Explorando la Lírico Romana: Poetas y Fábulas Clásicas
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T.4. La Lírico:
De los orígenes de la lírica romana conocemos algunos himnos religiosos, cantos triunfales a los generales vencedores de guerra... Pero son pequeñísimos fragmentos. Cicerón llamó poetae novi a una serie de autores de finales del siglo II y principios del siglo I.
Catulo (84? – 54? a.C):
Nació en Verona, estudió en Roma y allí pasó casi toda su vida. Su obra se compone de 116 poemas que podemos clasificar en tres bloques, atendiendo a su contenido y precisando que están ordenados conforme a su naturaleza formal y estética, y no según un orden cronológico. En Catulo se concentra todo cuanto caracteriza a los neotéricos. Es extraordinaria la libertad de los poemas cortos. Introdujo una estrofa eólica y también la estrofa sáfica. Lo leyeron Ronsard, Garcilaso y Montaigne, entre otros, y lo definen como poeta tierno y erótico.
Horacio (65 – 8 a.C):
Nació en Venusia, pero se trasladó a Roma donde estudió. Virgilio lo recomendó a Mecenas. Su obra es muy amplia: los "lambi" tienen su origen en la primitiva época griega y Horacio los compondrá con su estilo y su espíritu. Recoge de los griegos el trimetro yámbico. Sus sermones pertenecen a la sátira. En sus cuatro libros de Odas recrea la forma poética más inaccesible de la poesía helénica. La métrica de sus versos es eólica. Emplea la estrofa sáfica y atiende a las censuras. Escribió el libro IV de Odas. El Carmen Saeculare es un himno compuesto para una acción de gracias a los dioses por la Pax Augusta. Su influencia en la lírica ha sido notable. Petrarca, Poliziano o Garcilaso incorporan en sus poemas pensamientos e ideas de este autor, y Fray Luis de León lo imitó con auténtica devoción.
Ovidio (43 a.C. – 17 d.C):
Nació en Sulmona, pero marchó a Roma de joven. Amplió su formación con una estancia en Atenas. En el 18 d.C., Augusto lo desterró a Tomi. Junto a la fluidez de su lenguaje y su verso, está su capacidad para tratar los temas tradicionales de forma asombrosa. Comenzó escribiendo elegías eróticas, Amores. El Ars Amatoria es un poema didáctico-paródico. En el 3 d.C. publicó Metamorphosis. En 15 libros narra desde el origen del mundo hasta la transformación de César en astro. Ya desde el destierro se deja notar el decaimiento de su fuerza poética y la mayoría de sus poemas deprimen por la autohumillación de su desdicha. Influye sobre Boccaccio, Tasso, Shakespeare; también influye en el arte y la música.
La Fábula:
La fábula nace en Roma desde el interés de Esopo. Horacio la cultivó. Este género alcanzará su máximo desarrollo con Fedro. Su origen se funde tanto en la latinidad de su contenido como en el cambio de métrica. El primero fue Lucilio. De su obra nos han quedado unos 1300 versos que nos permiten conocer el carácter de sus sátiras. Su lenguaje es vivo. Él impone el hexámetro. Debemos citar a Séneca, autor de la única sátira menipea que nos ha llegado por completo.
Fedro:
Liberto de Augusto. Se conoce poco de su vida. Su obra Fabulae Aesopae es original en poesía. Se publicaron 5 libros, siendo una novedad escribir un libro de fábulas. Fedro añade a este género elementos anecdóticos griegos y de su propia invención. Este género suponía el instrumento para decir a los poderosos la verdad. El lenguaje y el estilo son sencillos y naturales. Escogió para la versificación el senario.
Juvenal (67? – 127? d.C):
Procedente de Aquin, fue retórico. Hablan de un destierro en Egipto. Sus 16 sátiras se nos presentan en 5 libros. A su eficaz retórica se añade un dramaticismo. Tiene cierta negligencia en el lenguaje, así como en la composición, por lo que le interesa el asunto. Construye cuadros costumbristas que son una generalización de cada caso real. Siempre fue sentencioso. Fue apreciado por su moralismo didáctico. Son conocidos autores del barroco influenciados: Boileau, Dryden, Pope y Quevedo.
Marcial (40? – 104? d.C):
Procedía de Billibis. Se abrió paso como literato y murió donde nació. Solo cultivó el epigrama. Se dedicó a un arte menor. Recopiló sus más de 1500 epigramas en libros y los editó. Algunos ejemplos son los libros Xenia y Apophoreta. Los libros 1 y 12 tienen contenido variado: literatura, sociedad y temas personales. Los epigramas obscenos llegan a cansar por su repetición. En su métrica aparecen endecasílabos y yambos, pero predomina el dístico elegíaco. Entre sus traductores más destacados se cuentan González de Salas, Quevedo, Dolc...