Exploración de la Literatura Española del Siglo XX: Autores y Corrientes Clave
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La Novela Histórica en Almudena Grandes: El Lector de Julio Verne
La novela El lector de Julio Verne forma parte de la serie Los Episodios de una Guerra Interminable, un ambicioso proyecto de Almudena Grandes que rinde homenaje a Benito Pérez Galdós y a sus Episodios Nacionales. De esta serie también forman parte Inés y la alegría (que narra la intervención del Ejército de la Unión Nacional Española y la invasión del Valle de Arán) y Las tres bodas de Manolita. El lector de Julio Verne se centra en la guerrilla de Cencerro.
El protagonista y voz narrativa de la novela es Nino, un niño de nueve años al comienzo de la historia, hijo de un guardia civil, que vive en la casa cuartel de un pueblo. Pepe el Portugués, un forastero misterioso y fascinante que se instala en un molino apartado, se convierte en su amigo y modelo, el hombre en el que le gustaría convertirse algún día. En el mismo año de estos acontecimientos, muere Cencerro, un miembro de los maquis que vive en la sierra.
Mientras pasea con el Portugués por las tardes a la orilla del río, Nino se jura a sí mismo que nunca será guardia civil como su padre. Comienza a recibir clases de mecanografía en el Cortijo de las Rubias, donde una familia de mujeres solas, viudas y huérfanas, resiste en la frontera entre el monte y el llano. Además, descubre un mundo nuevo gracias a las novelas de aventuras que le transformarán. Nino comprende una verdad que nadie había querido contarle: en la Sierra Sur se está librando una guerra, pero los enemigos de su padre no son los suyos. Tras ese verano, empezará a mirar con otros ojos a los guerrilleros de Cencerro y a entender por qué su padre quiere que aprenda mecanografía.
La obra continúa en los dos años siguientes, abarcando los tres primeros capítulos. Tras una larga elipsis temporal, la narración se prolonga hasta la llegada de la democracia, alcanzando un presente narrativo próximo a la actualidad, desde donde el narrador evoca su dura infancia.
Personajes Clave en El Lector de Julio Verne
Los personajes de las novelas de Almudena Grandes están frecuentemente determinados por lo sucedido en el pasado, en particular por la Guerra Civil. Son figuras creadas por la autora que interactúan con personajes reales en escenarios históricos auténticos.
Se pueden distinguir dos tipos de personajes según su ideología:
- Los nacionalistas, que representan a los opresores y poderosos: Don Eusebio (el maestro), Michelín.
- Los oprimidos: El Regalito, las Rubias, el Portugués.
El punto de unión de todos ellos es el protagonista de la historia, Nino.
Nino: El Protagonista y su Evolución
- El niño tiene dos héroes antagónicos: su propio padre y el maquis Cencerro.
- Un referente fundamental para Nino son los héroes de los libros de Julio Verne.
Pepe el Portugués: El Héroe Misterioso
- Es un trasunto del capitán Silver.
- La llegada de este personaje al pueblo supone un descubrimiento para el protagonista. Le abrirá las puertas al mundo cerrado de su casa cuartel.
- Nino siente una gran admiración por él, hasta el punto de querer ser como él.
- Tiene rasgos de héroe misterioso.
Cencerro: El Ídolo de Nino
- Es un ídolo para Nino.
- Desde el comienzo de la novela, la Guardia Civil lo busca insistentemente.
Los Habitantes de la Casa Cuartel
En la casa cuartel viven cinco guardias con sus familias:
- Don Salvador, conocido por el sobrenombre de Michelín por parecerse al muñeco de los neumáticos, es la máxima autoridad militar en el pueblo.
- Romero, compañero del padre de Nino e hijo de un guardia civil.
- Sanchís, el sargento y segundo al mando, un hombre apuesto pero muy desagradable al que todo el mundo teme y odia. Este guardia civil, que en un primer momento se nos muestra como un ser despreciable, altivo y representativo del bando nacional, es la gran sorpresa de la novela. Su suicidio es el símbolo de la presión a la que pudo haber estado sometido cualquier infiltrado republicano en el lado de los franquistas. Sanchís es al final una víctima más de su ideología, una víctima de la historia. Mata a un delator delante de su compañero, por eso opta por suicidarse en vez de entregarse o huir. Lo hace para amparar a su mujer, pero también como una defensa del honor de los republicanos frente a la dictadura.
- Curro, de 22 años, es el único guardia soltero del cuartel.
- El padre de Nino, Antonio, forma parte del grupo de guardias civiles “amables”. Tiene contradicciones internas, pero solo se atreve a comunicárselas a su mujer. Se convirtió en guardia civil por las circunstancias de la época y le resulta difícil sobrellevar la situación.
Las Mujeres
- La madre del protagonista, Mercedes Ríos, muy preocupada por su familia.
- Doña Elena, una maestra que destaca por su humanidad. Posee una amplia biblioteca, casi clandestina, que hace las delicias de Nino. Además, es una mujer con una vasta cultura. Da clases de mecanografía, taquigrafía, francés e inglés, pero también habla con el niño sobre temas de historia y acerca de la situación actual. Ella le introduce en la obra de Benito Pérez Galdós, que Nino lee ávidamente.
- En el Cortijo de las Rubias vive un grupo de mujeres muy unidas porque son, cada una a su manera, víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura. Ahí viven solo mujeres y niños. Además de las hermanas Marisol y Sonsoles, conocidas como Las Rubias (cuyo objetivo vital es casarse), está Catalina, una mujer de cincuenta años. Todas ellas están condenadas en el pueblo por ser «rojas», hijas, esposas y compañeras de republicanos que lucharon en el bando perdedor.
- En el Cortijo vive Manoli, nuera de Catalina.
- Por último, Filo es una adolescente que aprendió a escribir a máquina con doña Elena y es la única que baja al pueblo a vender huevos. Era la madre quien asumía esta tarea, pero tras la prohibición por la Guardia Civil, Filo toma su lugar.
La Voz Narrativa y Técnicas en la Novela
La historia está contada en primera persona por un narrador protagonista (homodiegético); se relata a través de los ojos de un niño, con todos los inconvenientes y ventajas que puede tener un narrador infantil. La de Nino es una mirada inocente, desprovista de todo prejuicio, como la de cualquier niño; por eso su voz es la de un testigo fiable y de excepción, pues no manipula ni distorsiona lo que ve, y hace que la dura realidad que vive nos llegue de una forma más cruda y conmovedora.
La historia se cuenta desde la perspectiva que tenía Nino de niño, pero desde la edad adulta, como lo muestran algunas anticipaciones de acontecimientos futuros que encontramos a lo largo de las tres primeras partes de la novela. El hecho de que el narrador sea el hijo de un guardia civil resulta bastante original y da una dimensión más dramática a la historia.
Se utilizan diversas técnicas narrativas:
- Diálogos, con voces de otros personajes, insertos en la narración sin seguir las fórmulas tradicionales.
- Soliloquios reflexivos en primera persona: se usan para reflejar algunos pensamientos de Nino.
- Diálogo inmerso, en el que se mezcla lo que dice con lo que realmente piensa.
Miguel Hernández: Vida, Temas y Etapas Poéticas
Miguel Hernández (Orihuela – Alicante, 1910 – Alicante, 1942) podría considerársele miembro de la Generación del 27 y de la Generación de Posguerra, por lo tanto, es tratado como un eslabón que sirve de puente entre estas dos etapas. Desde el punto de vista temático, sus composiciones muestran un predominio de los sentimientos: la vida, el amor y la muerte, a la vez que denuncia la falta de libertades.
Se distinguen varias etapas en su poesía:
Primeras Composiciones
Inicia su actividad con la publicación del poemario Perito en lunas (1933), bajo la influencia de Góngora. Predomina el hermetismo y la intención estética.
Etapa de Plenitud
Se centra en la poesía amorosa, destacando su obra El rayo que no cesa (1936). En ella se consolidan sus tres temas característicos: la vida, el amor y la muerte, y el soneto como forma básica. Trata la experiencia amorosa y la angustia existencial. Destaca en ella la “Elegía a Ramón Sijé”, poema dedicado a la muerte prematura del amigo. Un ritmo insistente y un uso a la par delicado y violento del lenguaje consiguen dotar al poema de una emoción única.
Poesía Social y de Compromiso
Durante la guerra, entendió la poesía como compromiso, escogiendo un lenguaje más directo y un tono de compromiso con la causa republicana y contra la injusticia.
Poesía de los Últimos Años
En la cárcel compone la mayor parte del Cancionero y romancero de ausencias. En él escribe composiciones breves inspirándose en la lírica popular. Es un libro que habla del amor a la esposa y al hijo y del dolor y la desesperanza por la frustrante separación de ambos a causa de la cárcel. De la misma época es el poema “Nanas de la cebolla”, dedicado a su segundo hijo, un canto de amor, libertad y dolorosa esperanza.
El Teatro Español de Finales del Siglo XIX y Principios del XX
El panorama teatral de finales del siglo XIX y principios del siglo XX estuvo muy limitado por las exigencias del público burgués y de las salas comerciales, más pendientes de contentar a sus potenciales clientes que de apoyar un teatro comprometido temática y formalmente. Destacan dos tendencias principales: el teatro tradicional, de consumo, comercial y burgués, y el teatro innovador.
Teatro Tradicional: El Éxito Comercial
Este teatro se encontraba limitado por los condicionamientos comerciales de su representación. Al público burgués no le interesaban los problemas sociales o ideológicos ni los experimentos formales; de ahí que los empresarios mantuvieran el espectáculo teatral a base de hacer concesiones a lo que el público pedía: diversión. La consecuencia es un teatro pobre, superficial e inmovilista, marcado por la huella del teatro de finales del siglo XIX, que daba la espalda a los movimientos renovadores del teatro europeo y mundial.
Dentro del teatro tradicional, se observan varias perspectivas:
La Comedia Burguesa
A finales del siglo XIX, se produjeron varios intentos por acabar con el teatro retórico y melodramático. Autores como Benito Pérez Galdós y Jacinto Benavente trataron de introducir un teatro cercano al del Naturalismo europeo. Sin embargo, tuvieron un éxito relativo que no tuvo continuidad. Así, Jacinto Benavente, máximo representante de la comedia burguesa y Premio Nobel en 1922, renunció a la crítica social que había iniciado con El nido ajeno (obra comprometida sobre el tema de la mujer casada y su lugar en la sociedad burguesa del momento), en favor de la aceptación del público, que consiguió con obras como Los intereses creados, una farsa que muestra una crítica a los ideales burgueses.
El Teatro Poético
Es un teatro en verso que se nutre de un regusto tardorromántico y modernista, y que recurre a tiempos pasados para contrarrestar la crisis de la conciencia burguesa. Son obras de tono grandilocuente y versos pomposos.
El Teatro Cómico
Destacan los hermanos Álvarez Quintero, Serafín y Joaquín, que cultivan el género de la comedia costumbrista, con obras de ambiente andaluz sin cabida para lo trágico. Por otro lado, destaca Carlos Arniches, que recupera el género del sainete, con piezas que recrean el habla castiza de los madrileños.
Teatro Innovador: La Ruptura con la Tradición
Algunos autores menos conformistas trataron de romper esta tendencia, rebelándose ante el teatro tradicional, aunque sus esfuerzos tuvieron poca efectividad. Serán autores de la Generación del 98, como Unamuno, que reflejará sus conflictos existenciales y metafísicos en algunas de sus obras, o Azorín, que escribirá piezas de tono simbólico o tratará el tema de la angustia ante la muerte. Autores destacados del teatro innovador son Valle-Inclán y Federico García Lorca.
Ramón María del Valle-Inclán y el Esperpento
Ramón María del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa, 1866 – Santiago de Compostela, 1936), integrante de la Generación del 98, rechaza el realismo burgués del teatro anterior y propone una total renovación de la escena española en todos sus aspectos, experimentando diferentes métodos. Su inagotable búsqueda artística le llevó de su inicial modernismo decadente a la creación de un género personal: el esperpento.
Su producción teatral se agrupa en torno a ciclos concéntricos y paralelos:
Ciclo Mítico
Destacan su trilogía Comedias bárbaras y Divinas palabras. Estas obras se acercan al esperpento; parten de la Galicia mítica y rural, sus paisajes y sus gentes. Presentan un mundo violento y unos personajes caricaturizados y ridiculizados.
Ciclo de la Farsa
Simultáneamente, Valle-Inclán desarrolla una serie de farsas, donde lo grotesco y la caricatura convierten a los personajes en fantoches y marionetas ridículas que anuncian ya el esperpento, con obras como La marquesa Rosalinda.
Ciclo del Esperpento
Su etapa final se estructura en torno al esperpento, cuya base es la deformación grotesca. Es el momento en el que Valle toma conciencia plena de los problemas de España y plasma, en su obra maestra, Luces de bohemia, todo el malestar y la amargura que le producen. El tono crítico es brutal y demoledor. Presenta el recorrido nocturno del poeta ciego, Max Estrella, y su lazarillo, don Latino, por diferentes escenarios de un Madrid absurdo, y en todos encuentra motivos para la desolación. Desesperanzado, Max muere. El resto de los esperpentos forman la trilogía Martes de carnaval. Aquí la degradación de los personajes los convierte en fantoches, títeres ridículos que le sirven al autor para mostrar una imagen grotesca y despreciable de la realidad española. El tono cómico y la carcajada que provocan estas obras, con ayuda de un lenguaje a menudo vulgar, contribuyen todavía más a mostrar una visión amarga: Valle-Inclán fue un precursor del moderno teatro crítico.
Recursos Estilísticos Clave del Esperpentismo
Una amplia serie de recursos estilísticos es la clave del esperpentismo:
- Un resabio modernista: las citas literarias de prestigio, como “Padre y Maestro Mágico: salud” (Rubén Darío) o “El épico rugido del mar” (Calderón de la Barca).
- Presencia de rimas internas, de sabor modernista: periodista y florista; luminoso y verdoso.
- Onomástica degradante: Manolo, el Rey de Portugal; Enriqueta la Pisa-bien.
- La enumeración caótica, frecuente en las acotaciones, que implica una visión en ruptura, fragmentaria, distorsionada de los personajes.
- Degradación de los personajes: reducción a máscaras, fantoches, peleles, carátulas, muñecos de guiñol, o convertidos en meras sombras, bultos o siluetas.
- Metaforización grotesca y degradante: animalización, hominización, cosificación.
- Gestualización afectada, enfática, ridiculizante, teatralera.
- Designaciones irónicas a través de términos contrarios: la buhardilla es “palacio”.
- Presencia de lo grotesco, con un léxico degradante.
Además, se observan otros rasgos estilísticos:
- Gitanismos, madrileñismos, americanismos, popularismos, arcaísmos, vulgarismos.
- Una riquísima fraseología coloquial con ecos populares, agitanados, zarzueleros.
- Es frecuente el recorte de palabras, tomado del habla popular madrileña.
- El contraste entre la luz y la oscuridad, entre lo lírico y lo grotesco.
- La introducción de elementos cultos en contexto plebeyo surge en ciertas construcciones sintácticas, resultando un grotesco contraste.
Camilo José Cela: Temas, Estilo y Etapas Literarias
Camilo José Cela, ganador del Premio Príncipe de Asturias, el Nobel y el Cervantes, posee una obra muy variada en la que se aprecian unos temas comunes: la Guerra Civil y sus consecuencias de miedo y miseria física y moral; y la sociedad española en su conjunto, a la que satiriza grotescamente. Su narrativa refleja un profundo pesimismo. Su actitud es la de un espectador distanciado y burlón, con un humor negro y cruel, aunque a veces manifiesta ternura por algunos seres desvalidos. En general, ofrece una visión deformadora del mundo, cercana al esperpento de Valle-Inclán. Su estilo se caracteriza por la riqueza expresiva y la descripción de tipos y ambientes.
Se distinguen varias etapas en su obra:
Primera Etapa (Años Cuarenta)
Está marcada por el reflejo existencial de la vida española de posguerra. A ella corresponde La familia de Pascual Duarte. Esta novela presenta como narrador a un parricida que justifica su biografía criminal mientras espera ser ejecutado en el garrote vil. El relato de sus condiciones de vida y de sus asesinatos se regodea en los detalles más truculentos, a la vez que lleva a cabo una dura crítica de la situación social degradada que ha hecho posible su personalidad deforme. El libro inauguró una corriente literaria que se denominó tremendismo.
Segunda Etapa (Años Cincuenta)
Introduce el realismo social y la renovación formal con La colmena (1951), considerada la obra maestra de Cela. Lo más destacado de la obra es su falta de argumento. El autor ofrece, a través de una acción que transcurre en poco más de dos días de invierno, un panorama colectivo de la vida del Madrid de la inmediata posguerra, en un ambiente de pobreza en el que un gran número de personajes, fracasados y relacionados entre sí, intenta sobrevivir.
Tercera Etapa (Desde los Años Sesenta)
En ella se deja influir por la corriente experimental. A esta época pertenecen novelas como San Camilo 1936, en la que refleja de manera grotesca los primeros días de la Guerra Civil en Madrid. Mazurca para dos muertos es una obra de ambiente campesino gallego y magnífica prosa. Su última novela, Madera de boj (1999), tiene como protagonista a la Costa de la Muerte. También escribió narraciones cortas y libros de viajes como Viaje a la Alcarria.