La Extraordinaria Visión Humana: Explorando los Límites del Ojo y el Cerebro
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El Milagro del Cuerpo Humano: Una Máquina Evolucionada
A menudo no valoramos nuestro cuerpo lo suficiente, pero bajo presión, puede demostrarnos cuán extraordinario es. Esta máquina compleja es el resultado de millones de años de evolución. Es tan intrincado que muchas de las cosas que suceden en nuestro interior aún nos son desconocidas. Un mundo oculto que ahora podemos explorar en tres dimensiones como nunca antes.
El Poder de la Visión: Más que Solo Ver
Nuestro sentido de la visión es uno de los sistemas más complejos de nuestro cuerpo. Utiliza tres cuartas partes de la capacidad de nuestro cerebro y, ante un desafío, nuestros ojos enfocan hasta el más mínimo detalle a la velocidad de la luz. Nos permiten ver en la oscuridad y hasta percibir la magia de lo imposible.
Vemos con nuestro cerebro, aún mientras dormimos. Y algún día, podríamos ver sin necesitar nuestros ojos. Así de extraordinario es nuestro sentido de la vista cuando lo llevamos al límite.
Visión al Límite: Persecución a Alta Velocidad
Un sospechoso de homicidio huye por el centro de Los Ángeles. Quien lo persigue es también un oficial de la policía de Los Ángeles (LAPD). En este mundo ultrarrápido, debe averiguar qué sucede y qué no a una velocidad de 160 kilómetros por hora.
El Desafío del Oficial Barry
¿Es posible que el oficial Barry siga acercándose al sospechoso sin chocar?
"Necesito saber si se me acerca un camión por la derecha o por la izquierda, y también debo prestar atención a lo que tengo delante, ver si hay peatones cruzando la calle. Y además de todo eso, intentar seguir de cerca al sospechoso", explica.
La naturaleza diseñó los ojos para que él pueda hacer todo eso. La vista guía al cuerpo humano.
Capacidades Asombrosas del Ojo Humano
Diferentes animales desarrollaron tipos de visión especiales, pero los humanos podemos lograrlo todo. Nuestra visión, como la de ninguna otra criatura de la Tierra, tiene capacidades notables:
- Puede distinguir unos 10 millones de colores.
- Puede cambiar el foco desde el infinito a centímetros en cuestión de milisegundos.
- Es capaz de distinguir detalles a la brillante luz del sol.
- Alcanza una visión panorámica de casi 180 grados.
Todo eso requiere del enorme potencial del cerebro humano. El 70% de las neuronas del cerebro sirven de alguna manera al sistema visual. Todos los mecanismos que dieron lugar a su creación le otorgaron un alto grado de extraordinaria relevancia. Los ojos humanos funcionan como sensores de supervivencia que nos aportan información esencial en momentos cruciales. Dependemos de ellos en todo momento.
La Intrincada Mecánica del Ojo
La mecánica del ojo es la más compleja del cuerpo humano. Su sofisticado sistema no tiene igual.
- Como si fuera una pelota, el ojo pivota en diferentes direcciones y enfoca objetos en movimiento. Logra esto con la ayuda de dos aliados sin igual: dos círculos de grasa que absorben los movimientos del globo ocular.
- La luz entra a través de una apertura en el iris, una malla elástica de fibras entrecruzadas. Ante la luz brillante, se achica hasta tener el tamaño de una cabeza de alfiler en una décima de segundo.
- La luz incide en el lente (o cristalino), que no es un disco duro, sino una bolsa de fluidos.
- El lente proyecta una imagen del tamaño de una estampilla postal sobre la retina, que está en la parte posterior del ojo.
- Luego, la retina, una masa de nervios, envía impulsos al cerebro. De manera sorprendente, el ojo derecho envía impulsos al lado izquierdo del cerebro, mientras que el ojo izquierdo los envía hacia el derecho.
Los ojos desarrollaron una característica vital que aún hoy es la que evita que nos extingamos.
Decisiones de Vida o Muerte
Tras 20 minutos de persecución, el oficial Barry está a punto de llevar esta característica al límite. Cruzando bocacalles a toda velocidad, Barry desafía literalmente a la muerte.
"Hay algo que se mueve... ¿dónde? ¿Qué es?"
Un vehículo se detuvo más adelante y obstruye su camino. A la derecha, un auto se acerca a la bocacalle a toda velocidad. A la izquierda, un tercer conductor está a punto de avanzar. Pero de pronto, aparece algo más en su campo visual. Y en este momento, el diseño del ojo humano demuestra su utilidad.
Bastones y Conos en Acción
La retina, ubicada en la parte posterior del ojo, es una red de millones de bastones. Estas células no distinguen colores ni detalles, pero si algo se mueve en algún lugar de nuestro campo visual, los bastones lo verán. Los ojos giran y enfocan directamente el vehículo.
Ahora, otras células de la retina entran en acción. Por cada sección del tamaño de la cabeza de un alfiler, hay 6 millones de células llamadas conos, que solo captan colores y detalles. Por eso, cuando miramos algo, lo enfocamos directamente, porque tenemos el máximo de agudeza visual justo en el centro.
Con solo fijar la mirada en el objeto en movimiento, el oficial Barry puede evaluar la velocidad, dirección y amenaza que el objeto representa. El cerebro responde enviando señales a la asombrosa velocidad de 300 kilómetros por hora hacia manos y pies, a tiempo para cruzar la intersección.
Esta es otra de las decisiones de vida o muerte que toma el oficial Barry para concluir esta persecución de 40 minutos sin inconvenientes. Barry lo logró gracias a la increíble capacidad del ojo de ajustarse cuando la información recibida parece estar a punto de sobrecargar nuestro campo visual. Y esta capacidad es tan importante ahora como lo fue para nuestros ancestros.
Visión en la Oscuridad: El Rescate del Bombero
La evolución nos dejó otra habilidad, una que aún no tiene precio: en la oscuridad, podemos distinguir el mundo con solo unas pistas mínimas.
Las ansias de sobrevivir a un incendio dependen de nuestra habilidad para desplazarnos en la oscuridad letal de una habitación llena de humo. Los bomberos llegan a una casa en la ciudad de Bradenton, Florida. Ven las luces, pero no saben si hay alguien atrapado allí dentro.
"Estoy listo, lo sigo".
El bombero Dan Fleming entra a un peligroso mundo de sombras y formas tan turbias y difusas que parece imposible ver nada. Dan lucha por imaginarse la estructura de la casa a partir de lo poco que puede distinguir entre el fuego.
"¿Cuál es la distribución de la casa? ¿De dónde proviene el fuego? ¿Hay algún sobreviviente? Uno intenta determinar cómo es la casa, cuántos ocupantes tiene, quién estaría dentro de esta casa".
Adaptación a la Penumbra
A pesar de la oscuridad, los ojos de Dan comienzan a adecuarse de inmediato. Tienen una sensibilidad asombrosa. En oscuridad total, a 22 kilómetros de distancia, podemos distinguir la luz de una vela.
"Buscas pequeños destellos de luz que te indiquen hacia dónde ir", comenta Dan.
En medios con poca luz, confiamos en las células bastones que cubren la mayor parte de la retina. Son muy sensibles y sólo registran las imágenes en blanco y negro. Pero Dan necesita tener una visión cromática, ya que busca el incendio.
"Era muy difuso al principio. Me dije: 'Ese debe ser el foco del fuego'. Era un brillo anaranjado, muy anaranjado".
La Visión Cromática y el Cerebro Predictivo
Para distinguir los colores, usamos las células cono ubicadas en el centro de la retina. Cada uno de nosotros logra tener una visión cromática gracias a que distinguimos solo tres colores primarios de luz. Los conos son sensibles a los colores: están aquellos que son sensibles a la luz azul, los sensibles a la verde y los sensibles a la roja. Necesitan mucha más luz para emitir estímulos. Si obtienen suficientes fotones del color adecuado, emiten un estímulo que te dice si hay algo verde, azul o rojo en tal lugar.
Utilizando estas señales rojas, azules y verdes, el cerebro crea una gama de todo el espectro visual, que llega a 10 millones de colores.
La visión cromática lleva a Dan directo al foco del fuego.
"Para mi sorpresa, el foco se extinguió muy rápido y comencé a observar qué más había en la habitación. Es muy importante distinguir al menos dos destellos, así veo toda la habitación a medida que observo".
En un instante, el cerebro de Dan deduce qué debería haber allí, aun cuando tan solo ve destellos. Y esto es lo que nuestro cerebro hace constantemente: llena los espacios vacíos con datos de nuestro banco de memoria visual. De hecho, nuestro cerebro interpreta la mayor parte de lo que vemos a partir de imágenes guardadas durante toda nuestra vida.
El Instinto Visual
Luego, Dan distingue algo: una silueta blanca (una taza de café) y cuadrados blancos y negros (un crucigrama incompleto). ¿Acaso estas señales indican que alguien está aún en la casa?
Allí, a través del humo, Dan ve una imagen borrosa, inusual.
"Y mi instinto me dijo que había algo en el sofá. No sabía exactamente qué era. Revisemos el sofá. Hay un dicho que dice que si no estás seguro de algo, debes verificarlo, y eso fue lo que hizo con cuidado".
"¡Capitán, ayúdeme! ¡Tengo una víctima! ¡Traigan una camilla!"
Dan Fleming utilizó la memoria visual de su cerebro para transformar una sombra en un cuerpo humano y salvar la vida de un hombre.
El Futuro de la Visión: Conectando Tecnología y Cerebro
El poder de la visión humana proviene de millones de años de evolución. Aún no logramos comprenderlo del todo, y la tecnología de hoy no está ni siquiera cerca de igualar la increíble sofisticación del ojo humano.
Pero por primera vez en la historia, la ciencia lleva la visión humana a nuevos límites, conectándose directamente con el área visual del cerebro. Esto significa que algún día quizá logremos ver lo invisible: un mundo infrarrojo, tener visión de rayos X o conectar un videojuego directamente a nuestro cerebro.
El Caso de Jeri Roberson: Una Pionera de la Visión Biónica
Jeri Roberson está a punto de entrar a este mundo virtual. Sufrió un accidente de auto a los 19 años.
"Yo iba como acompañante en el auto. El conductor se quedó dormido y dimos de frente contra un pequeño camión. Ambos ojos me quedaron destruidos".
Con la esperanza de recuperar la vista, Jeri se ofreció a participar de un proceso pionero. Consiste en unir la tecnología al enorme poder de procesamiento de la corteza visual del cerebro.
"Era una oportunidad de recuperar la vista luego de que todos los doctores me dijeran que no volvería a ver".
Jeri está a punto de experimentar algo extraordinario. Los doctores le realizaron una incisión a los lados del cráneo y dejaron su cerebro expuesto. Luego le implantaron dos placas triangulares; cada una de ellas posee 200 electrodos pequeños que se comunican directamente con la corteza visual de Jeri. Finalmente, por medio de cables, los cirujanos conectaron estas placas a las terminales que salen de su cráneo.
Luego, los electrodos se comunican con la cámara que ella tiene en sus anteojos por medio de un ordenador. Toda esta tecnología está diseñada para ayudar a Jeri a recuperar algo de su visión.
"Fue muy impresionante sentir cómo salían estas terminales directo de mi cabeza, porque sinceramente no me esperaba eso".
Mapeando el Cerebro Visual
Pero para que ella logre ver lo mismo que ve la cámara, tienen que suceder muchas cosas, y hace falta dar un paso hacia lo desconocido. Cada electrodo se comunica con un sector del cerebro de Jeri. Cuando el sistema estimula un electrodo, ella ve un destello (fosfeno) en algún punto de su campo visual, aunque los doctores no saben con exactitud dónde está ahora. Por eso, activan los electrodos de a uno para averiguar en qué sector de su campo visual Jeri ve los destellos. Cuando ve un destello, ella indica si está hacia arriba, hacia abajo, a la derecha o a la izquierda.
Una vez que hayan logrado un mapa de los lugares que cada electrodo registra, los doctores conectarán la cámara y procurarán que lo que esta ve y lo que el cerebro de Jeri registra esté en el mismo lugar.
"Parece que esto funcionará".
Los Primeros Destellos de Luz
Finalmente, una vez que la cámara está en posición, la madre de Jeri conecta todo el equipo para probar la nueva configuración.
"Buen ordenador, sigue".
¿Podrá la tecnología lograr que Jeri recupere la visión?
"Un poco... La primera vez que vi un destello, ¡ay, Dios!, me quedé sin aliento. Sabíamos que funcionaría. Y esto es muy emocionante para mí".
"Para iluminar todo... No sabemos qué debe ser, pero sabemos cómo lo describes".
"Veo dos grandes focos de luz. Son blancos, una pizca de rojo".
"¡Cielos! Fueron dos destellos grandes. Sí, se movieran".
"Acabo de ver un gran destello, Jeri".
Hacia una Visión Funcional
A esta altura del proceso, los doctores solo activaron algunos de los electrodos de Jeri. Con el tiempo, esperan conectar varios más, lo cual mejorará ampliamente su capacidad visual.
"Como solo puedo usar 10 de mis electrodos, cada vez que haya un objeto frente a mi cámara, veré varios destellos de luz. Y son del tamaño de dos M&M's, uno encima del otro. Y algunos más, ¿no? Serán las olas... Así sé que hay un objeto allí, aunque no sé exactamente qué es".
"Esos son veleros... Aún están aquí, eso es genial. Cuando pueda usar todos mis electrodos conectados, veré la forma de las cosas que tengo enfrente. Así podré saber si veo un árbol, una persona, o si es un auto. Podré saber qué estoy viendo exactamente".
Nadie dice que Jeri recuperó la visión por completo, pero que registre algo del mundo visible la convierte en una extraordinaria pionera. Imaginen si pudiéramos enviar todas las señales visuales directo a su cerebro. ¿Qué veríamos? Quizá viéramos un mundo para el que estuvimos ciegos, como ver con lentes de visión nocturna, cámaras infrarrojas o incluso tener visión de rayos X.
Visión Panorámica: El Ojo Vigilante del Salvavidas
Imaginen un fin de semana de verano en las playas de California, repletas de gente. Pero para alguien atento, esta escena que parece calmada es una serie de potenciales accidentes inminentes.
¿Cómo hace un salvavidas para distinguir entre unos brazos en alto que significan "¡Ayuda!" y otros de alguien que se está divirtiendo? Su habilidad de distinguir a una persona desesperada entre miles es increíble y realmente pone a prueba su visión y comprensión.
Identificando el Peligro
Vemos de la manera que vemos para identificar peligros que nos acechan. Pero nada amenaza directamente al salvavidas. Cuando el ojo observa algo que no pone en peligro, normalmente se relaja, y los bastones que distinguen los movimientos se "apagan" cuando detectan que la acción es constante. De modo que el salvavidas debe engañarse a sí mismo.
Lo logra observando a su alrededor, y así fuerza su mirada para que se fije en pequeños detalles. En la línea de defensa están las torres de los salvavidas, y su trabajo es observar el agua con detenimiento. Así, sus ojos se mueven, observando el agua, y dejan que el cerebro filtre para ellos la información que ven, buscando algo extraño o algo que represente un peligro verdadero.
Movimientos Sacádicos y Percepción de Profundidad
Recibir toda esta información no es una tarea fácil. La visión humana tiene solo dos grados de visión de detalle en el centro del ojo. Con el fin de observar toda la playa, el salvavidas hace un barrido, yendo de un punto a otro para distinguir los detalles.
El paso de un punto a otro se denomina movimiento sacádico. Una sacada es un movimiento que realizan ambos ojos a la vez cuando están mirando algo en forma directa y de repente miran algo más. Tenemos mecanismos que se conectan con los músculos que mueven los ojos hacia la imagen, y así nos enfocamos rápidamente en una imagen nueva, todo a la vez.
La función sacádica le permite al salvavidas pasar su vista de un riesgo potencial a otro con facilidad. En repetidas oportunidades, observa su campo visual y así actualiza su memoria visual cada pocos segundos. Pero suceden más cosas cuando el salvavidas pone en marcha otra habilidad más compleja: la interpretación de los detalles.
"Como salvavidas de temporada, puedo distinguir víctimas en peligro en el agua, ya sea que estén haciendo muchas señas o por su lenguaje corporal. Son indicadores que me permiten reconocer un posible rescate antes que ocurra", explica Andrew, un salvavidas.
Los músculos que rotan el ojo nos dan un impresionante manejo del campo visual. Aun cuando estamos perfectamente quietos, podemos rotar nuestros ojos del extremo izquierdo al derecho en medio segundo.
Cuando de pronto las aguas revueltas cubren a un nadador, Andrew lo advierte enseguida. Ahora debe juzgar si el nadador puede llegar a la orilla, si está demasiado alejado como para intentar rescatarlo, o si, a pesar de las aguas revueltas, Andrew tiene la posibilidad de rescatarlo. Atender esta llamada de auxilio requiere un cálculo preciso de la distancia.
Tenemos dos ojos separados por cierta distancia, lo cual hace que las imágenes que captan tengan pequeñas diferencias entre sí (disparidad binocular). Esas pequeñas diferencias nos indican la distancia a la cual se encuentran los objetos (estereopsis o percepción de profundidad). Calculamos distancias constantemente sin siquiera pensar en ese proceso. Pero este proceso especial solo ocurre en humanos y en otros predadores para identificar y atrapar una presa. Esa habilidad de caza es la que utiliza el salvavidas para poner a salvo al nadador en problemas.
Todos podemos distinguir el detalle que nos interesa en una escena abarrotada de objetos si de eso depende nuestra seguridad. Pero cuando se trata de salvar vidas ajenas, esa misma habilidad requiere de entrenamiento e intensa concentración.
Engañando al Ojo: El Mundo de las Ilusiones Ópticas
Todos los días llenamos espacios vacíos en las imágenes que vemos, a medida que nuestra memoria visual crea atajos y supone cosas para armarnos un mundo que parece completo. ¿Qué sucede cuando lo que suponemos no es lo correcto? Así es como vemos las ilusiones ópticas. Y de eso se valen los ilusionistas para explotar la ciencia de la vista y engañar a nuestros ojos.
Ilusiones en el Cine y la Magia
Las películas nos muestran panoramas espectaculares y grandes ilusiones. Este es un estudio de filmación, pero ¿de qué tamaño? Lo que parece una estación espacial en un planeta extraterrestre... ¡Corte! Es un truco.
"68 B, toma 1".
Una pequeña maqueta a escala colocada cerca de la cámara y un escenario de tamaño natural muy alejado. Los que se dedican al cine son los maestros de la ilusión.
"Aquí vemos a dos actores y suponemos que están en un estudio de filmación enorme, porque no tenemos la habilidad de pensar: 'Aguarda un momento, este es un estudio pequeño y los actores están lejos'. Muestran ilusiones que desafían el sistema de la percepción, un sistema que por lo general no se equivoca. Aquí explotamos los momentos en los que de pronto se equivocan, y mucho".
Las ilusiones se aprovechan de la manera en la que vemos el mundo. Dependen de la diferencia que existe entre lo que los ojos ven y lo que el cerebro comprende. Los magos siempre han hecho uso de esta sutil confusión.
El Cubo Bidimensional de Marco Tempest
"Hola, soy Marco Tempest y soy mago. Les mostraré una pequeña ilusión óptica. Quiero mostrarles lo fácil que es engañar al ojo. Aquí tengo un objeto tridimensional y también uno bidimensional, este disco de papel. Si ahora coloco el objeto tridimensional junto al objeto bidimensional, algo verdaderamente extraño sucede. Miren esto: pareciera que el objeto bidimensional se ha vuelto tridimensional. Pero si ahora quitamos el objeto tridimensional, sucede algo más. Miren esto: como ven, el cubo parece completamente bidimensional".
"Bien, aquí vamos desde otro ángulo... Tengo un objeto tridimensional y también tengo un objeto bidimensional, este disco de papel justo aquí. Si ahora coloco el objeto tridimensional... que se basa en un principio científico genuino, el que explica cómo nuestro cerebro construye un mundo tridimensional... Miren esto".
"Se trata simplemente de cómo vemos en perspectiva. Una vez que establecemos que el cubo es tridimensional, quedará como tridimensional en nuestra mente. Aún cuando miramos las cintas en el suelo, nos sigue pareciendo tridimensional. Es casi como que el ojo completa la información faltante y quiere que el objeto sea tridimensional. Y ahí es cuando yo gano. Muy bien".
El Cerebro y sus Atajos
Nuestro mundo está lleno de información visual. El cerebro maneja esta situación creando atajos y confiando en su experiencia para llenar los espacios vacíos con un trabajo de inteligencia adivinatoria: la luz y la sombra, el tamaño, la forma y la distancia de los objetos. Suponemos que el mundo opera de acuerdo a reglas fijas. Pero a veces, estamos completamente equivocados.
La Habitación de Ames
Por ejemplo, esta habitación parece normal. "Pareciera que soy mucho más alto que Sara, y esto no es un truco de la cámara, sino una increíble ilusión. Porque cuando estoy en este rincón, Sara de pronto parece mucho, muchísimo más alta que yo. Y en realidad, nosotros somos casi de la misma altura. Todo esto es gracias a la increíble manera en que construyeron esta habitación".
La habitación no es normal; tiene una geometría muy extraña que se disfraza de normal (es una habitación de Ames). Vemos habitaciones cuadradas tan a menudo que nos engañamos creyendo que esta es una de ellas.
Ceguera al Cambio
"Es sorprendente lo fácil que es engañar a nuestros ojos. Vemos un paraguas e inmediatamente pensamos en la lluvia. Pero en un día tan hermoso como este, no necesitamos un paraguas, necesitamos... necesitamos... ¡invitados!"
Los magos son quienes más aprovechan lo que nosotros suponemos de los objetos y espacios que nos rodean. Y están a punto de ver lo que parece un sencillo truco, pero que tiene un nivel de ilusión mucho más profundo.
"Bienvenidos al truco de la carta que cambia de color, para el que usaremos un mazo de cartas azules y negras. La idea es muy simple: sencillamente distribuiré las cartas frente a Sara y le pediré que elija y separe alguna de ellas sobre la mesa".
"De acuerdo, elegiré esta carta de aquí".
"Excelente. Sara pudo haber elegido cualquier carta del mazo, pero ella decidió elegir la que ahora está hacia abajo sobre la mesa. Le pediré que mire la carta y nos diga cuál es".
"La carta que elegí fue el 3 de tréboles".
"El 3 de tréboles, excelente. Ahora la devolvemos al mazo. Desplegaré el mazo de cartas sobre la mesa hacia arriba y, con solo chasquear los dedos, la carta de Sara aún tiene el dorso de color azul. Lo más asombroso de todo es que el resto del mazo ahora tiene el dorso de color rojo. Y ese fue el asombroso truco de la carta que cambia de color".
Pero en realidad, el truco no tiene nada que ver con las cartas. Demuestra claramente cómo el cerebro elige una pequeña porción de la información disponible.
"Y ese fue el asombroso truco de la carta que cambia de color".
De hecho, a medida que avanza el truco, hubo otros cuatro cambios (ropa de los magos, mantel, fondo) que probablemente no notaste. Esto se llama ceguera al cambio.
"Bienvenidos al truco de la carta que cambia de color, para el que usaremos un mazo de cartas azules y negras..." Mientras avanza el truco, la cámara queda fija en las cartas. "...elegir la que ahora está hacia abajo sobre la mesa". La mayoría de nosotros no registra los cambios de ropa o de fondo que se realizan detrás de cámara.
"El truco de la carta que cambia de color se aprovecha de la idea de que nosotros sabemos qué es lo que está sucediendo frente a nuestros ojos. De hecho, el 90% de esa información no la podemos ver. No sentimos que es así; creemos que cuando miramos a nuestro alrededor percibimos el mundo entero, y eso no es verdad. Solo estamos enfocándonos en un sector muy, muy pequeño".
Las ilusiones son más que entretenimiento. "Ahora ven un paraguas..." Demuestran cómo lo que vemos depende de lo que supone el cerebro.
Aprender a Ver: La Experiencia de Mike May
Nuestros ojos y nuestro cerebro trabajan juntos para que el mundo tenga sentido. Pero nuestro cerebro necesita años de entrenamiento para convertir lo que ven los ojos en una imagen con sentido en un instante.
Vean a un ciego que ve por primera vez y escuchen cómo describe lo que ve su cerebro.
Mike May se sometió a una operación radical para reparar la visión que había perdido en un accidente en su niñez. Tiene la esperanza de ver por primera vez en 40 años cuando le quiten los vendajes.
"No creí que sucediera nada durante al menos algunas semanas, así que entrar en esa habitación para que me quiten los vendajes y luego comenzar a ver la luz que me llegaba fue algo que no se puede explicar con palabras. De repente recibí una ola incontenible de información visual. Las cosas tomaban forma y color, las imágenes surgían de todos lados".
La reconstrucción de sus ojos le permitió a Mike recibir luz en la retina. Lo primero que verá será a su esposa. Pero Mike tiene un problema: luego de 40 años en la oscuridad, su cerebro no reconoce lo que ven sus ojos.
"Ver no era tan simple como poner a funcionar los ojos y de repente poder leer un libro. Es mucho más complejo que eso. La visión no es algo que enciendes y apagas".
¿Qué percibirá Mike del mundo que no ve hace 40 años?
El Cerebro Necesita Aprender
Los ojos de Mike May, que alguna vez fueron ciegos, ahora funcionan casi perfectamente. Sin embargo, de manera sorprendente, apenas puede ver. Esto es así por la edad en la que Mike quedó ciego.
Una extraña explosión química lo dejó ciego cuando tenía tres años. Luego de 40 años, se prestó a un procedimiento experimental para restaurar su visión. Los médicos reemplazaron la parte de los ojos que se destruyó en el accidente: la córnea. Esta cubierta transparente, del espesor de un papel, protege el ojo y lo ayuda a enfocarse.
El daño que Mike sufrió en los ojos lo dejó completamente ciego. Tenía la esperanza de que las nuevas córneas le dieran una segunda oportunidad para ver el mundo. Pero los 40 años de ceguera le dejaron un problema aún mayor.
"Intentaba enfocarme en las imágenes y poder entender el mundo. No podía ver un rostro y decir 'Oh, esa es una sonrisa' en forma automática. Debía intelectualizar el proceso, fragmentarlo y luego comprenderlo".
La Importancia de la Memoria Visual Temprana
Mike May no tiene memoria visual del mundo. Ver no es algo que traigamos de nacimiento. Cuando recién llegamos al mundo, todo lo que vemos es nuevo, pero registramos las imágenes según su contenido y significado. Construimos nuestra memoria visual a través de la experiencia.
En la parte trasera del cerebro, 500.000 millones de células conforman nuestra corteza visual, el procesador y el depósito de la visión. Construimos nuestra memoria visual desde nuestra infancia y durante toda la vida. Esa biblioteca nos ayuda a comprender el mundo.
"La interpretación y el reconocimiento de ciertas cosas requiere de una experiencia increíble. En definitiva, el cerebro aprende a ver, y esto ocurre durante los primeros seis años de vida y, en una proporción menor, incluso hasta los nueve años".
Pero Mike quedó ciego cuando tenía tres años. A esa edad, recién comenzaba a formar su habilidad para ver: tamaño, forma y distancia, luz y sombra.
"¿Eso es el bordillo? ¿Un escalón hacia arriba, hacia abajo? ¿Una sombra? Si hablamos de la capacidad del cerebro para analizar el borde, ver la profundidad y darse cuenta de si es una bajada de bordillo de 15 centímetros, no logro percibir esa información".
Si hubiera pasado su infancia siempre andando en bicicleta y saltando bordillos de diferentes tamaños, ahora podría distinguir la sutil diferencia entre un bordillo de 7 centímetros a una distancia determinada, uno de 15 más alejado y un bordillo de 20 centímetros aún más lejos. Sin esa experiencia, se le hace muy difícil adquirirla basándose sólo en su visión ahora. El cerebro adulto de Mike debe luchar por adquirir lo que no pudo durante su infancia.
Pero Mike reconoce ciertas cosas y lo disfruta. "Utilizo un bastón para saber qué tengo frente a mí. Luego miro a mi alrededor y aprecio las cosas que sí puedo percibir: flores de colores brillantes, señales, gente que pasa... cosas para las que puedo usar mi visión si se quiere, sin pensar en qué tengo delante".
Es posible que Mike habite un mundo extraño, entre la ceguera y la visión, que no pudo ser más completo debido a su falta de memoria visual temprana.
El Universo Visual de los Sueños
Para la mayoría de nosotros, esta memoria visual nos da la llave a otro universo: el mundo de los sueños.
"Cuando sueñas, esa es tu realidad. Visualizas imágenes, escuchas sonidos, literalmente sientes cosas, ves tu cuerpo en movimiento, etcétera, y experimentas cualquier cosa que podrías experimentar durante la vigilia".
Los sueños son imágenes que hemos recolectado con nuestros ojos. El cerebro une esas imágenes como el editor de una película.
"Por lo general, estoy boca abajo con los brazos extendidos al estilo Superman y me deslizo por distintos lugares. Encuentro muy emocionante poder volar entre los edificios, esquivarlos, ir a velocidad hacia arriba y hacia abajo. Me siento como un pájaro que surca los cielos. Siempre deseé poder volar".
Es interesante notar que mucha gente sueña que vuela o sufre la pesadilla de que la persiguen. El cerebro crea escenas muy reales, aun cuando jamás las experimentamos.
"Hay alguien allí y yo intento huir desesperado. Comencé a correr, buscando..."
Interpretando las Visiones Nocturnas
A lo largo de la historia, se registran reportes de este tipo de sueños en repetidas oportunidades, y el significado de esas visiones nocturnas siempre nos fascinó. Hace 3000 años, los egipcios compilaron el Libro de los Sueños. Allí se registraban imágenes de sueños recurrentes y se las interpretaba. Los sueños eran el momento en el que los límites entre este mundo y el del más allá parecían desdibujarse. Pero para el Libro de los Sueños, muchos de éstos eran claramente una búsqueda de lo que ocurriría en el futuro.
Ahora explicamos las pesadillas como algo que nos ayuda a conquistar los miedos más profundos y universales, así como consideramos que los buenos sueños son el cumplimiento de nuestras fantasías. Es muy posible que las visiones que tenemos cuando soñamos nos conecten con nuestros instintos y miedos ancestrales, lo cual es otro ejemplo de cómo el sentido de la visión siempre dominó nuestra vida.
Conclusión: La Visión, un Legado Evolutivo Dominante
Nuestro sistema visual muestra, mejor que ningún otro, el complejo funcionamiento de nuestro cuerpo. A lo largo de toda la historia, ha dominado el desarrollo humano y es posible que nos permita dominar nuestro futuro.
Nuestra visión data de nuestro pasado profundo. Desconocida, inadvertida, es una habilidad que damos por sentada. Pero cuando la evidenciamos, la vista demuestra que nuestra vida diaria depende de ella. Cuando la llevamos al límite, vemos el superhéroe que todos llevamos dentro: el cuerpo humano.