Exploración de la Poesía de Antonio Machado: Temas, Estilo y Métrica
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Contextualización
En los años de esplendor del Modernismo, se publicó el libro Soledades en 1903, y más tarde, en 1907, con algunos poemas suprimidos y muchos otros añadidos, apareció Soledades, galerías y otros poemas. Es en esta segunda edición donde encontramos el poema que vamos a analizar. Según el erudito Rafael Lapesa, esta obra parece estar inspirada en un verso de Rosalía de Castro, que comienza: "Unha vez tiven un cravo/ cravado no corazón...". Es evidente que la "espina" mencionada por Machado simboliza un amor doloroso, aquel que causa sufrimiento debido a su inalcanzable naturaleza. Este tema recuerda el estilo profundamente personal y lleno de sentimiento del romanticismo de la poetisa gallega, hacia quien Machado sentía una gran admiración.
Tema
El deseo de llenar el angustioso vacío existencial y emocional.
Estilo
En el poema de Machado, varios símbolos pueden interpretarse desde la filosofía platónica:
- El camino: Representa el viaje hacia la verdad y el conocimiento, como el proceso de ascensión hacia el mundo de las Ideas en Platón.
- La espina: Simboliza el sufrimiento emocional o la pasión, que aleja al alma de la razón pura, similar a la dualidad platónica entre el mundo sensible y el inteligible.
- La tarde: Refleja el paso del tiempo y la aproximación de la muerte, representando la oscuridad del mundo físico, que Platón ve como una copia imperfecta de las Ideas perfectas.
- El campo y el viento: El campo simboliza el mundo sensible, mientras que el viento representa la búsqueda de la verdad, un conocimiento intangible que trasciende lo físico.
En conjunto, estos símbolos reflejan la lucha del alma por alcanzar la sabiduría y escapar de las sombras del mundo material hacia la luz del conocimiento verdadero.
YO VOY SOÑANDO CAMINOS
Estructura
Estructura externa
El poema está compuesto por 24 versos octosílabos, de arte menor, distribuidos en 6 estrofas con el siguiente esquema: cuarteta, redondilla, cuarteta, cuarteta, redondilla, cuarteta. Las características de las estrofas (redondilla y cuarteta) ya se han explicado en la métrica.
Estructura interna
El contenido del poema se organiza en dos apartados, que están equilibrados en cuanto a su extensión. El primer apartado abarca las tres primeras estrofas y el segundo las tres últimas. Aunque mantienen la misma forma externa, reflejan un contraste emocional marcado en el contenido.
En el primer apartado, el poeta, envuelto en un ambiente de ensoñación y simbolismo, describe la belleza de un paisaje luminoso. En este contexto, evoca una canción popular que aborda el tema del “amor doloroso”, donde el amante logra liberarse de ese amor, aunque ello suponga renunciar a un sentimiento valioso.
En el segundo apartado, la naturaleza, que acompaña al recuerdo doloroso, se torna sombría y oscura, reflejando la pérdida del amor. Finalmente, todo se desvanece, al igual que el amor perdido. El poema concluye con la repetición de la canción popular, donde la voz del poeta, identificada con el amante, expresa su deseo de amor y su lamento por haber perdido ese amor-dolor.
Métrica
Este poema tiene 24 versos octosílabos, de arte menor, organizados en cuarteta, redondilla y otra cuarteta, repitiendo este patrón dos veces. La redondilla sigue el esquema de rima abba (el primer verso rima con el cuarto y el segundo con el tercero), mientras que la cuarteta tiene rima alterna abab (el primero con el tercero y el segundo con el cuarto). Todas las rimas son consonantes, lo que significa que los sonidos finales coinciden totalmente desde la última vocal acentuada, lo que da al poema un ritmo más marcado y musical.
Contextualización
El poema que vamos a comentar pertenece a Campos de Castilla (1912), un libro que no es homogéneo, sino que abarca una variedad temática y refleja una evolución cronológica marcada por los cambios en la vida del autor. El lapso entre los primeros poemas (1912) y su cierre en 1917 coincide con acontecimientos personales devastadores, como la muerte de su esposa Leonor en 1912, lo que tuvo un impacto profundo en su obra.
Campos de Castilla presenta una amplia diversidad temática: desde poemas de paisaje, hasta reflexiones existenciales, pasando por piezas sociopolíticas, amorosas, e incluso históricas. El poema que analizamos refleja el dolor del poeta tras la muerte de Leonor, capturando el preciso momento de esa pérdida irreparable. La tristeza y el sufrimiento de Machado se manifiestan de forma intensa, marcando un punto de inflexión en su poesía, donde el paisaje, ya no solo como un escenario natural, se convierte en un reflejo del sufrimiento interior y la angustia existencial.
Tema
El profundo dolor del poeta por la muerte de Leonor.
Estilo
Este poema de Campos de Castilla retoma el clima de Soledades, reflejando el dolor íntimo de Machado tras la muerte de su esposa, Leonor. Su estilo depurado transmite la profundidad de este sentimiento. El primer verso sitúa el poema en una noche que simboliza la muerte, y el balcón abierto actúa como un símbolo de escape al exterior. La muerte, personificada, irrumpe en la casa del poeta con el hipérbaton "la muerte en mi casa entró", y su indiferencia queda subrayada por expresiones como "ni siquiera me miró".
El ritmo lento y las metáforas, como los "dedos muy finos" y "algo muy tenue", reflejan la fragilidad de la vida. El poema también juega con la antítesis entre "paz tranquila" y "desesperación dolida", destacando los sentimientos encontrados ante la muerte de Leonor. Finalmente, el símbolo del "hilo entre los dos" condensa la vida truncada, reforzando el dolor y la irreparabilidad de la pérdida.
Estructura
Estructura externa
El poema está formado por 16 versos octosílabos, organizados en forma de romance, con rima asonante en los versos pares, mientras que los impares quedan sueltos.
Estructura interna
El poema se divide en dos apartados, ambos con una notable simetría, ya que cada uno puede subdividirse en dos secuencias de cuatro versos.
Primer apartado: En los primeros cuatro versos (1-4), se establece la localización temporal con la expresión “Una noche de verano” y se describe la entrada de la muerte en la casa del poeta.
En los versos siguientes (5-8), se detalla de manera muy descriptiva el momento exacto del fallecimiento.
Segundo apartado: Los versos 9-12 narran la salida de la muerte, quien se marcha sin prestar atención al poeta, ignorando sus preguntas sobre lo ocurrido.
Finalmente, en los versos 13-16, el poeta expresa su profundo dolor y desgarro por la pérdida sufrida.
Métrica
El poema consta de 16 versos de arte menor, específicamente octosílabos, organizados en la estructura típica del romance. La rima es asonante en /o/ en los versos pares, mientras que los impares quedan sueltos, lo que le otorga una cadencia melódica característica de esta forma poética.
La métrica de Campos de Castilla es variada y abarca diferentes estructuras, desde la silva romance, que ya había sido ampliamente utilizada en Soledades, Galerías y otros poemas, hasta los serventesios alejandrinos, como en el poema CL de Mis poetas, dedicado a Gonzalo de Berceo. Son frecuentes las composiciones con versificación irregular, donde predomina la rima consonante sobre la asonante. Además, los versos de arte mayor (como endecasílabos, dodecasílabos y alejandrinos) son más comunes que los de arte menor, aunque estos últimos aparecen, especialmente en forma de romances. UNA NOCHE DE VERANO
Contextualización
Campos de Castilla, la obra que alberga este poema, se publica a finales de julio de 1912. Sabemos que fue compuesto el 4 de mayo de 1912, justo en un contexto personal muy doloroso para Machado. En julio de 1911, su esposa Leonor sufrió una grave hemoptisis en París, lo que obligó al regreso de la pareja a Soria, donde Leonor fallecería el 1 de agosto de 1912. Teniendo en cuenta este trasfondo, el poema puede ser interpretado como una expresión de la honda preocupación de Machado por la enfermedad de Leonor y su deseo de su recuperación. La figura del olmo, central en este poema, se vincula simbólicamente con la fragilidad de la salud de Leonor y con el anhelo del poeta de que ella recupere la vitalidad perdida.
Sin embargo, hay quienes sugieren una interpretación más amplia, conectando el olmo con la decadencia de España en ese momento histórico, y viendo en el poema una metáfora de la esperanza de regeneración del país. En este caso, el olmo reflejaría la decadencia social y política, y la intervención de la mano curativa del poeta simbolizaría la aspiración a la recuperación y renacimiento de la nación.
En ambos enfoques, que no necesariamente se excluyen, se observa una técnica simbolista clara: el poema comienza con la presentación de un objeto concreto (el olmo) y, al final, este objeto se desvela en su sentido profundo, ya sea en relación con la enfermedad de Leonor o con la situación de España. Esta estructura, típica del simbolismo, permite múltiples interpretaciones y refleja la profundidad emocional y simbólica de la obra de Machado.
Tema
La honda preocupación por la enfermedad de Leonor y el deseo de su recuperación
A UN OLMO SECO
Estilo
En Campos de Castilla, la sobriedad expresiva de Machado se hace patente al adoptar un Modernismo intimista que se centra en el interior del ser humano, influenciado por el Romanticismo de Bécquer y Rosalía. La obra refleja sentimientos universales como la melancolía, la esperanza y la muerte a través de la técnica simbolista, con el olmo viejo como símbolo de la enfermedad de Leonor.
El poema utiliza símbolos como el olmo, que representa la enfermedad, en contraste con la vitalidad del álamo. El léxico relacionado con la decadencia y el paso del tiempo, como "rayo", "hacha", "carcomido", evoca la vejez y el desgaste. A su vez, elementos de esperanza como "hojas verdes" y "primavera" ofrecen un contraste vital.
La adjetivación connotada resalta estos sentimientos de sufrimiento, y metáforas como "lame el Duero" o la sinestesia de "álamos cantores" enriquecen el texto. El uso de hipérbaton y la anteposición de ciertos elementos acentúan la urgencia del paso del tiempo. La emotividad se intensifica mediante exclamaciones y apóstrofes, como en "¡El olmo centenario...!", que dotan al poema de un tono solemne.
La repetición de términos como "olmo", las bimembraciones y los paralelismos refuerzan la idea de la inevitabilidad de la destrucción, creando una atmósfera de melancolía y reflexión sobre la fragilidad de la vida.
Estructura
Estructura externa
El poema está compuesto por 30 versos, con una métrica que alterna versos endecasílabos y heptasílabos. La rima es consonante y sigue una disposición libre, propia de la silva, que permite al poeta jugar con la organización de los versos y la rima según su propio criterio.
Estructura interna
El poema se puede dividir en tres apartados claramente diferenciados:
Primer apartado (versos 1 al 14):Se describe el olmo viejo en la colina del Duero, en Soria. La descripción destaca la contraposición entre este olmo y los álamos, resaltando sus diferencias.
Segundo apartado (versos 15 al 27): El poeta expresa su deseo de que el poema refleje el breve rebrotar del olmo, justo antes de que desaparezca, simbolizando un acto efímero y lleno de significado.
Tercer apartado (últimos tres versos): En esta sección, el poeta introduce una nota de esperanza, aludiendo a la curación de Leonor, lo que cierra el poema con una visión optimista.
Métrica
El poema está compuesto por 30 versos que alternan endecasílabos y heptasílabos con rima consonante, organizada según la elección del poeta. El verso número 24 queda suelto, sin rima, lo que rompe la cadencia de la estructura. Esta disposición corresponde a la silva, una forma métrica sencilla que Machado utiliza frecuentemente en su poesía, lo que le permite una mayor flexibilidad y libertad en la expresión de sus ideas y emociones.
La métrica de Campos de Castilla es variada y abarca diferentes estructuras, desde la silva romance, que ya había sido ampliamente utilizada en Soledades, Galerías y otros poemas, hasta los serventesios alejandrinos, como en el poema CL de Mis poetas, dedicado a Gonzalo de Berceo. Son frecuentes las composiciones con versificación irregular, donde predomina la rima consonante sobre la asonante. A UN OLMO SECO
Contextualización
"Retrato" es uno de los poemas más célebres de Antonio Machado, no solo por su calidad poética, sino también por la profunda conexión que establece con su figura personal y su orientación poética. Se ha popularizado en gran medida gracias a las versiones musicadas por artistas como A. Córtez y J.M. Serrat.
Este poema fue probablemente escrito tras la lectura de los autorretratos de su hermano Manuel, incluidos en los poemarios Alma y El mal poema, los cuales exploraban su propia identidad y figura. En contraste con los autorretratos de Manuel, el título Retrato de Machado introduce un matiz de distanciamiento. Aunque el poema sigue siendo una reflexión sobre sí mismo, el título sugiere un intento de mirarse desde fuera, de presentarse como una imagen más objetiva, a pesar de la inevitable subjetividad que siempre acompaña cualquier intento de autodefinición.
Publicado en Campos de Castilla (1912), el poema refleja la sencillez, la humildad y la profundidad del propio Machado, y en él se abordan temas recurrentes en su obra, como el paso del tiempo, la memoria y la identidad. Sin embargo, a través de esta imagen de sí mismo, Machado también se aleja de la mirada introspectiva y se enfrenta a una representación más pública, más abierta y universal de su ser.
Tema
Retrato del poeta y de su orientación creadora.
Estilo
En Retrato, aunque Machado critica el "Modernismo vacuo", mantiene elementos de un Modernismo intimista influido por el Romanticismo. El poema, que inaugura Campos de Castilla (1912), sigue reflejando la introspección de la etapa anterior del poeta. Utiliza símbolos como huerto, limonero, mar y nave, que representan tanto la naturaleza como los sentimientos humanos.
RETRATO
Las metáforas, como "los afeites de la actual cosmética", critican la superficialidad del Modernismo
sonoro y grandilocuente.
El poema destaca por recursos como la aliteración (sonidos /r/ y /s/), elipsis ("mi juventud, veinte..."),
bimembraciones y paralelismos que aportan fluidez y profundidad. La adjetivación evocadora (como
"sangre jacobina" o "tenores huecos") y el hipérbaton crean una estética sobria, propia de Machado.
A través de un estilo sencillo pero expresivo, el poema refleja la austeridad y la honestidad de
Machado, que, como señaló Dámaso Alonso, es una "lección de estética" y de vida sin adornos, una
visión sincera y profundamente humana.
ESTRUCTURA
El poema está formado por nueve serventesios de 14 versos cada uno, estructurados en tres
apartados equilibrados. En el primer apartado, el poeta presenta su origen y recuerdos de la
infancia en Sevilla, su estancia en Madrid y su actitud hacia la vida. En el segundo, se describe su
orientación estética, rechazando el Modernismo superficial y buscando una poesía más
introspectiva. En el tercero, aborda su interioridad, su sentimiento religioso y su relación con los
demás, reflejando su evolución hacia una visión más humilde y sincera.
El poema concluye con una reflexión sobre la muerte y el desapego material, simbolizado por la
imagen de un viaje final. La poesía del autor se caracteriza por un enfoque sincero y directo, alejado
de las superficialidades, buscando conmover al lector a través de la autenticidad.
RETRATO
Métrica
El poema está compuesto por 36 versos organizados en 9 serventesios, es decir, estrofas de cuatro versos alejandrinos con rima consonante (14A / 14B / 14A / 14B). Cada verso está dividido en dos hemistiquios (7+7), lo que crea una cesura interna característica de los versos alejandrinos.
El uso del serventesio, una forma típica del modernismo, refleja la influencia de este movimiento en la poética del autor. Aunque el poema muestra elementos de su estilo personal, todavía se perciben rasgos que indican una conexión con las tendencias modernistas, lo que sugiere que el autor no se ha desvinculado completamente de dicho movimiento.
La métrica de Campos de Castilla es variada y abarca diferentes estructuras, desde la silva romance, que ya había sido ampliamente utilizada en Soledades, Galerías y otros poemas, hasta los serventesios alejandrinos, como en el poema CL de Mis poetas, dedicado a Gonzalo de Berceo. Son frecuentes las composiciones con versificación irregular, donde predomina la rima consonante sobre la asonante. Además, los versos de arte mayor (como endecasílabos, dodecasílabos y alejandrinos) son más comunes que los de arte menor, aunque estos últimos aparecen, especialmente en forma de romances
RETRATO
Contextualización
En Campos de Castilla (1912), publicado poco antes de la muerte de Leonor, Antonio Machado refleja su encuentro con esta tierra, marcando la segunda etapa de su producción poética. En esta fase, su estilo experimenta un cambio respecto a su primera etapa, especialmente en cuanto a los temas y enfoques que aborda. Según el propio autor, muchos de los poemas de esta obra responden a una preocupación patriótica, en sintonía con la Generación del 98; otros expresan su amor por la naturaleza y su meditación sobre los enigmas del hombre y del mundo.
Lo novedoso en esta etapa es la inclusión de paisajes más realistas, junto a la representación de la gente castellana y las meditaciones sobre la situación de España. Los paisajes que describe Machado no son idílicos ni bucólicos, sino duros, pobres y austeros, cargados de un simbolismo de soledad, fugacidad y muerte. La adjetivación que utiliza es connotada y sugerente, evocando una atmósfera triste y épica, a menudo vinculada a la historia guerrera de la región. Este poema, en particular, marca el comienzo de su visión crítica de Castilla y de España, alineándose con las ideas del regeneracionismo que prevalecían en la época.
Tema
Visión crítica de la decadencia de Castilla, símbolo de España.
Estilo
En Campos de Castilla, poema que refleja la visión crítica de Machado sobre la situación de España, se alternan descripciones de paisajes castellanos con profundas meditaciones sobre el presente y el pasado histórico del país. A través de un estilo austero y sobrio, propio de la Generación del 98, el poeta expresa su desilusión hacia la decadencia de Castilla y la crisis de identidad de España. A lo largo del poema, el autor utiliza recursos poéticos que refuerzan su mensaje, como la adjetivación evocadora, la metáfora y la interpelación directa.
- Primer apartado (Versos 1-13): Machado presenta un paisaje árido y difícil, donde destaca la adjetivación que evoca la dureza del entorno: "hermoso día", "pecho jadeante", "mano diestra". La enumeración con asíndeton (romero, tomillo, salvia, espliego) aporta ritmo y agilidad, subrayando la rusticidad de la tierra. La metáfora "sol de fuego" intensifica la sensación de calor y hostilidad del paisaje, estableciendo un vínculo entre la naturaleza y las emociones del poeta.
- Segundo apartado (Versos 13-33): La adjetivación en este segmento resalta la austeridad del paisaje castellano: "solitario", "agudo", "parda tierra", "desnudos peñascales". Algunos adjetivos adquieren valor simbólico, como "humilde prado", y otros funcionan como personificaciones, como en el caso de "aguas plateadas". En este fragmento, se observan también metáforas épicas que evocan un pasado guerrero ("harapos esparcidos de un viejo arnés de guerra", "ballesta", "arquero"), reflejando el contraste entre la grandeza histórica de España y su decadencia actual. La exclamación "¡tan diminutos!" subraya la pequeñez de las personas frente a la magnitud de la tierra y la historia.
- Tercer apartado (Versos 33-69): Aquí, el apóstrofe ("¡Oh tierra triste y noble!") expresa una profunda ambivalencia: Machado ama y lamenta al mismo tiempo la tierra castellana. La adjetivación negativa ("yermos", "decrépitas ciudades", "caminos sin mesones") subraya la pobreza y abandono del paisaje. La interrogación retórica "¿Espera, duerme o sueña?" refleja la indignación del poeta por la falta de reacción de la gente frente a la situación. A lo largo de este fragmento, se alternan metáforas como "el fantasma yerra" para referirse al pasado glorioso de España, y el estribillo "Castilla miserable, ayer dominadora..." resalta la crítica a la estancada realidad social y política.
- Cuarto apartado (Versos 69-76): Finalmente, el poema cierra con una descripción sombría de la sociedad española. La imagen de las "enlutadas viejas", vinculada metafóricamente a las comadrejas (animales huidizos y controladores), subraya la visión de una sociedad atrapada en tradiciones obsoletas. El camino blanco, ensombrecido y desierto se convierte en el símbolo de un futuro incierto, de un país estancado en su pasado y despojado de vitalidad.
En conjunto, el poema ofrece una visión crítica y melancólica de España, utilizando una adjetivación evocadora y recursos simbólicos para contraponer la grandeza histórica del país con su presente decadente. La metáfora, el estribillo y la interrogación retórica refuerzan el tono pesimista y la angustia del poeta por la falta de cambio en la sociedad. A través de esta obra, Machado no solo reflexiona sobre el paisaje castellano, sino también sobre la crisis existencial y social de su país.
Métrica
La métrica de Orillas del Duero se caracteriza por estar compuesta por 76 versos alejandrinos, organizados en pareados con rima consonante (AA BB CC, etc.). El verso alejandrino, con 14 sílabas métricas divididas por una cesura en dos hemistiquios de 7 sílabas, se utiliza de forma destacada en este poema, lo que remite a la etapa modernista del autor. Este tipo de verso, de sonoridad melódica y estructura regular, estaba muy asociado con el modernismo y permite al poeta un desarrollo musical y estilísticamente pulido, aunque su uso también refleja la continuidad de Machado con las formas poéticas tradicionales.
La métrica de Campos de Castilla es variada y abarca diferentes estructuras, desde la silva romance, que ya había sido ampliamente utilizada en Soledades, Galerías y otros poemas, hasta los serventesios alejandrinos, como en el poema CL de Mis poetas, dedicado a Gonzalo de Berceo. Son frecuentes las composiciones con versificación irregular, donde predomina la rima consonante sobre la asonante. Además, los versos de arte mayor (como endecasílabos, dodecasílabos y alejandrinos) son más comunes que los de arte menor, aunque estos últimos aparecen, especialmente en forma de romances