Explorando la Filosofía de Nietzsche: Voluntad, Valores y Eterno Retorno
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Introducción
De las cosas “existente”, sino también la negociación del mismo. En conclusión, es el resultado de la “necesidad” de la destrucción del estado de cosas existente. El método dialéctico constituye la ley de desarrollo de la realidad histórica, que expresa la inevitabilidad del paso de la sociedad capitalista a la comunista y, por tanto, de la alienación humana.
Nietzsche: De la Voluntad de Vivir a la Voluntad de Poder
Censura claramente el nihilismo pasivo y pesimista que caracteriza la obra de su maestro, Schopenhauer, en la que la vida se reduciría a una resignada voluntad de vivir. Nietzsche representa la vida como una apasionada voluntad de poder, como la propia lucha de lo que está vivo por sobrevivir, superándose a sí mismo.
La Voluntad de Poder
La caracterización como voluntad trasciende el mero concepto biológico de la vida y bien puede tenerse por un ejemplo de metafísica:
La voluntad como devenir
La voluntad equivaldría al devenir, al cambio constante que subyace en el universo en general. Sería tanto la acción que se atribuye a algo como el propio sujeto al que se le atribuye la acción, donde se muestra el aprecio e interés por el pensamiento de Heráclito.
La voluntad en la propia naturaleza
La voluntad que rige en la vida es una voluntad de poder evidenciada en la constante lucha de todos contra todos que se advierte en la naturaleza. La voluntad de poder está presente en todos los seres vivos en mayor o menor grado.
La voluntad de poder como superación de sí mismo
No es solo un fenómeno físico e histórico, es también uno moral, puesto que expresa lo más propio de la conducta humana. Por tanto, imponer a los demás criterios religiosos o políticos que la repriman en nombre de algo distinto y superior a ella, o no reconocer que es ella la que rige incluso a quienes la reprimen, expresará resentimiento contra la vida, justo el que empuja a la filosofía a la decadencia. La voluntad de poder no es en ningún caso sinónimo de voluntad de dominio o complejo de poder, sino que es afirmación de la vida.
La Necesidad de Creación de Nuevos Valores
Nietzsche no se amoldó sin más a la moral establecida, sino que ejercitó su capacidad de juicio y valoración moral, llegando a subvertir cualquier orden o corrección ideológica. Un ejemplo es su propuesta de transmutación de los valores. Si la filosofía asume sin complejos cuanto induce al nihilismo, acabará por sustituir los valores propios de la debilidad y sumisión.
Crítica a los Valores Dominantes
Critica la cultura occidental, porque se ha cimentado sobre estos pilares:
Valores del Platonismo
Los valores aportados por el platonismo, por su metafísica de ficción de un mundo real más allá de este, su racionalismo y rechazo de lo sensible.
Valores del Cristianismo
Los valores del cristianismo, que representan el discurso de la moral instaurada, el aprecio a los valores que él considera negativos y expresión de debilidad.
Ideales de la Ciencia
Los ideales de la ciencia de la revolución científica y la importancia de las normas, sistemas y lógicas que otorgan preponderancia a la razón.
Transmutación o Transvaloración de los Valores
Las metáforas y representaciones que emplea para expresar su pensamiento deben entenderse como representaciones de los nuevos valores que surgen al superar el miedo atávico al nihilismo: a través del uso de expresiones como “la muerte de Dios”, “moral de señores” o “moral de esclavos”, está construyendo unos nuevos valores. Quien cultiva los nuevos valores no desconoce la moral ni las teorías filosóficas que la han promovido desde lo antiguo, sino que lo interpreta y valora desde una nueva actitud estética. Estudia la historia de la filosofía para denunciar los viejos códigos y normas morales y asomarse a través de ellos a la persistencia y al pluralismo de la vida.
El Progreso y el Tiempo
Cuestiona dos representaciones muy importantes de la cultura europea: el progreso como la mayor cercanía a un objetivo final predeterminado, y el tiempo como un transcurso lineal de acontecimientos. El progreso moral y temporal que busca la voluntad de poder consiste en la renovación constante de su impulso vital.
Eterno Retorno
Para el eterno retorno de lo mismo es necesaria tanto la generación de algo como su destrucción. El eterno retorno significa la perenne repetición del tiempo, de los instantes, que priva de carácter definitivo a cualquier acontecimiento.