Explorando los Temas de Bernarda Alba

Enviado por Chuletator online y clasificado en Lengua y literatura

Escrito el en español con un tamaño de 4,86 KB

Temas Clave en La Casa de Bernarda Alba

Las Apariencias y el Sentido de la Honra

Uno de los temas centrales es la preocupación por las apariencias y el sentido de la honra. La obsesión por el "qué dirán" domina la vida en la casa. Nadie puede enterarse de lo que sucede dentro (alusión a los muros de la casa). Así, se oculta el encierro de la abuela y el alboroto por la desaparición del retrato. Es fundamental aparentar que se llevan bien, lo que genera una profunda hipocresía. Bernarda se preocupa enormemente por las apariencias; de ahí su obsesión por la limpieza y todo el simbolismo asociado a la blancura. Por temor al juicio popular, Bernarda mantiene la versión de que su hija Adela ha muerto virgen, para evitar la murmuración en el pueblo. El tema de la honra, ligado a las apariencias y al amor, es crucial en la obra. La honra se concibe como en el teatro clásico español del Siglo de Oro: se identifica con la opinión ajena y la imagen social. Es más importante tener una buena imagen (simbolizada por el color blanco) que ser auténtico. El sentido de la honra, entendido como el acatamiento de las normas sociales convencionales, es el que guía a Bernarda y a todo el pueblo.

El Odio y la Envidia

Otro tema recurrente es el del odio y la envidia. La obra está llena de pasajes donde estos sentimientos se manifiestan a través de acotaciones, insultos, insinuaciones y expresiones directas. El deseo de las hermanas de amar y ser libres, y ante la imposibilidad de alcanzarlo, ello impulsa a las hijas de Bernarda a insultarse y odiarse entre sí. Además, el odio también surge de las desigualdades y la jerarquía social. Las criadas odian a Bernarda, y su carácter orgulloso e hipócrita genera también el odio del resto del pueblo. No hay en toda la obra sentimientos de afecto genuino entre los personajes.

Las Injusticias Sociales y la Discriminación

Las injusticias sociales y la discriminación entre ricos y pobres, amos y criados, y las consecuencias que esto conlleva, son temas importantes. Lorca denuncia la injusticia y las diferencias sociales, el orgullo y la conciencia de clase, y la crueldad que preside las relaciones sociales.

Por un lado, está el orgullo de clase que se manifiesta entre Bernarda y sus vecinos (Bernarda se cree superior al resto del pueblo). Por otro lado, está la diferencia de clases sociales que se evidencia entre amos (Bernarda) y criados, y entre ricos y pobres. Las relaciones humanas están jerarquizadas y dominadas por la mezquindad y la crueldad. La obra presenta una jerarquía social bien definida: Bernarda – Poncia – Criada – Mendiga. Los de la escala inferior aceptan con resignación, aunque con odio, las relaciones establecidas.

Es más, la desigualdad económica es, en cierta medida, la causante de gran parte del conflicto, ya que Pepe el Romano elige a Angustias por su fortuna, y las hermanas están condenadas a ser solteras porque no tienen recursos. La crítica social se hace especialmente patente en el Acto I.

La Marginación de la Mujer

El último tema fundamental es el de la marginación de la mujer. Desde el comienzo de la obra, hay una clara distinción en el modo de vida entre hombres y mujeres, una rígida separación en derechos, obligaciones y costumbres. El autor reflexiona desde el punto de vista de la mujer, que es la que sufre esta situación, aunque en la obra hay mujeres que aceptan y perpetúan esta marginación como parte de una tradición. Un ejemplo es cuando Poncia afirma que le dio dinero a su hijo para que se fuera con una prostituta. Las mujeres no solo sufren esta marginación, sino que ellas mismas la defienden y la transmiten generación tras generación. Según la moral de la época, una mujer podía o bien cumplir la moral, someterse al hombre y ser considerada "decente", o vivir una moral más relajada y abierta con comportamientos distintos, y sufrir la condena social. Al hombre se le otorgaba el poder y la libertad y se encargaba del trabajo, mientras que la mujer debía estar sometida al varón y a ser una esclava de su casa. Se consideraba natural que los hombres satisficieran su apetito sexual, mientras que en las mujeres esto era pecaminoso, exigiéndoles llegar vírgenes al matrimonio.

En la obra se distinguen dos tipos de mujeres:

  • Las "decentes": con una moral rígida, que siguen las normas sociales.
  • Las "indecentes": de moral relajada, que son objeto de condena social. Entre estas últimas se mencionan a Paca la Roseta, la prostituta y la hija de la Librada.

Entradas relacionadas: