Explorando la Antigua Roma: Religión, Sociedad y Costumbres
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La Religión en la Antigua Roma
Los romanos eran politeístas y basaban su relación con los dioses en el temor; su religión se fundamentaba en actos externos de culto, más que en doctrinas y dogmas de fe. Poseían un marcado sincretismo religioso, lo que les permitía tolerar y acoger como propias creencias, cultos y divinidades de otros pueblos. Un claro ejemplo fue la adopción de numerosas divinidades griegas y orientales, como Cibeles.
El Cristianismo y su Expansión en Roma
A partir del siglo I d.C., el Cristianismo comenzó a extenderse por el Imperio. El carácter monoteísta de esta nueva fe no permitía el culto al emperador, lo que llevó a que los cristianos fueran acusados de impiedad y, consecuentemente, perseguidos. Sin embargo, estas persecuciones no lograron detener el avance de la religión. A partir del Edicto de Milán, el Cristianismo gozó de los mismos derechos que las demás religiones, y con el Edicto de Tesalónica, se convirtió en la religión oficial del Imperio.
Cultos Orientales en el Imperio Romano
Cibeles
Originaria de Asia Menor, esta divinidad estaba identificada con la tierra y con la diosa griega Rea. Se la representaba coronada de torres y en un carro tirado por leones.
Isis y Osiris
Procedentes de Egipto. Isis, a menudo representada con cuernos de vaca y un disco solar, era identificada con la diosa griega Deméter. Sus sacerdotes, con túnica blanca y la cabeza rapada, celebraban el renacimiento de Osiris con manifestaciones de fervor.
Mitra
De origen persa, Mitra era representado luchando contra un toro (la tauroctonía) y estaba identificado con el sol. Su culto estaba ligado a unos misterios que los iniciados no podían desvelar bajo amenaza de muerte. Un rito central para los iniciados era el taurobolio, un baño en la sangre de un toro sacrificado.
Espectáculos y Entretenimiento en Roma
Juegos de Gladiadores
Consistían en una serie de combates entre distintos gladiadores, celebrados en el anfiteatro. Los contendientes, a menudo prisioneros de guerra, luchaban intentando dar muerte al contrario.
Condenados a las Fieras (Damnatio ad bestias)
Estos espectáculos implicaban enfrentamientos con fieras salvajes, a las que el condenado debía capturar o enfrentar. Eran más sangrientos que los juegos de gladiadores, ya que los participantes se enfrentaban a las fieras en condiciones de inferioridad. Los condenados que no conseguían vencer sufrían un suplicio atroz ante la plebe.
Carreras de Carros
Se celebraban en el circo. La pista estaba dividida por una línea central llamada spina, en torno a la cual los carros, guiados por caballos, debían dar la vuelta. Los contrincantes solían ser cuatro, y los espectadores realizaban apuestas.
La Familia y el Matrimonio en la Sociedad Romana
La Familia Romana
La mujer estaba supeditada a la autoridad de un hombre, generalmente el cabeza de familia (pater familias). Era considerada compañera y ayudante de su esposo, y estaba presente en recepciones y banquetes. Compartía con el marido la autoridad sobre los hijos y los sirvientes.
El Matrimonio Romano
Tenía como finalidad principal la procreación de hijos y era acordado por los padres. Existían dos tipos principales:
Conventio in manum
En este tipo de matrimonio, la mujer entraba a formar parte de la familia del marido, convirtiéndose en una hija más y quedando sujeta a la patria potestas de su esposo.
Matrimonio sine manu
En contraste, en el matrimonio sine manu, la mujer podía disponer de sus propios bienes, seguía perteneciendo a su familia de origen y quedaba sujeta a la patria potestas de su padre.