Exploración de la Sintaxis, Semántica y Léxico en Español
Aspectos Sintácticos y Semánticos
El término gramática se utiliza hoy en muchos sentidos, de los cuales interesan aquí especialmente dos. En el sentido más estricto, la gramática es la parte de la lingüística que estudia las estructuras de las palabras, las formas en que estas se entrelazan y los significados a que tales combinaciones dan lugar. En el sentido amplio, la gramática comprende, además de todo lo anterior, el análisis de los sonidos del habla, que corresponde a la fonética, y el de su organización lingüística, que compete a la fonología.
El estudio del significado no es ajeno a la gramática. La disciplina que analiza el significado, llamada semántica, no constituye, sin embargo, una parte de la gramática paralela a la morfología y a la sintaxis.
La gramática admite varias divisiones. Se llama gramática histórica a la que traza el origen y evolución de las estructuras gramaticales de un idioma. La gramática sincrónica analiza un estadio en la vida de un idioma. Se llama gramática descriptiva la que presenta las propiedades de las unidades gramaticales en cada uno de los niveles de análisis mencionados y, finalmente, se llama gramática normativa a la que establece los usos que se consideran correctos en la lengua culta de una comunidad.
En cuanto a lo primero, John Lyons reconoce que la semántica, como estudio del significado, asimila lo que, desde otra perspectiva, es la pragmática. Sin embargo, Lyons intenta de diversas maneras clarificar qué entiende por significado. Cabe destacar, por tanto, que el significado no solo se refiere a los aspectos nocionales y a la capacidad nominativa del lenguaje, sino a factores contextuales tales como las intenciones que, sumadas a otros elementos pragmáticos, hacen de él, más que un concepto, una noción.
En cuanto al problema del significado léxico, es importante destacar la manera como Lyons vincula aspectos morfológicos con factores sintácticos relacionados con el significado gramatical, revisando aquí y allá diferentes propuestas. Para referirse al significado del enunciado, Lyons parte de la apreciación de que el tratamiento abstracto y formal de los temas de la semántica es un enfoque parcial que no satisface a cabalidad la comprensión de la lengua; por tanto, hace una revisión exhaustiva de los conceptos básicos -enunciado, actos de habla, texto, contexto y discurso- pertenecientes a diversos enfoques contextuales para revisar desde una perspectiva pragmática categorías que tradicionalmente se analizaban gramaticalmente, como tiempo, aspecto, modo, deixis, etc., y, por último, dar cabida al tema de la subjetividad en el lenguaje como un capítulo muy importante para la comprensión del significado de las llamadas lenguas naturales.
4.1 Sintaxis y morfología
La sintaxis es un término griego que significa combinación, unión. Morfología también lo es; significa tratado o estudio de las formas. La morfología de nuestra lengua es muy rica y variada.
La morfología es la parte de la gramática que estudia la estructura interna de las palabras. Suele dividirse la morfología en dos grandes ramas: la morfología flexiva y la morfología léxica. La primera estudia las variaciones de las palabras que implican cambios de contenido de naturaleza gramatical que tienen consecuencias en las relaciones sintácticas, y la segunda se denomina a menudo formación de palabras en la tradición gramatical hispánica.
Tanto en la morfología flexiva como en la léxica se distinguen la raíz y los afijos, que agregan a estas informaciones de diverso tipo. La derivación es una parte esencial de la gramática porque permite derivar sustantivos, adjetivos y verbos de otras palabras sin necesidad de recurrir a un término nuevo.
Ramón Almela Pérez, en Bases para una morfología continua del español, dice que la dificultad que se experimenta en lingüística general para distinguir entre afijos y modalidades nace del hecho de que lexemas y morfemas representan dos polos que no excluyen la existencia de elementos intermediarios considerablemente más específicos que las modalidades o los monemas funcionales y menos específicos que el término medio de los lexemas.
4.2 Léxico y semántica
Existen ramas de la semántica que no forman parte de la gramática. Así, la semántica léxica o lexicología estudia las formas en que se organizan los significados lingüísticos. La lexicología constituye uno de los apoyos fundamentales de la lexicografía. Esta rama de la lingüística tampoco constituye, por tanto, una de las partes de la gramática.
Nadie, por grande que sea su formación, domina su lengua a la perfección, y solo conoce una pequeñísima porción del inmenso caudal léxico que posee cualquier lengua de cultura, cuyas unidades se cuentan por cientos de miles. Aunque exista una notable desproporción entre la enorme cantidad de palabras que posee una lengua y el reducido número que conocemos, disponemos de un instrumento eficaz que puede poner al alcance de cualquier hablante algún dato que no se encuentre en su cultura.
Un momento crucial para el español fue la emancipación de los pueblos americanos. Desde entonces, son más las palabras americanas que estaban en desuso y se han incorporado a la conversación corriente, con mayor intensidad en los últimos años. El español de uso es más rico en América que en España, según Chévere.
El aprendizaje del caudal léxico es interminable; ocupa toda la vida de una persona y no se completa, porque nace una nueva palabra o renace una vieja.
José G. Moreno de Alba señala que la lexicografía acostumbra a distinguir los diccionarios generales de los especiales. Aquellos pretenden describir el léxico total de una lengua; estos, solo un determinado sector. Dentro de los especiales, es conveniente diferenciar los integrales de los diferenciales. En un diccionario integral, los artículos explican las palabras que constituyen determinado léxico especial, el del español hablado en México, por ejemplo, pero sin que se pretenda oponerlo a otro, al hablado en Argentina, por ejemplo. Un diccionario integral del español mexicano contendrá, por lo tanto, muchas voces que también forman parte del léxico integral del que se habla en Argentina. Por el contrario, en un diccionario diferencial se muestran palabras y acepciones propias de un determinado dialecto geográfico, social o histórico, con el objeto de oponerlas a otras designaciones características de algún otro grupo de hablantes.
4.2.1 Estudio de la semántica y léxico
La lengua está formada por un conjunto de signos y normas para utilizarlos.
El signo lingüístico consta de dos partes: Significante, que es la secuencia de fonemas o de letras que percibe el hablante, y significado, que es la imagen psíquica asociada a un determinado significante. La semántica es la disciplina que se ocupa del significado de los signos lingüísticos. Tampoco hay que confundir el significado de un término con su referente, que es la realidad concreta a la que se designa en cada momento. La extensión de un campo semántico depende del rasgo que lo define. Si el número de componentes de un campo semántico es fijo, se llama campo cerrado, y en el caso contrario, es un campo abierto. VER TEXTO DE LYONS TEMA 4.
El significado de las palabras está formado por un conjunto de rasgos significativos mínimos. Sin embargo, no todos esos rasgos son igualmente compartidos por los hablantes de una lengua. Es decir, el significado de una palabra no es siempre exactamente igual en todos los casos. El significado de una palabra está formado por: denotación y connotación.
4.2.2 Componentes básicos del léxico de la lengua española
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El léxico castellano comienza a partir de la evolución hablado en la península Ibérica. A ese vocabulario latino inicial, se fueron añadiendo con sucesivas oleadas palabras procedentes de otras lenguas, bien a causa de nuevas invasiones o bien por contactos culturales. Muchas de las palabras del castellano actual son el resultado de la evolución sufrida durante siglos por la forma latina original.
*Germanismos: Durante el siglo I, varias oleadas de pueblos germanos comienzan a penetrar en el Imperio romano. Algunos germanismos son: Guerra, ropa
*Arabismos: En el 711 comienza la invasión árabe. Palabras: Alcalde, álgebra, etc.
*Galicismos: Del francés está monje, garaje, etc.
*Italianismos: Por el Renacimiento llegan palabras como soneto, partitura.
*Americanismos: Por el descubrimiento de América llegan palabras como tomate, caníbal, etc
*Anglicismos: Túnel, fútbol, etc.
4.2.3 Los cambios semánticos.
Las razones que explican los cambios de significados son múltiples:
A.Por causas extralingüísticas. Sucede a veces que un referente evoluciona y se transforma totalmente, mientras que, por el contrario, la palabra que lo designa continúa siendo la misma.
B.Cambios por causas psicológicas. Las causas más frecuentes de los cambios semánticos son las asociaciones de ideas de los hablantes. Los procesos psicológicos más importantes son la metáfora y la metonimia.
1.La metáfora. Puede ocurrir que un objeto reciba el nombre de otro porque el hablante advierte una relación de semejanza entre ambos.
2.La metonimia. Igual que la metáfora, la metonimia consiste fundamentalmente en dar a un objeto la denominación que corresponde a otro. Sin embargo, la diferencia es que la metáfora se basa en una relación de semejanza entre los dos objetos; la metonimia, en cambio, es una relación de contigüidad entre ambos.
C.Cambios por causas lingüísticas. Si la denominación de un objeto no es una sola palabra, sino un sintagma, puede suceder que una de las palabras absorba todo el significado de la expresión entera.
D.Cambios por causas sociales. Cuando se evita pronunciar una palabra porque socialmente resulta de mal gusto.
Según Iraire Iabretxe, las metáforas constituyen una interesante fuente de cambios en el significado de las palabras. Es inequívoca la responsabilidad de las metáforas en la transferencia de significados figurados: decimos que un libro es un tocho para comentar que tiene muchas páginas sin darnos cuenta de que lo estamos comparando con un lingote de hierro, que es el significado de tal palabra, o hablamos de tragar no para referirnos a ingerir ningún tipo de alimento, sino a soportar algo muy desagradable.