Explorando la Rima LXVI de Bécquer: Soledad y Estilo
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RIMA LXVI. ¿De dónde vengo?.... El más horrible y áspero de los senderos busca.
Este poema pertenece al libro de Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, en concreto al grupo de poemas LII a LXXVI que giran en torno a la soledad, el dolor, la desesperanza, el miedo y la muerte.
Temas en la Rima LXVI
La soledad es un sentimiento consustancial al yo lírico en la poesía de Bécquer. En este poema, esa soledad que intuimos ha acompañado al yo poético durante toda su vida, aparece en toda su magnitud en la última estrofa, íntimamente relacionada con el olvido al que se verá llevado al final de su vida y al tema de la muerte: “En donde esté una piedra solitaria sin inscripción alguna, donde habite el olvido, allí estará mi tumba.”.
El dolor, tanto físico: “Las huellas de unos pies ensangrentados sobre la roca dura” como aquel que tiene que ver con algo mucho más profundo, quizá un dolor existencialista: “…los despojos de un alma hecha jirones en las zarzas agudas…” es otro de los temas recurrentes en la obra de Bécquer y que también encontramos en este poema.
El pesimismo invade toda la composición. Ese pesimismo que lleva a imaginar su futuro tan doloroso, sombrío y desesperanzado como su pasado: “¿A dónde voy?”. El poema se dirige a un tú: “busca”, “cruza”, “te dirán” para responder a sus interrogantes, podríamos llamarlos existencialistas.
En esta Rima aparecen elementos ambientales que se repiten en muchos poemas de Bécquer: las brumas, las nieves, los páramos, que ayudan a crear ese clima de desamparo y soledad en los que se siente sumido el sujeto lírico.
Aspectos Estilísticos
Hay que hacer referencia al tono contenido del poema, alejado de la exaltación y retoricismo propios de los primeros románticos. De hecho, en esta Rima no nos encontramos con ningún signo de exclamación: no hay desesperación, sino una asunción de que su vida ha estado y estará siempre llena de dolor.
Utiliza Bécquer en este poema, como en la mayoría de sus Rimas, la rima asonante, más leve y sugerente que la consonante: “busca”, “dura”, “agudas”, “cuna”, “cruza”, “brumas”, “alguna”, “tumba”.
Los versos endecasílabos: “¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero” se mezclan también aquí con los versos heptasílabos: “…de los senderos busca”.
El ritmo en este poema, como en la mayoría de sus Rimas, viene dado por la utilización de paralelismos en los versos 1, 2, 9 y 10, y las bimembraciones, en este caso de adjetivos: “horrible y áspero”, “sombrío y triste”. Sobre la adjetivación recae buena parte de la carga emocional del poema. Es de destacar la repetición del adjetivo “eternas” en “eternas nieves” y “eternas melancolías brumas” que nos hace pensar que el dolor que acompaña al yo lírico no acabará nunca.
No podemos dejar de aludir asimismo a la utilización del hipérbaton precisamente en los versos paralelísticos 1, 2, 9 y 10.