Factores Clave de la Modernización Económica Española en el Siglo XIX: Recursos, Ferrocarril y Finanzas
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Factores Clave de la Modernización Económica Española (Siglo XIX)
1. Recursos Mineros y Fuentes de Energía
Los recursos españoles eran variados, destacando:
- Hierro: Proveniente de Málaga y Vizcaya.
- Carbón y Zinc: Explotados en Asturias.
- Cobre: De la provincia de Huelva (onubense).
- Plomo: Extraído en Cartagena.
Apenas se explotaban por falta de iniciativas y demanda. Sin embargo, la Ley de Minas de 1868, que supuso la auténtica “desamortización del subsuelo”, produjo la apertura al extranjero. Llegó capital foráneo de modo que los minerales representaban en 1900 hasta un tercio del valor de las exportaciones españolas.
El hierro fue un gran impulsor de la industrialización vasca. También impulsó el desarrollo industrial asturiano el carbón, aunque siempre con muchos problemas de rentabilidad y calidad, protegido por aranceles, lo que encareció los costes de la industria nacional.
2. Transportes y Comunicaciones: El Auge Ferroviario
La expansión del tendido ferroviario fue un factor clave de modernización. España llegó con retraso al nuevo medio de transporte; la primera línea fue la construida entre Barcelona y Mataró. Tras la promulgación de la Ley General de Ferrocarriles en 1855, tuvo lugar un verdadero «boom» del ferrocarril.
Problemas de la Red Ferroviaria
La red se enfrentó a varios inconvenientes:
- Se creó una red muy centrada en Madrid.
- Fue poco planificada.
- Dependió fuertemente del capital francés.
La ley daba tales beneficios que la construcción de líneas fue un gran negocio, pero luego muchas de ellas resultaron ruinosas a la hora de su explotación. También progresó en la segunda mitad de siglo la navegación a vapor, impulsada sobre todo por astilleros y navieras del País Vasco. El transporte por carretera siguió con sus incapacidades.
3. Comercio Exterior y Finanzas Estatales
España se especializó en exportar productos agromineros y en importar productos elaborados. Debido a esta estructura y a los gastos estatales generados desde Carlos III e incrementados en el siglo XIX con los avatares de la política interna y externa, el déficit comercial y del Estado fue crónico.
La balanza de pagos se equilibraba con las importaciones de capital y los préstamos logrados en el extranjero por el Estado.
Política Comercial y Proteccionismo
La política comercial fue proteccionista. Las leyes arancelarias de 1841 y 1849 favorecieron los intereses de los industriales del textil catalán y de los terratenientes castellanos cultivadores de trigo. Solo durante el Sexenio Democrático se intentó una política liberal con el Arancel Figuerola. La Restauración significó de nuevo la vuelta al proteccionismo con la ley arancelaria.
Decisiones Financieras Históricas
En el terreno financiero, este periodo se caracterizó por las dificultades de la Hacienda estatal, agobiada por la deuda pública. Se adoptaron algunas decisiones históricas:
- Creación del Banco de España (1856): Sustituyó al Banco Español de San Fernando. En 1874, quedó configurado como banco nacional y como gran prestamista del endeudado Estado. La Ley de 1856 impulsó la banca privada que sirvió para la financiación de la industria, de los ferrocarriles, del comercio e incluso de la deuda estatal.
- Adopción de la Peseta (1868): Se adoptó como nueva moneda.
El capital nacional y extranjero invirtió demasiado a menudo en deuda pública en lugar de hacerlo en la industria o en la agricultura. El déficit crónico de los presupuestos estatales favoreció esas inversiones no productivas.