Explorando la Materia y el Consumo: Pollock, Dubuffet, Klein y Lichtenstein

Jackson Pollock y la Estética del Pragmatismo

Además, reduce el control consciente en la ejecución pictórica e impide el reconocimiento de figuras. El primero en explorar esto fue Jackson Pollock. Seguía extendiendo color, pero ya ni siquiera conformaba cuadros como tal, sino paneles. Utilizaba un color comprado en la ferretería. Trabajó con la lona antes que con el lienzo.

Pollock contó con las críticas de Clement Greenberg, quien afirmó que Pollock conquistó la estética propia del pragmatismo norteamericano: su cultura no es simbólica, su cultura es de hechos, matter of fact. Una ciudad como París es una ciudad de sueños, y una ciudad como Nueva York es más una ciudad de presencias, aunque Alemany está convencido de que es altamente simbólica.

Jean Dubuffet y el Arte Bruto

A continuación, encontramos a Jean Dubuffet. Si existe un artista que ha planteado las poéticas de la tierra de Gaston Bachelard, ese es Jean Dubuffet, quien hacía 'Art Brut' (arte bruto). Estudió los modos de representación de los dibujantes no especializados: presos, enfermos mentales, invidentes, autores de grafitis, etc.

Quería hacer un arte en bruto, un arte en seco, un arte crudo. Lo que le interesaba era estudiar los dibujos de los presos y de los enfermos, aun definiéndose como un hombre de extraordinaria formación, hasta el punto de realizar un museo y una revista de arte. Investigó todas esas condiciones y una serie de patrones para intentar entender qué querían decir esos enfermos o los dibujos automáticos de los niños.

Son características sus series de vacas, con claras referencias a las primeras pinturas prehistóricas, pasando por los dibujos automáticos. Lejos de pretender una interpretación objetiva de la ejecución pictórica, la materia se transforma ante los ojos del espectador. La pintura vuelve encarnada. Toda la lógica de su cuerpo de trabajo es que sea pintura, que parezca algo que no es.

Yves Klein: Monocromatismo y lo Inmaterial

Luego tenemos a Yves Klein, quien hacía performances construidas sobre el proceso de monocromatismo. Su obra presenta una conjunción de experiencias estéticas opuestas. A saber:

• Contacto y huella vs. evanescencia y aura
• Impronta material vs. sublimación y levedad
• El cuerpo como pincel vs. el monocromatismo y pureza

Por otro lado, sus obras desprenden la presencia tangible de lo inmaterial; cómo los elementos pueden llegar a sublimarse, a convertirse de un poco de azul al cielo entero. Pintaba a las modelos de azul y las estampaba, dejando alrededor de la huella esa sensación evanescente como signo de levedad.

Desarrolló la idea del cuerpo como pincel y que la pureza solo presenta un solo color (en su caso, el 'Azul Klein'), dando una presencia tangible a lo que en realidad es evanescente. Trabajó algo el rojo, el dorado y el azul. Era la pura representación del color, sin transición alguna, sin sensación de apelmazarse.

Roy Lichtenstein y la Iconografía Pop

Por último, tenemos a Roy Lichtenstein, que representa el imaginario de la sociedad de consumo para las altas esferas del arte. Frente a la ejecución manual, se pasa a algo muy controlado. Frente a la ejecución expresiva e inconsciente de los expresionistas abstractos, Roy Lichtenstein reproduce el rigor y la precisión de la impresión americana. Llevó a la escala artística una estética prohibida por el expresionismo abstracto, dándole la vuelta e intentando subvertirlo al reproducir a mano la impresión mecánica.

Se puede mencionar que desarrolló la plantilla (estarcido) que controla el contenido que va a plasmar. Lichtenstein incorpora las imágenes propias de la cultura americana de consumo en el formato característico de los murales publicitarios.

1964 es la fecha que establece el origen del Pop Art. El origen es londinense y la consagración se produce en Nueva York. Lo que va a hacer Roy es defender la simple identidad de esa cultura de posguerra, caracterizada por los cómics, la publicidad, los colores vivos y las ejecuciones brillantes. Y lo introduce en los mismos grandes murales publicitarios, los mismos formatos del expresionismo abstracto: las imágenes propias de la cultura de consumo. Hay antecedentes desde 1956. Es la misma estrategia de artistas como Cornell, pero con veinte o treinta años de retraso, una esencia vintage.

El juego de Roy Lichtenstein traduce siempre el universo (por ejemplo, el de Picasso) a un lenguaje gráfico elemental, como el de las tarjetas postales y los cómics. Recupera las tradiciones y las traduce a un lenguaje plano, muy riguroso, muy sencillo en cuanto a elementos gráficos: las rayas, los puntos (Benday dots).