Explorando las Energías Fósiles y Nucleares: Un Vistazo Detallado
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Fuentes de Energía No Renovables: Carbón, Petróleo y Gas Natural
Proceden de recursos que se agotan al producir energía. Estas son: el carbón, el petróleo, el gas natural y la energía nuclear.
El Carbón
El carbón es una roca combustible de color negro, formada por la descomposición de restos vegetales. Su calidad y poder calorífico dependen de la antigüedad de este proceso. El destino del carbón son las industrias siderúrgica y cementera, las calefacciones domésticas y, sobre todo, la producción de electricidad en centrales térmicas.
La producción interior de carbón se localiza en cuencas, entre las que destaca la asturiana-leonesa-palentina. En la actualidad, la política económica contempló el fin de la minería no competitiva entre 2013 y 2018.
El Petróleo
El petróleo es un aceite mineral de color muy oscuro, compuesto por una mezcla de hidrocarburos. Se forma por la descomposición y el almacenamiento en las capas geológicas de restos de animales y plantas que vivieron hace millones de años en un medio marino o lacustre.
El destino principal del petróleo es la producción de electricidad en centrales térmicas y, sobre todo, la obtención de derivados en refinerías para su uso en el transporte y la industria, tales como:
- Gasóleo
- Gasolina
- Fueloil
- Nafta
- Queroseno
- Aceites lubricantes
- Asfalto
También se utiliza en industrias petroquímicas.
La producción interior de petróleo es insignificante y se limita a los yacimientos de la plataforma continental de Tarragona. Por tanto, requiere costosas importaciones de Oriente Medio y África.
El consumo de petróleo sigue siendo el más elevado en el mix energético, aunque tiende a decrecer desde 2005. Se prevé su sustitución progresiva por el gas en la generación de electricidad en las islas, la mejora de la eficiencia de los vehículos y el desarrollo del automóvil eléctrico.
El Gas Natural
El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos, en la que predomina el metano. Se encuentra en yacimientos subterráneos, solo o asociado al petróleo.
El destino del gas es la obtención de derivados en la industria petroquímica (propileno, etileno, naftas); el uso calorífico en la industria y los hogares (cocinas, calefacciones); y, sobre todo, la producción eléctrica en centrales térmicas.
La producción interior de gas es insignificante y se centra en los yacimientos del golfo de Cádiz. Por tanto, es necesario importar gas de países como Argelia, Nigeria y Catar. La importación se realiza en forma líquida a través de barcos metaneros y en forma gaseosa a través de gasoductos.
El consumo de gas se ha incrementado gracias a su alto poder calorífico, su precio más bajo y su menor contaminación. En los próximos años se prevé el crecimiento de su consumo.