Fábulas Clásicas: Relatos Breves con Moralejas
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Colección de Fábulas Clásicas
La Zorra y el Leopardo
Una zorra y un leopardo discutían sobre la belleza. El leopardo, poniendo como ejemplo el colorido de su cuerpo, y la zorra respondió: «¡Y cuánto más bella soy yo que tú, que no tengo pintado el cuerpo, sino que tengo pintada el alma!»
Los Pescadores y el Atún
Unos pescadores que habían salido de pesca y, habiendo pasado penurias sin capturar nada, estaban sentados en el barco, tristes. De repente, un atún, siendo perseguido y cayendo con mucho ruido, se lanzó hacia la nave. Tras haberlo capturado y llevado a la ciudad, lo vendieron.
La Zorra y la Máscara
Una zorra, habiendo entrado al taller de un escultor e investigando cada una de las obras, encuentra la máscara de un actor de tragedia. Al haberla encontrado, dijo: «¡Qué cabeza! No tiene cerebro.»
La Comadreja
Una comadreja, habiendo entrado al taller de un herrero, lamía una lima que estaba tirada allí. Sucedió que, al frotarse la lengua, caía mucha sangre. Esta se alegraba, presumiendo que robaba algo al herrero, hasta que perdió la lengua.
La Gallina de los Huevos de Oro
Un hombre tenía una gallina que ponía huevos de oro. Habiendo pensado que un montón de oro estaba dentro de ella, tras matarla, la encontró igual que las demás gallinas. Él, habiendo esperado encontrar un tesoro, también fue privado de aquella pequeña [riqueza].
Zeus y los Hombres
Zeus, habiendo modelado a los hombres, ordenó a Hermes que les derramase la inteligencia. Habiendo hecho medidas iguales, derramaba a cada uno la misma medida. Sucedió que los de pequeña estatura, al haber quedado llenos de la medida, se hicieron sensatos, pero los altos, al no llegarles ni a las rodillas, se hicieron más insensatos.
Prometeo y los Hombres
Prometeo modeló a los hombres y a las fieras. Zeus, habiendo visto muchos más animales irracionales, ordenó que, tras destruir algunas fieras, las transformara en hombres. Después de haber hecho lo ordenado, sucedió que los que habían sido modelados a partir de esos tenían forma de hombres, pero almas salvajes.
La Encina y la Caña
Una encina y una caña rivalizaban sobre la fuerza. Tras levantarse un fuerte viento, la caña, tambaleándose e inclinándose por las ráfagas del viento, evitó ser arrancada, y la encina, resistiéndose por todos lados, fue arrancada desde la raíz.
Las Dos Alforjas
Prometeo, habiendo modelado a los hombres, colgó de ellos dos alforjas: una de defectos ajenos y otra de los defectos propios. Puso la de los ajenos delante y la otra detrás. Desde entonces, sucedió que los hombres ven los desperfectos ajenos desde lejos, pero no los propios.
El Cangrejo y la Zorra
Un cangrejo que había salido del mar estaba viviendo en un lugar. Una zorra hambrienta, al verlo, tras acercarse, lo atrapó. Este, cuando iba a ser engullido, decía: «Pues sufro yo mismo cosas justas, pues siendo del mar quise ser de tierra.»