Fábula, Sátira y Epigrama: Géneros Literarios en la Antigua Roma

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Fábula, Sátira y Epigrama: Tres Géneros Literarios de la Antigua Roma

La Fábula

La fábula suele definirse como una composición, generalmente en verso, que, por medio de personificaciones de seres irracionales, ofrece una enseñanza útil o moral. Este género es muy antiguo y probablemente nació en la India. Luego pasó a Occidente y fue cultivado en Grecia por Esopo, considerado el padre de la fábula como género literario. En Roma, fue cultivada por Fedro, un autor de origen griego que llegó a Roma como esclavo de Augusto, quien después le concedió la libertad. Fedro comenzó a escribir en la época de Tiberio y se han conservado algo más de cien fábulas suyas. La mayor parte de los temas están tomados de Esopo, pero también hay fábulas originales inspiradas en la vida y las costumbres de la época. Las dos características esenciales de la fábula de Fedro son la diversión y la enseñanza moral. Su lenguaje es claro, sencillo, conciso y elegante, y sus metáforas son simples.

La Sátira

La sátira es el último género literario que los romanos no tomaron de los griegos; es un género típicamente romano. Sin embargo, antes de adquirir el sentido que tiene ahora, pasó por varias etapas:

  1. Inicialmente, en Roma se denominó "satura" a composiciones pertenecientes al género teatral, que contenían diálogo, música y danza.
  2. Más adelante, el término "sátira" se empleó para designar obras que trataban diversos temas y utilizaban distintos metros.
  3. En una tercera etapa, el término "sátira" adquiere para los romanos el sentido que tiene hoy: un ataque, más o menos virulento o amable, a personas, costumbres o instituciones. En ella se emplea solamente el verso conocido como hexámetro.

Durante los últimos años de la República, algunos autores escribieron sátiras. Este género alcanzó su mayor desarrollo y esplendor en el siglo I d.C.

Autores Destacados de la Sátira

  • Lucilio (180-103 a.C.), considerado el inventor del género, y Horacio llamaron "sermones" a sus composiciones satíricas. Lucilio propugnaba una moral orgullosa y optimista, y utilizaba la sátira como un arma contra los personajes de su tiempo, empleando una lengua viva, a veces tomada del latín vulgar.
  • Horacio (65-8 a.C.) tenía un estilo natural, sin la agresividad de Lucilio, y en sus sermones hablaba con humor sobre una gran variedad de temas.
  • Juvenal es el último representante importante de la sátira latina. Fue primero abogado y maestro de retórica, y comenzó a escribir sátiras ya en edad madura. Escribió 16 sátiras en las que critica, entre otras cosas, la presencia de extranjeros en Roma, la mediocridad de los literatos, la corrupción administrativa, los abusos de las autoridades, la hipocresía de algunos filósofos y la homosexualidad. Juvenal utiliza en sus poemas recursos de la oratoria. Su estilo es patético, declamatorio, épico y trágico, pero también hay en sus sátiras parodia, ironía y humor negro.

El Epigrama

El epigrama tuvo su origen en Grecia. En principio, era una breve inscripción que se grababa en estelas funerarias, monumentos y objetos varios. Pero pronto se desarrolló y pasó a designar una composición breve en verso de contenido variado. Catulo y otros poetas habían escrito epigramas, principalmente de tema erótico. El epigrama, tal como lo entendemos ahora, se debe a Marcial. La característica de este breve poema es su concisión, un tono festivo y una agudeza final, lo que lo convierte en un género apropiado para el ataque personal. Este es el epigrama satírico.

Marcial y su Legado

Marcial era hispano y vivió de la poesía, adulando a los poderosos. Pasó sus últimos años en su ciudad natal y escribió más de 1500 epigramas en los que retrata toda la vida de Roma y al hombre que vive en ella. No todos los epigramas de Marcial son satíricos ni obscenos; hay en sus libros abundantes epigramas que expresan sentimientos muy delicados. Utiliza un lenguaje y una expresión vigorosa y directa, así como la ironía y el sarcasmo. Pero también es capaz de escribir versos llenos de ternura, amistad y serena tristeza.

Influencia Posterior

Juvenal fue muy apreciado en la Edad Media como moralista y ha influido en el desarrollo de la sátira en las literaturas occidentales. La fama de Marcial nunca desapareció. Garcilaso de la Vega fue el primer autor que lo imitó en España, pero fue Quevedo quien más se identificó con su espíritu, junto con Góngora y Lope de Vega.

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