Explorando la Poesía y el Teatro de Miguel Hernández y Federico García Lorca
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Miguel Hernández
Miguel Hernández es uno de los poetas más importantes de España en el siglo XX. Es conocido por libros como "El rayo que no cesa" (1936) y "Viento del pueblo" (1937), donde muestra su gran talento y su compromiso con la política. La Guerra Civil Española tuvo un gran impacto en su vida y en su poesía.
A principios del siglo XX, poetas como Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez renovaron la poesía española. La Generación del 27 fue un grupo clave que abarcó desde la poesía pura hasta la vanguardista con poetas como Lorca y Alberti.
Hernández, que vino de una familia humilde, empezó influenciado por el estilo gongorista y las vanguardias. Sin embargo, su escritura se volvió más política gracias a su amistad con Pablo Neruda y a los efectos de la guerra. Mientras estuvo en prisión, escribió "Cancionero y romancero de ausencias" (1942), donde expresó su dolor. Aunque fue silenciado durante el franquismo, su legado creció en la segunda mitad del siglo XX y se convirtió en un símbolo importante de la poesía española.
Federico García Lorca
Federico García Lorca y Valle Inclán son dos de los grandes renovadores del teatro español en la primera mitad del siglo XX. A finales del siglo XIX, el teatro europeo comenzó a cambiar, rompiendo con las convenciones y presentando temas sociales, influenciado por autores como Alfred Jarry e Ibsen. Sin embargo, en España llegó tarde, ya que el público prefería el teatro comercial y costumbrista.
La verdadera transformación del teatro español se dio con la Generación del 98, especialmente a través de Ramón María, quien creó el esperpento, un género que distorsiona la realidad para criticar la sociedad española. Su éxito fue limitado por su carácter experimental.
Por otro lado, Lorca, parte de la Generación del 27 y autor de "La Casa de Bernarda Alba", mezcla tradición y vanguardia en su teatro, destacando por su lirismo y simbolismo. Su obra se clasifica en cuatro grupos:
- Obras ambientadas en Granada
- Influencias de Valle-Inclán
- Teatro vanguardista
- Tragedias andaluzas
En este fragmento de La Casa de Bernarda Alba se observan muchas de las características formales y estilísticas tanto de la Generación del 27 como del teatro de Federico García Lorca. Este grupo poético renovó el lenguaje literario español, especialmente en la poesía, pero también en el teatro. Las obras dramáticas de Lorca reflejan su estilo poético, en el que mezcla elementos tradicionales y modernos.
Sus tragedias rurales, entre las que se encuentra La Casa de Bernarda Alba, utilizan en sus diálogos y acotaciones un lenguaje poético. Además, la música adquiere una relevancia enorme, ya que Lorca la incorpora con frecuencia en sus obras.
El estilo de este fragmento está marcado por la trama de la obra. La tensión del argumento, especialmente tras el suicidio de Adela, alcanza su máxima expresión, y Lorca la transmite mediante frases cortas y exclamaciones. En esta escena, es Bernarda quien más habla, asumiendo el mando de su casa tras la rebelión de Adela y estableciendo nuevamente el luto.
En las palabras de la protagonista, encontramos diversas obligaciones a sus hijas, como "¡A callar, he dicho!" o "Nos hundiremos", lo que marca su autoridad. También hay referencias a la época y a las costumbres cristianas.
Además, se puede apreciar el carácter poético que adquiere la obra en ocasiones, a través de metáforas como "mar de luto" o hipérboles como "¡Dichosa ella mil veces!". También se repite la palabra "silencio", gritada por Bernarda, que se convierte en un estribillo.
Este final es característico por la tensión, la muerte y la búsqueda de catarsis propia del género al que pertenece.