Explorando la Biblia: Orígenes, Estructura y Sentidos
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Cómo llegó la Biblia a nosotros
Fuentes textuales
- TM: Texto Masorético (hebreo)
- LXX: Septuaginta (griega) - deuterocanónicos.
- S. Jerónimo: Vulgata (latín)
División del Antiguo Testamento (AT)
- 5 libros del Pentateuco
- 16 libros históricos
- 7 libros sapienciales
- 18 libros proféticos
División del Nuevo Testamento (NT)
- Evangelios y Hechos
- Cartas: 13 Pablo (7 propias y 6 atribuidas), 3 Discípulos, 3 Pastorales
- Cartas católicas
- Apocalipsis
Formación de los libros bíblicos
a) Puesta por escrito de manera paulatina: El pueblo de Israel fue experimentando la cercanía de Dios a través de palabras y acontecimientos. Estas experiencias fueron interpretadas desde la fe y transmitidas de diversas maneras, como la predicación, la catequesis, el culto y el testimonio. Con el tiempo, estas tradiciones se fueron escribiendo, comenzando con relatos orales y posteriormente escritos sobre eventos, palabras y personas. Estas colecciones, con el paso del tiempo, se fueron formando en los libros del Antiguo Testamento (AT). En el Nuevo Testamento (NT), la comunidad cristiana también transmitió por escrito las tradiciones sobre la vida de Jesús, sus palabras y obras, que luego dieron lugar a los evangelios.
b) Diversos autores en un mismo libro: Los libros de la Biblia pueden tener múltiples autores a lo largo del tiempo. Estos autores, aunque de diferentes épocas, comparten una misma línea de pensamiento y tradición. Este proceso de composición bíblica es distinto a las técnicas literarias actuales.
Géneros literarios en la Biblia
Los géneros literarios de la Biblia son la forma de poner por escrito un acontecimiento, pensamiento, descripción o narración.
Antiguo Testamento (AT)
- Narrativo
- Jurídico
- Profético
- Poesía
- Género sapiencial
Nuevo Testamento (NT)
- Evangelio
- El género Hechos de los Apóstoles
- Género de las Cartas
- Apocalipsis
Sentidos de la Escritura
Sentido literal
Es el sentido preciso de los textos tal y como han sido producidos por sus autores, lo que se entiende sencillamente de la lectura y análisis del texto. Es tarea principal del exégeta definir el sentido literal de los textos bíblicos con la mayor exactitud posible. Con este fin, el estudio de los géneros literarios antiguos es particularmente necesario. Frente a todo riesgo de fundamentalismo bíblico y de toda lectura ingenua instintiva, hay que empezar por el sentido literal pretendido por el autor, para lo cual hay que aplicar todos los métodos científicos que la exégesis histórico crítica ha desarrollado en este último siglo. No olvidemos que el sentido literal tiene una dimensión religiosa y teológica.
Sentido pleno
En la actualidad la categoría relativamente reciente de “sentido pleno” (sensus plenior) suscita discusiones. El sentido pleno puede ser otro modo de designar el sentido espiritual de un texto bíblico, cuando este sentido espiritual se distingue del sentido literal.
Con todo, aunque este plus de sentido nunca pueda ser contrario ni ajeno al sentido literal, hay que reconocer que los textos literarios tienen una plenitud de sentido que desborda el significado pretendido por el autor. En ese plus de sentido, que los filósofos del lenguaje reconocen en todo texto literario, es donde podemos situar la interpretación en el Espíritu Santo.
Sentido espiritual
Se puede definir el sentido espiritual como el sentido expresado por los textos bíblicos, cuando se los lee bajo la influencia del Espíritu Santo en el contexto del misterio pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de él. Este contexto existe efectivamente. El Nuevo Testamento reconoce en él el cumplimiento de las Escrituras. Es, pues, normal releer las Escrituras a la luz de este nuevo contexto, que es el de la vida en el Espíritu. En muchos textos, sobre todo del Nuevo Testamento, el sentido literal es ya un sentido espiritual. En otros casos hay realidades del Antiguo Testamento que admiten una lectura a la luz del Espíritu Santo en la que aparece un mensaje espiritual, leído desde el misterio pascual.
Ejemplos de libros bíblicos
Rut
Libro tardío. Probablemente del s. IV a.C. Parece suponer una antigua tradición sobre el origen moabita del Rey David, del que Rut es ascendiente. Es un libro de edificación que cuenta el destino de dos mujeres: Noemí y Rut, que se mantienen fieles y unidas en la buena y mala fortuna. El nacimiento de un niño es signo de los tiempos mejores que se esperan.
Judit
Libro tardío de la mitad del s. II a.C. Es una interpretación novelística de la Historia de Israel. Judit no existió como personaje histórico. Es un prototipo de que Yahveh salva a su pueblo, -en este caso por una mujer- cuando se vuelve y confía en Él.
Ester
Es también otra narración novelada del s. II a.C. en la época macabea. Su enseñanza es que los enemigos del pueblo judío, a pesar de su aparente triunfo, terminarán por ser castigados, mientras el pueblo será salvado y recompensado. Ambientada en la corte de Persia, refleja, en realidad, la persecución del tiempo de Antioco IV Epífanes. Hay detalles de crueldad.