autoanticuerpos se unirán a los componentes celulares correspondientes. Tras un lavado e incubación con el conjugado fluorescente, se observan los resultados al microscopio de fluorescencia:

  • Resultado positivo: Se observarán las células o sus núcleos fluorescentes.
  • Resultado negativo: No se observará fluorescencia específica.

Además de la positividad, el patrón de fluorescencia observado proporciona información relevante y es diferente según los antígenos reconocidos, lo cual puede orientar hacia distintas enfermedades:

  • Un patrón homogéneo y/o moteado suele ser indicativo de pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES) u otras enfermedades del tejido conectivo.
  • Un patrón nucleolar suele ser indicativo de esclerodermia (esclerosis sistémica).
  • Otros patrones (centromérico, citoplasmático, etc.) se asocian a diferentes condiciones autoinmunes.

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