Explorando 'Historia de una Escalera' de Buero Vallejo: Contexto, Temas y Simbolismo

Historia de una escalera: Un Clásico de Buero Vallejo

Historia de una escalera fue la primera obra de Buero Vallejo (1949), el primer dramaturgo relevante después de 1939. Al terminar la guerra, fue apresado por formar parte del ejército republicano y pasó 7 años en la cárcel. Durante la dictadura y la democracia, se consagra como uno de los dramaturgos fundamentales del siglo XX.

Contexto Teatral de los Años 40

En el teatro de los años ’40 se estrenan obras fundamentalmente evasivas, con planteamientos temáticos muy conservadores. Predomina el teatro burgués, el cómico y de humor renovado y un teatro histórico-político que ensalzaba lo tradicional. Son obras técnicamente bien estructuradas y con diálogos cuidados, salvo excepciones, poco innovadoras. Destacan Benavente, Joaquín Calvo-Sotelo, Mihura, Jardiel Poncela, etc. Sólo al final de los años ‘40 encontramos intentos de un teatro basado en un pesimismo existencial, más innovador en los temas y en la técnica, más inconformista y crítico. Destacan Buero Vallejo (Historia de una escalera) y Alfonso Sastre (Escuadra hacia la muerte).

Buero Vallejo: Compromiso Ético y Social

La obra de Buero Vallejo (1916-2000) está marcada por su biografía y refleja compromiso ético y social. Aborda los problemas fundamentales del ser humano: su destino, el sentido de la vida y de la muerte...

Etapas de la Producción de Buero Vallejo

La producción de Buero Vallejo se divide en tres etapas:

1. 1ª etapa de realismo simbólico: se centra en la realidad contemporánea (Historia de una escalera (1949), En la ardiente oscuridad).
2. 2ª etapa de reflexión histórica: se sirve del pasado para reflexionar sobre el presente (El concierto de San Ovidio, El tragaluz).
3. 3ª etapa subjetiva o experimental: la acción llega al espectador a través de la visión de un personaje (La Fundación).

Historia de una escalera: Nacimiento de un Nuevo Teatro

Historia de una escalera, premio Lope de Vega en 1949, significó no sólo el nacimiento como autor de Antonio Buero Vallejo, sino la aparición de un teatro que reflejaba en escena los temas sociales, eludidos hasta el momento. En sentido estricto la obra no pertenece a la corriente del teatro social que se consolida en la década de los ’50. Es más bien un teatro realista que no renuncia al simbolismo (como instrumento para burlar la censura) para, con el trasfondo de la guerra y sus consecuencias, hacernos reflexionar sobre temas como la lucha de clases, la imposibilidad de mejorar social y económicamente, el paso del tiempo, las relaciones entre padres e hijos, etc. En esta obra se cuenta la mediocre vida material y espiritual de una comunidad de vecinos a lo largo de treinta años a la que la realidad le impide cumplir sus sueños. La acción se desarrolla en torno a una escalera de una vivienda en la que residen varias familias humildes. A través de tres generaciones, en una estructura cíclica, el espectador puede contemplar la frustración de los personajes, pues la realidad termina imponiéndose sobre los sueños. La escalera se convierte en un símbolo de inmovilidad social y abulia. Aunque es una obra de personaje colectivo, Fernando, Urbano, Carmina y Elvira protagonizan dos historias de amores cruzados que acaban abonando el fracaso vital, simbolizado por la leche derramada. Este fracaso, junto al paso del tiempo y el estancamiento social, articulan el conflicto dramático.

Estructura y Temas Centrales

La obra se divide en tres actos: el primero se sitúa en 1919, el segundo en 1929 y el último en 1949. Termina con la conversación entre los enamorados Fernando hijo y Carmina hija, que repiten las mismas palabras que hace 30 años se dijeran Fernando padre y Carmina madre, quienes, melancólicos, escuchan desde el descansillo los planes de sus hijos, parecidos a los de su juventud. Esta vez no hay leche derramada y el final, abierto, abre una puerta a la esperanza.