Explorando el Renacimiento: Características, Reforma y el Ideal del Hombre Renacentista
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El Renacimiento: Características Generales
El Renacimiento se centra en tres ejes principales:
- Exaltación del mundo clásico: Se caracteriza por la recuperación de la cultura grecolatina. Los humanistas, al redescubrir el mundo clásico, fijan en este el ideal de belleza y perfección. El arte y la literatura del Renacimiento imitan formalmente los modelos clásicos y se llenan de referencias a su mitología. El estilo artístico y literario sigue el canon clásico de belleza basado en la armonía de las formas, la proporción, el equilibrio y la naturalidad.
- El individualismo: La superación del teocentrismo medieval hacia un antropocentrismo moderno, un sentimiento de seguridad y autoafirmación.
- La naturaleza: La mirada que el hombre dirige hacia la naturaleza y sus leyes es crítica y racional, pretende ordenar el mundo a su alrededor. La razón empieza a valorarse como instrumento de conocimiento. Entre los científicos del siglo XVI, podemos recordar a Nicolás Copérnico, quien proclama el heliocentrismo.
Reforma y Contrarreforma: El Espíritu Religioso en el Renacimiento
En el terreno religioso, se advierte una diferencia mayor entre la concepción medieval y la renacentista. El individualismo renacentista alienta una actitud que defiende la libre interpretación de la Biblia y cuestiona la autoridad del Papa. Surge así la Reforma Protestante, encabezada por Martín Lutero y el francés Juan Calvino, del cual surge la Contrarreforma. El cristianismo se escinde en dos concepciones religiosas que dan origen a guerras de religión. La renovación religiosa llega también con Erasmo de Rotterdam, espíritu crítico con la iglesia y defensor de una religiosidad más auténtica. Al igual que Erasmo, el humanista inglés Tomás Moro mantuvo una actitud reticente frente a la reforma. Muy vinculado a Erasmo estuvo el humanista valenciano Luis Vives.
El Neoplatonismo y la Estética Renacentista
En la base de la estética renacentista hay una reactualización del pensamiento del filósofo Platón, basado en la oposición entre el mundo material y el mundo de las ideas. El alma, parte espiritual del hombre, procede del mundo de las ideas y allí desea regresar. El amor impulsa a la unión de unos seres con otros para que puedan alcanzar la suma perfección y aproximarse a la divinidad. La misión del hombre es descubrir la belleza oculta en la naturaleza, el paisaje, el cuerpo humano o la obra de arte. Su contemplación produce un goce estético que eleva el espíritu y lo acerca a Dios.
El Ideal del Hombre del Renacimiento
El Renacimiento fue elitista y afectó a una minoría culta. La curiosidad del hombre lo lleva a querer saberlo todo y a vivir intensamente. Encarna esta aspiración la figura del cortesano, cuyo modelo fija Baltasar Castiglione en su obra El Cortesano. El caballero renacentista debe ser diestro en las armas, además debe poseer una dimensión humanística y creativa. Los poetas Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega se aproximan en muchos aspectos a este ideal.