Explorando la Mente: Conciencia, Inconsciente y la Dinámica de los Impulsos

Conciencia e Inconsciente

Conciencia

Alude a la facultad de alguien que mientras ve o hace algo se da cuenta de ello. La conciencia es el lugar en el que se expresa el yo. Además, el yo también es el origen de la acción, y al que se le atribuye la responsabilidad de lo que se hace. En este sentido, la conciencia dice lo que está bien y lo que está mal. Es lo que hace del individuo un sujeto moral.

Inconsciente

Es todo lo que escapa a la conciencia. Marca el límite del conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos y nuestro autocontrol. Son inconscientes los estados en los que un individuo no es dueño de sí mismo. Nuestro inconsciente tiene un funcionamiento autónomo que nunca llega a hacerse consciente, pero que está influyendo siempre en nuestro comportamiento. Este influjo de las fuerzas inconscientes limitan la autonomía y responsabilidad de los individuos.

Perspectivas Históricas sobre el Inconsciente

Los psicólogos del S. XIX señalaron que gran parte de la vida psíquica es de naturaleza inconsciente.

• Hermann von Helmholtz desarrolló su doctrina de la inferencia inconsciente, según la cual las percepciones proceden de inferencias basadas en los datos que pueden suministrar los sentidos.
• Carl Gustav Jung habló de un inconsciente colectivo, y se abría a una interpretación de índole más culturalista.
• Más recientemente, Jacques Lacan ha reformulado la noción de inconsciente, según él, está estructurado como un lenguaje, cuyos significantes constituyen el sujeto.

Impulsos

Freud define el inconsciente como el ámbito de los impulsos psicofísicos primarios, ligados a la naturaleza corporal del ser humano, y que son los impulsos de autoconservación y los sexuales. La palabra inconsciente designa esa actividad psíquica excluida de la conciencia por fuerzas que le cierran el paso, y que es mucho más básica, más profunda que la actividad consciente.

Características de los Impulsos

Los impulsos se caracterizan porque buscan siempre su satisfacción, y solo la alcanzan si se suprime el estado de excitación de la exigencia biológica. Freud dice que los impulsos solo se rigen por el principio del placer. Frente a la presión del principio del placer, el principio de realidad impuesto por la sociedad expresa la dirección de renunciar a este circuito de deseo y satisfacción que no se produce sin dolor, displacer y malestar para los individuos.

La Teoría de los Impulsos en Freud: Eros y Thanatos

Freud consideró que los impulsos sexuales fomentaban un grupo fundamentalmente separado, distinguiendo dos tipos de energía: la libido y los instintos del yo. En una segunda etapa, Freud agrupó junto a la libido los impulsos de conservación, que parecían funcionar conjuntamente como aspectos de un instinto vital total al que llamó Eros. Por el contrario, llama Thanatos a los impulsos de la muerte como un grupo de instintos de signo opuesto a los impulsos de Eros.