Explorando el Mundo Simbólico: De la Percepción a la Abstracción

La aparición del lenguaje introduce al hombre en el mundo simbólico (homo symbolicus) y, a partir de ese momento, el mundo espacio-temporal ya no tiene límites. Con esta premisa del simbolismo surgen los mitos, la religión y el arte. Todo ello a través de la metáfora, que a su vez permite hacer comparativas, lo que deriva en elogios y desprecios. La única forma de conectar al hombre con lo sagrado (algo que entendemos que está ahí aunque no vemos e intuimos que es poderoso) es mediante los símbolos, los signos, emblemas… Muchos de estos tienen sentido sexual, otros tratan sobre la muerte (uno de los mayores misterios de la vida).

Inteligencia

Inteligente: Persona capaz de resolver los problemas que tiene.

Sensación y Percepción

El primer nivel son todos aquellos estímulos que captamos mediante nuestros órganos sensoriales. Es el nivel más cercano a la realidad, sí, pero al fin y al cabo sigue siendo un espejo, ya que nuestro cerebro se encuentra aislado del mundo real e interpreta todo mediante estos órganos. Los oídos no oyen, los ojos no ven y la nariz no huele. Lo que en realidad hacen estos órganos es captar determinadas energías y enviarlas al cerebro para que este las interprete. Sin los sentidos no sabríamos nada de lo que pasa en el mundo.

Memoria

Segundo nivel, es una interpretación de la interpretación que nos permite mantener vivo el pasado. Es el segundo espejo de nuestra subjetividad: un espejo del espejo de la experiencia sensible. La memoria es la base de nuestra identidad, de nuestro yo.

¿Qué es la Intuición?

Es un conocimiento directo entre el sujeto y el objeto, es inmediato. Los demás son mediatizados, porque necesitan de un medio o experiencia que lo explique.

Abstracción

Facultad humana que nos permite fabricar el concepto y, para hacerlo, necesita olvidarse de lo que hace una cosa concreta a esa cosa y quedarse con lo que es común para todo ese género.

Con este ejemplo quiero dar a entender cómo el conocimiento es un tema mucho más complejo de lo que aparenta. Si solo conocemos el reflejo de las cosas que se crea en nuestro cerebro mediante nuestros ojos, ¿realmente podemos afirmar que algo es como decimos que es? ¿O solo es realmente así a nuestro modo de interpretarlo? Vivimos de una forma en la que no nos paramos a pensar que el ojo es un intermediario, un espejo que refleja la realidad y que ya no la vuelve tal y como en realidad es, ya que olvidamos que existe una barrera entre nuestra mente y la realidad. Ahora bien, sabemos que los ojos no nos permiten ver el universo en su verdadera forma, pero, ¿ven todos los ojos el mismo universo distorsionado? La respuesta es un rotundo NO. Cada especie ve unos colores reflejados en las cosas por culpa del espectro de luz que pueda distinguir, olerán aromas distintos y oirán a distinta intensidad. Incluso dentro de nuestra misma especie, ningún hombre ve el mismo mundo, ya que la representación de este que tiene en su mente difiere, puesto a que vive unos niveles de representación distintos.