Explorando el Arte Románico: Pórtico de la Gloria y Escultura de Santo Tomás

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El Pórtico de la Gloria: Un Hito Arquitectónico y Escultórico Románico

El Pórtico de la Gloria, completado con la desaparecida fachada occidental, se ciñe a la ordenación arquitectónica marcada por las naves catedralicias. De ahí sus tres arcos, de los cuales el central se divide en dos huecos por un parteluz, elemento desconocido hasta entonces en la arquitectura gallega, y que permite la colocación del gigantesco tímpano. En sus dinteles se ha grabado el epígrafe que conmemora su colocación el primero de abril del año 1188.

Entre los arcos, y sirviéndoles de soporte, se desarrollan unos grandes pilares con columnas de fustes a veces decorados, sobre cuyos capiteles se alzan las magníficas estatuas-columnas, también de nueva utilización. Los basamentos, con animales y figuras humanas que los agarran o combaten con ellos, son de «influencia italiana y de vigorosa originalidad», en frase del profesor Pita.

El espacio comprendido entre el pórtico y la fachada occidental es una especie de nártex; se cubre con bóvedas de crucería cuatripartita y arcos apuntados separan los tramos. Arcos y claves se molduran y decoran con motivos vegetales que, en los arcos centrales, adquieren mayor fuerza y volumen, llegando a formar un pinjante en la clave rodeado de hojarasca. A través de este espacio, el pórtico se halla igualmente abierto al exterior (en especial antes de modificarse la fachada) y al interior del templo. Por esta causa, aquí se cumplía mejor la función de nexo entre el mundo de fuera y el mundo de dentro. Este espacio plástico, habitado por las imágenes, más que decorado, se ha estudiado fundamentalmente por ellas y por su mensaje.

La Duda de Santo Tomás: Escultura Románica en Santo Domingo de Silos

Relieve en piedra sobre un machón (trozo de muro en una arquería) en el claustro de Santo Domingo de Silos (Burgos), representando el episodio de la duda de Santo Tomás referente a la resurrección de Cristo.

Formalmente, podemos observar en esta obra algunas características definitorias del estilo escultórico románico. Por ejemplo, observamos que se trata de un relieve plano, en el que no quedan destacados los volúmenes de los cuerpos. Este tipo de bajorrelieve plano es característico del románico, aunque se observó, de modo general, una evolución desde formas planas en bajorrelieves hacia altorrelieves y la plasmación de volúmenes, siendo ejemplo de esto último los magníficos relieves y esculturas del Pórtico de la Gloria realizados por el Maestro Mateo en Santiago.

Otro rasgo destacable desde el punto de vista formal o estilístico es la disposición de las figuras, que aparecen superpuestas en varios niveles de altura, con lo que se pretende sustituir una perspectiva correcta. Es decir, no se representa la profundidad o, lo que es lo mismo, no se intenta captar el espacio. Para representar la «idea» de profundidad se recurre a un convencionalismo.

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