Explorando Marx y Nietzsche: Alienación, Praxis, Nihilismo y Superhombre
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Antropología en Marx
Alienación
Alienación: Término jurídico-económico que significa "transferencia de una propiedad a otro". Hegel lo describe como estado de "conciencia infeliz", ya que se experimenta separada de la realidad a la que pertenece como fase necesaria en el desarrollo de la consciencia hasta el saber absoluto. En cambio, Feuerbach da una valoración negativa del concepto. Marx aclara su posición entre Hegel y la izquierda hegeliana representada por Feuerbach. Sabemos que la alienación es alienación económica, porque el trabajo proviene de la división del trabajo y eso provoca la sociedad en clases, la oposición entre capital y trabajo, es decir, la propiedad privada.
Por otro lado, cabe destacar que en la sociedad capitalista, el producto del trabajo de un obrero no pertenece a quien lo ha hecho, es ajeno porque pertenece a otro. De esta manera, el sujeto pasa a pertenecer al objeto y es cosificado, los sujetos son cosas entre cosas (mercancías). Esta deshumanización y pérdida de libertad que produce la alienación económica genera las siguientes tres alienaciones:
- Alienación social: división de la sociedad en clases (división del trabajo y propiedad privada).
- Alienación política: división entre sociedad civil y Estado (no injerencia del Estado, salvo para proteger la propiedad privada).
- Alienación religiosa y filosófica: justificaciones ideológicas de las otras alienaciones.
La alienación es consecuencia histórica de una estructura social y económica concreta. Superar tal situación con una teoría social e histórica permite transformar la realidad social con el fin de que el ser humano pueda realizarse libremente.
Praxis en Marx
Lo que diferencia al ser humano es su acción, no el pensamiento. El ser humano "produce su propia vida" mediante la satisfacción de sus necesidades primarias. El hecho histórico más relevante es la división del trabajo, que también divide la sociedad en clases (explotados y explotadores).
Sociedad en Marx
El trabajo es la actividad humana que, por medio de instrumentos, transforma la naturaleza en productos capaces de satisfacer determinadas necesidades, planteando una doble relación: Relación natural y Relación social.
Los modos de producción son sistemas que determinan cómo se produce y distribuye la riqueza en una sociedad. Se dividen en comunismo primitivo, modo asiático, esclavismo, feudalismo, capitalismo y comunismo. Cada uno tiene fuerzas productivas (trabajadores y herramientas) y relaciones sociales (propiedad, división del trabajo).
Marx analizó el capitalismo en "El Capital", destacando la propiedad privada, el trabajo asalariado y las leyes del mercado como la oferta y la demanda, y la ley del valor, basadas en el intercambio y el trabajo humano.
En cuanto al trabajo como mercancía, la fuerza de trabajo es la energía gastada por el obrero en la producción, comprada y vendida con un valor de uso y de cambio. La plusvalía es el valor extra generado por el obrero y apropiado por el capitalista, siendo la base del beneficio capitalista. Marx distingue entre plusvalía absoluta y relativa.
La contradicción del capitalismo radica en la apropiación privada de una producción social, generando una escisión entre clases. Marx identifica tres clases principales: proletarios (renta del trabajo), capitalistas (renta del capital) y terratenientes (renta de la tierra), donde la contradicción se manifiesta en la propiedad de los medios de producción.
Marx ve al Estado como un instrumento de la clase dominante para mantener su poder y control sobre la sociedad, perpetuando la explotación económica. La ideología, reflejo de la estructura económica, sirve para justificar esta dominación. La ideología dominante estabiliza el status quo, mientras que las ideologías marginales expresan la necesidad de cambio social.
El materialismo histórico nace con la división del trabajo y morirá con la dictadura del proletariado. El motor de la historia son las necesidades materiales de los seres humanos.
Friedrich Nietzsche
Nihilismo
El nihilismo es una corriente filosófica que niega la posibilidad de conocimiento y rechaza la existencia y el valor de todas las cosas, así como las creencias y principios morales, religiosos, políticos y sociales. Se caracteriza por desvalorizar los valores auténticos de la vida y sustituirlos por expresiones de decadencia.
Nietzsche identifica tres etapas nihilistas en la historia occidental: la escisión platónica entre el mundo verdadero y aparente, la introducción del monoteísmo judeocristiano que rechaza la vida en favor de otra trascendente, y la "muerte de Dios" en la era moderna, marcando el inicio del nihilismo activo, que busca destruir los valores tergiversados para restaurar los de la vida.
Método Genealógico
Nietzsche emplea el método genealógico para rastrear el origen de los valores y su transformación a lo largo del tiempo. Inicialmente, "bueno" se asociaba con la nobleza y el poder, mientras que "malo" con la vulgaridad. La casta sacerdotal judía, por resentimiento, invirtió estos valores, haciendo al poderoso "malvado" y al común "bueno". El cristianismo fortaleció esto con la introducción de la culpa. El ateísmo, por otro lado, se considera una liberación de las deudas con los dioses, permitiendo un retorno a una existencia sin cargas teológicas.
La Voluntad de Poder
La voluntad de poder según Nietzsche es el conjunto de fuerzas que transforman la realidad, buscando alcanzar una vida más plena y rica. Esta fuerza es un constante proceso de creación y destrucción, sin dirección ni finalidad definidas. Lo valioso no es la forma resultante, sino el proceso creativo en sí mismo, ya que lo único constante es el cambio y la energía creadora. Las nuevas formas de poder emergen para superar las antiguas, pero también están condenadas a caducar. La verdad y la autenticidad no se basan en conceptos absolutos, sino en lo que favorece la vida y la voluntad de poder. Todo lo que impulse a superar al ser humano presente para que surjan valores superiores de voluntad de ser es considerado verdadero, auténtico y bueno.
El Superhombre
El concepto del superhombre en Nietzsche es un ser que no tiene una base predefinida ni discípulos. Llevará a cabo la transvaloración de todos los valores, actuando más allá del bien y del mal, como el niño, con inocencia y corazón libre. Representa la afirmación de la vida y la voluntad de poder, en contraposición a las virtudes sociales y cristianas. Impone diferencias, exige jerarquía y proclama su superioridad, buscando reconocimiento por su excepcionalidad. El superhombre será el gran solitario, prefigurado por el hombre de genio en el arte y la música, quien improvisa en un juego creador como un bailarín, siendo la metáfora de la vida creadora y la voluntad de poder.
La Transformación del Superhombre
En "Así habló Zaratustra", Nietzsche presenta la muerte de Dios y la transformación del espíritu humano en camello, león y niño. El camello representa la sumisión a valores religiosos, el león la destrucción de estas normas para la libertad individual, y el niño la creación de nuevos valores ligados a la vida y la libertad.
Eterno Retorno
Nietzsche reflexiona sobre la temporalidad y la finitud en relación con el sentido de la Tierra y el eterno retorno. Este último revela una aceptación plena del presente sensible, rechazando la trascendencia y dando sentido a la Tierra. El instante se valora como único y real, digno de ser querido, ya que es el momento en el que se desea vivir una y otra vez en el eterno retorno de lo mismo.
Amor Fati
Nietzsche abraza el "amor fati", el amor al destino, deseando encontrar belleza en lo necesario y embellecer la vida. Rechaza la negatividad y busca ser un afirmador. Su fórmula para la grandeza humana es amar el destino, aceptando todo lo necesario sin disimularlo, sino apreciándolo sinceramente.