Fachada de Praterías: Iconografía y Maestros Escultores en la Catedral de Santiago
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A partir del supuesto descubrimiento de la tumba del apóstol, se levantó en Compostela una de las iglesias de peregrinación más destacadas del medievo. La catedral se construyó para acoger las reliquias del Apóstolo Santiago, que se conservan en la cripta. Entre 1100 y 1115, aproximadamente, se tallaron las dos puertas del crucero. Lo que hoy vemos en la portada de Praterías resulta de la obra original, más piezas añadidas procedentes de la portada Norte, de la Acibecharía o Porta francíxena (pues en ella desembocaba el Camiño francés, que fue destruida por un incendio en el siglo XVIII) y del coro del mestre Mateo, igualmente destruído.
Materiales
Granito, y mármol en algunas columnas y pequeñas partes de la portada.
Estructura de la fachada
Estructuralmente, la fachada consta de dos puertas de doble hoja, abucinadas por la superposición de las arquivoltas de medio punto, alinteladas, con tímpanos semicirculares y jambas con columnas adosadas a un pilar y machón central. Apóstoles a los lados de cada puerta como guardianes de las mismas. Sigue un friso, la cornisa sobre canzorros, dos vanos con arcos lobulados de influencia musulmana y arquivoltas (la tercera fue alterada al construírse el claustro) que abren a la tribuna. Remata con una balaustrada muy posterior.
Los relevos, en placas de dimensión y grosor variado, se concentran en los tímpanos y en el friso, pero también aparecen en las columnas, en las jambas, en los contrafortes y en los muros. El conjunto resulta totalmente incoherente y desordenado por mor de los engadidos. Incluso las formas no se adaptan a la forma semicircular de los tímpanos.
Iconografía
El contenido iconográfico presenta un evidente desorden. Como la perdida Acibechería, presenta abundante escultura en los tímpanos, jambas y friso superior.
En el machón central observamos que la portada está centrada por un crismón trinitario, sostenido por dos leones. Arredor del crismón se artéllan dos arcos xeminados, de tres arquivoltas lisas sostenidas por once columnas. Estas alternan la decoración vegetal, con representaciones de ángeles, profetas y apóstoles. En los capiteis de las columnas aparecen algunas escenas historiadas (Expulsión del Paraíso).
En el friso coexiste gran variedad de piezas, unas originales y otras procedentes de la portada norte. Junto a temas esotéricos como los símbolos zodíacales, aparecen los sagrados del Antiguo Testamento, como el mármol de Abraham saliendo de su tumba, de fuerte expresividad, y del Nuevo Testamento, como la magnífica Transfiguración del apóstolo Santiago.
El tímpano derecho desarrolla el tema de la doble naturaleza de Cristo con dos episodios en sendos registros superpuestos. Arriba, la Adoración de los Magos. Mientras que en la banda inferior varios episodios de la Pasión (prendimiento, la figura del Cireneo, Cristo atado a la columna y la coronación de espinas) insisten sobre el dolor y el sufrimiento humano de Cristo. En el recanto izquierdo una tercera escena, la Curación del ciego de nacimiento, reflejaría simbólicamente la redención del pecado original.
En el tímpano izquierdo la iconografía gira alrededor de la Tentación de Cristo en el desierto. Contrapón la figura de Cristo rodeado de ángeles con incensarios y frente a él una serie de demos. En el recanto derecho aparece una figura de mujer con una caveira en el colo, de interpretación discutida: puede ser Eva, acusada por la misoxinia de los cregos de introducir el pecado y la muerte en el mundo, aquí situada junto a los demos y contraposta a Cristo que trae la salvación y la Vida.
En el contraforte lateral izquierdo se incrústan tres relevos: Cristo bendiciendo, la Creación de Adán, diseñado en una clara oposición entre el Dios que da la vida y el moneco inerte del primer hombre. Abajo, el rey David, sentado con un instrumento musical y apisoando con sus pies y las patas del trono una morea de monstruos. Se fúnden en la misma imagen el significado de David poeta y el dominio sobre el mal representado por las bestas. En el contraforte lateral derecho: creación de Eva, Pantocrátor y el sacrificio de Isaac.
Mestres y características: A pesar de la participación de varios mestres escultores en la fábrica de la fachada de las Praterías, y de que cada uno presenta alguna peculiaridad en su forma de trabajar la piedra, se pueden citar características que hacen que este conjunto escultórico sea típico del románico en su período pleno:
- Carácter monumental
- Esculturas trabajadas en relieve
- Adaptación al marco arquitectónico
- Xustaposición de las figuras
- Xerarquía en función del tamaño
- Antinaturalismo
- Roupaxes que no translocen la anatomía
- Colocación espacial incorrecta
- Frontalidad
- Rixidez
- Horror vacui
- Función didáctica
El denominado mestre de Eva o mestre de Praterías
Es considerado el de mejor calidad. Sus figuras, en un esquema xeométrico romboidal, se caracterizan por las cuidadas anatomías, cabello en mechones sueltos, gruesos labios, ojos avultados y fazulas inchadas, pernas cruzadas en aspa. Sus obras presentan cierto anaco de vitalidad gracias a una fuerte expresión y a un equilibrio entre el senso conceptual dominante y un primer achegamento a la naturaleza humana. Este prenaturalismo puede observarse en detalles anatómicos que contrastan con el convencionalismo esquemático en los pregues debuxadas en U, donde el artista acada efectos rítmicos bien característicos. Realizaría la mujer adúltera, la Creación de Adán; el David, rey y poeta, representado como vencedor del mal...
El mestre del Cordeiro
(por la Porta do Cordeiro de San Isidoro de León) se caracteriza por la monotonía en panos y anatomías, volúmenes xeometrizados, formas pulidas, tendencia a la frontalidad, rostros inexpresivos, aunque trazos de la faciana (ojos, labios fazulas) son semellantes a los del mestre de Praterías, pero carentes de vida. Realizaría el Pantocrátor; el Cristo de pie...
El mestre de la Traizón
(relacionado con la Porta do Perdón de San Isidoro de León). Trabaja en el tímpano derecho: bico de Xudas, expulsión del Paraíso... Presenta un estilo más narrativo, tiende al vulto redondo –brazos y pernas pueden estar exentos-, pupilas escavadas muy expresivas, pregados gruesos y cilíndricos que se cinguen a la parte inferior del cuerpo.
Mestre de Conques o de las Tentacións
La Flaxelación y la Coroación de Espiñas serían obra de este cuarto mestre: cabezas cúbicas, pelo cortado a la taza, canon corto, pregas aplastadas, figuras en perfil.
Mestre de la Transfiguración
Relacionado con Saint-Sernin de Toulouse, caracterizado por un rebuscado manierismo; de su mano serían el centauro, la mujer amamantando, la Transfiguración.
Conclusión
La fachada de Platerías pasa por ser uno de los conjuntos escultóricos más singulares del románico (por presentarse en doble puerta y por la densidad escenográfica y de contenidos). La técnica empleada por tódolos mestres que participan es la habitual en estos tiempos, pero el programa iconográfico de las portadas no lo es tanto. El pantocrátor ya no centra la composición, el tema no es apocalíptico y no busca suscitar terror ante lo que ha de venir. Es, pues, una manera distinta de enfocar la religión, una vez superado el año mil (cambio que se apréciase más, en el Pórtico de la Gloria).
Posiblemente, las tres portadas respondían a un plan iconolóxico conectado. La del Norte, dedicada a la obra creadora del Pai, presentaba la caída y promesa de la redención; la del Sur, dedicada a la obra del Fillo, presentaba la redención; la del Oeste, sería la del Xuízo y la Gloria. Así, el templo se abre como una gran representación litúrgica a las rúas de la ciudad. El nombre deriva de que en ella se situaban las tiendas de los ourives y prateiros.