Explorando el Dualismo Cartesiano: Res Cogitans, Res Extensa y la Teoría de las Ideas
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Dualismo Cartesiano: Alma, Cuerpo e Ideas
La fundación de la metafísica dualista llevada a cabo por René Descartes constituye un acontecimiento filosófico fundamental de la modernidad. Según la filosofía cartesiana, el mundo está compuesto de dos tipos de sustancias, dos realidades opuestas e inconmensurables: el pensamiento y la materia.
La Dualidad de Sustancias: Res Cogitans y Res Extensa
La Res Cogitans (Sustancia Pensante)
Para Descartes, la existencia de la res cogitans (sustancia pensante) puede demostrarse a partir del procedimiento de la duda hiperbólica: por mucho que se dude de todo, es imposible no reconocerse como pensamiento dubitativo, como ser que piensa y duda, según la célebre máxima "Cogito, ergo sum" ("pienso, luego existo").
La res cogitans no ocupa espacio físico, es consciente de sí misma y libre; no tiene una dimensión material ni espacial.
La Res Extensa (Sustancia Extensa)
La res extensa (sustancia extensa) tiene características simétricas y contrarias a la res cogitans. La materia es todo lo que no es espíritu; es decir, pura extensión espacial carente de conciencia. Al reducir la materia a pura extensión —esto es, a la pura capacidad de ocupar un espacio—, en nuestro conocimiento de los fenómenos naturales o físicos, se puede prescindir de las cualidades secundarias (colores, olores, sabores...) sugeridas por los órganos de los sentidos.
El verdadero conocimiento es una "visión de la mente", una representación muy simplificada respecto a la complejidad del mundo real, pero segura, exacta y matematizable, porque se basa en un único parámetro objetivo: la extensión espacial y sus derivaciones (altura, anchura, profundidad, área, etc.).
Esta concepción de la realidad material dio lugar a una concepción mecanicista de la ciencia. Se explicaba la realidad natural recurriendo únicamente a dos principios: materia y movimiento, rechazando el finalismo de la ciencia aristotélica. Incluso los animales (que para Descartes están privados de pensamiento) y nuestro cuerpo deben ser considerados una especie de autómatas complicados, cuya actividad es producto de leyes mecánicas.
La res cogitans y la res extensa son consideradas por Descartes como sustancias. Descartes define la sustancia como "una cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir".
El Pensamiento y la Naturaleza de las Ideas Cartesianas
El carácter radical de la duda hiperbólica sirvió a Descartes para subrayar la verdad del "Cogito, ergo sum" ("pienso, luego existo"). La proposición "yo existo en cuanto ser pensante" (en cuanto espíritu o res cogitans) es una certeza originaria sobre la que se puede fundar la metafísica y la ciencia.
Tras haber establecido su propia existencia e introducido la idea de una luz natural de la razón con que avanzar desde esa premisa inicial hasta las conclusiones que pudieran derivarse de ella, Descartes pasó a ocuparse de su propia naturaleza.
El Pensamiento como Conciencia
El pensamiento se identifica con la conciencia. Descartes señala que una cosa que piensa es "una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina también, y que siente".
El pensamiento se revela como lugar de una multiplicidad de ideas, entendiendo por idea cualquier acto o contenido mental. Una idea es, para Descartes, el objeto del pensamiento. Es la forma de representación de un objeto en el entendimiento humano.
Tipos de Realidad en las Ideas
Realidad Formal de las Ideas
Las ideas tienen todas la misma "realidad formal"; es decir, como idea en sí misma, es igual de real la idea que tengo de un centauro que la de mi habitación, porque ambas son pensadas y existen en mi mente. Las ideas, en cuanto actos mentales, todas tienen la misma realidad.
Realidad Objetiva de las Ideas
Por otro lado, sin embargo, las ideas tienen diferente "realidad objetiva", según la cosa a la que se refieran. La más real sería la de Dios, ser perfecto e infinito, y así se continuaría por el orden de graduación de los seres.
En relación a la "certeza", Descartes señala que una idea cierta es aquella que se presenta a mi mente como "clara".