Explorando el Concepto de Felicidad: Perspectivas Filosóficas Clave

Naturaleza y Búsqueda de la Felicidad: Visiones Filosóficas

Perspectiva de Aristóteles: La Felicidad como Fin

La versión de Aristóteles sobre la filosofía de la felicidad es teleológica. Esto quiere decir que la felicidad es el fin último de todos los actos humanos; las acciones que realizamos son medios para alcanzar ese fin. Para Aristóteles, la felicidad no puede ser un estado permanente, sino que consiste en el desarrollo y ejercicio de las virtudes intelectuales (eudemonismo).

Perspectiva de Epicuro: El Placer Moderado

Para Epicuro, el placer es el fin de los actos humanos. Sin embargo, este placer se basa en la moderación y en la prudencia. Su enfoque se relaciona con una conducta particular e individualista, orientada a la satisfacción de las necesidades naturales y necesarias para el cuerpo y el alma (hedonismo). Epicuro sostiene que la felicidad no puede construirse ni en los honores, ni en el poder, ni en la fama, ni en la gloria y, sobre todo, no puede construirse en la riqueza.

Condiciones para la Felicidad según Algunos Antiguos

Según algunos filósofos antiguos, existen ciertas condiciones que favorecen la obtención de la felicidad, como la salud, una fortuna moderada y la educación.

Comparación: Necesidades y Facultades

La felicidad, especialmente para Aristóteles, consiste en la autorrealización de las facultades que le son propias al ser humano, particularmente las facultades dianoéticas o intelectuales. Por tanto, aunque Aristóteles no niega la importancia de satisfacer las necesidades básicas, Epicuro otorga un valor más central al placer derivado de dicha satisfacción como componente de la felicidad.

La Dificultad Inherente a Ser Felices

La Felicidad como Ideal Inalcanzable

Puesto que la naturaleza de la felicidad se concibe a menudo como un estado permanente de perfecta y completa satisfacción, se perfila como un ideal al que, si bien podemos aproximarnos parcial o temporalmente, es difícil de alcanzar de forma sostenida. Las dificultades propias de la existencia y de nuestra vida pueden sobrevenirnos; la fragilidad corporal y la lucha constante por mantener el bienestar hacen improbable lograr esa estabilidad continuada que definiría la felicidad plena (en este sentido, Kant critica el eudemonismo de Aristóteles).

La Insatisfacción Perpetua de los Deseos

Por otra parte, nunca es posible la satisfacción completa y duradera de todos nuestros deseos (lo cual representa una crítica implícita a la visión epicúrea si se interpreta superficialmente). Según Schopenhauer, en nuestra vida cotidiana, el domingo (descanso) representa a menudo el aburrimiento, mientras que el resto de los días (trabajo, esfuerzo) representan el deseo insatisfecho. Esto sugiere que, cuando se logra satisfacer un deseo, pronto nos aburrimos de haberlo alcanzado, lo que da lugar a un nuevo deseo, y así sucesivamente, impidiéndonos alcanzar un estado de felicidad permanente.

Otras Perspectivas Éticas Relacionadas

Kant: El Deber por Encima de la Felicidad

En cuanto a la relación entre ética y felicidad, el gran filósofo Immanuel Kant considera que la felicidad no tiene su origen primordial en la satisfacción de los instintos o deseos. Para él, la felicidad, entendida como satisfacción plena, no es del todo realizable en este mundo y, fundamentalmente, no debe ser el motor principal de la acción moral.

1. Para Kant, el fundamento de la moralidad reside en el cumplimiento del deber, expresado a través del imperativo categórico. Aclaración: una acción es moral si la máxima (principio subjetivo) que guía la conducta puede universalizarse, es decir, si podemos querer que se convierta en ley universal para toda la humanidad.

Utilitarismo: La Mayor Felicidad para el Mayor Número

El Utilitarismo, defendido por filósofos como Jeremy Bentham y John Stuart Mill, propone que la ética debe tener un contenido o materia (la felicidad o el bienestar) y no quedarse simplemente en la mera forma (como en Kant). Sostienen que una conducta humana es moral y ética si produce la mayor felicidad posible para el mayor número de personas.

En este sentido, acciones o inventos que benefician a muchos, como los avances médicos (ej. la penicilina) o tecnológicos (ej. el avión), podrían considerarse éticamente valiosos desde una perspectiva utilitarista por su contribución al bienestar general.