Exploración de las Ideas Clave de Kant, Locke, Descartes y Hume
Enviado por Chuletator online y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 15,04 KB
Kant
Kant 1: Estética, Analítica y Dialéctica Trascendental
Kant 1. Las dos últimas partes reciben el nombre de Lógica trascendental.
Estética Trascendental
La sensibilidad se estudia en la estética y es la facultad de construir, a cuyas representaciones les llama intuiciones. Tiene sus propias condiciones: la extensión y la duración, que presuponen el espacio y el tiempo, que son formas a priori de la intuición, y que Kant denomina intuiciones puras. Una diferencia entre ambas consiste en que el espacio es una condición necesaria de toda intuición externa y el tiempo es una condición necesaria de toda intuición. Con el término “fenómeno” se refiere a “lo que aparece y tal como aparece”. Noúmeno significa “la cosa en sí”, que es incognoscible. El conocimiento no es nunca conocimiento de noúmenos sino siempre de fenómenos. Kant supone que nuestro conocimiento es el resultado de lo que recibimos por parte de los objetos y de lo que ponemos nosotros, que constituye el fenómeno.
Analítica Trascendental
El entendimiento piensa sus objetos mediante conceptos. La intuición es una representación que se refiere a un objeto. Kant dice que “las intuiciones sin concepto son ciegas, los conceptos sin intuiciones son vacíos”. El entendimiento puede definirse como la facultad de hacer juicios por medio de conceptos. La aplicación del entendimiento a las intuiciones no es un proceso en el tiempo. Todo nuestro conocimiento se inicia con la experiencia, mas no todo él tiene su origen en la experiencia.
Dialéctica Trascendental
La acción de la razón consiste en enlazar unos juicios con otros para realizar inferencias, llamadas silogismos. Por medio de un silogismo, un juicio (llamado conclusión) es inferido de otros (llamados premisas) según una regla. Este proceder es analítico y no puede ser considerado conocimiento. La razón busca la totalidad de la serie de las condiciones, lo incondicionado. La noción de un incondicionado es lo que Kant denomina IDEA. Se propone encontrar las ideas de la razón mediante un análisis de las diferentes formas del razonamiento, que se reducen a tres: la forma categórica de inferencia, la hipotética y la disyuntiva. De ese modo, distingue la totalidad de toda experiencia interna bajo la noción del yo, estudiado por la psicología; la totalidad de toda experiencia externa bajo la noción de mundo, estudiado por la cosmología; y la totalidad de la experiencia posible bajo la noción de Dios, estudiado por la teología.
Kant 2: Ética y Razón Práctica
Kant trata de responder en la Crítica de la razón práctica a la pregunta ¿Qué debo hacer? Las éticas tradicionales situaban la norma de moralidad inmediatamente en la misma naturaleza humana y mediatamente en Dios, autor de la naturaleza y fundamento último de todo cuanto existe. Lo ético tiene que ver con el conocimiento. Kant se opone a esta concepción teórica de la ética. En su opinión, la praxis ética es algo mucho más primario que la ciencia, no puede hacerla depender del conocimiento de la existencia de Dios, puesto que en la Crítica de la Razón Pura ya mostró la imposibilidad de tal saber. Por lo tanto, la decisión acerca de la conducta será inmediatamente razón práctica, independiente del conocimiento.
El supuesto de Kant es la idea del hombre como un ser racional finito, es decir, un ser que no es sólo razón, sino también sensibilidad. El hombre es al mismo tiempo sensibilidad y razón y puede seguir el impulso de sus deseos o puede seguir la razón; en esta posibilidad de elección consiste la libertad que hace de él un ser moral.
La afección de la razón práctica es necesaria tanto para el conocimiento como para la decisión, pero no conlleva necesidad, es decir, no es una ley. A la decisión que se toma en base a la afección le llama Kant MÁXIMA. Para que la determinación de la voluntad sea necesaria ha de ser independiente de la experiencia (es decir, de la afección), por tanto, a priori. Una determinación a priori implica ser universal y necesaria (una ley práctica); no contener ningún objeto, ningún fin y que en ella la voluntad sea libre.
Los imperativos de la ley moral han de ser categóricos. El hecho de ser imperativos garantiza que sean ley, el hecho de ser categóricos que sean ley práctica, independiente del conocimiento. Kant formula el imperativo de la siguiente manera: “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda siempre a la vez valer como principio de una legislación universal”. Lo cual, a pesar de no tener contenido, no deja por eso de ser una determinación, pues excluye todas aquellas máximas que se constituyen como excepciones.
Los máximas son principios subjetivos, válidos para mí ahora, pero no válidos para todo agente racional en cualquier condición. La ley moral es un principio práctico objetivo: válido en todo caso para cualquier agente racional, y lo es precisamente por ser la determinación autónoma de la voluntad. El hombre al actuar moralmente se comporta como noúmeno, no como fenómeno. En el terreno de los fenómenos no puede haber libertad. La moralidad no reside propiamente en la conducta, sino en una interioridad nouménica que Kant llama intención.
El único motivo impulsor que constituye la moralidad de la intención es el reconocimiento de la ley moral (acciones por deber) y no cualesquiera intereses particulares y subjetivos. Ciertamente, el hombre ha escogido máximas cuyos motivos impulsores son de carácter receptivo (inclinaciones). El conjunto de todas las inclinaciones constituye el “egoísmo”, que puede ser benevolencia consigo mismo (amor a sí mismo) o satisfacción de sí mismo (arrogancia).
Algunas de las consecuencias de la noción kantiana de moral son las siguientes:
a) No hay voluntad “indiferente”, sólo hay voluntad buena y voluntad mala porque la ley moral es una sola cosa y exige aceptación absoluta. b) No hay una “conciencia errónea”, pues todo hombre tiene en sí todo lo necesario para saber qué debe hacer. Si en lugar de ejercer su razón se atiene a lo que le han enseñado es culpable ya por el hecho de no ejercer radicalmente su razón. c) No hay “mérito”, pues todo hombre tiene la obligación de hacer todo el bien que puede hacer. Una conformidad plena con la ley moral es teóricamente imposible, se trata sólo de una idea. Aquello que la razón práctica exige no es un posibilidad teórica sino un postulado de la razón práctica y si la conformidad plena con la ley moral es teóricamente imposible es porque ésta no se puede alcanzar en ningún momento del tiempo y precisaría una eternidad para su cumplimiento, lo que, a su vez, implicaría la inmortalidad. Por último, la renuncia a la felicidad que implica la conducta moral es, precisamente lo que le hace digna de ser feliz; pero sólo digna. La conducta moral es cosa de la voluntad, pero la felicidad depende de la marcha del mundo, por eso la unión de la bondad moral y la felicidad sólo es posible si el mundo ha sido creado por una voluntad absolutamente moral. Que hay Dios, la inmortalidad del alma y la libertad son tres postulados de la razón prácticaLOCKE: El Estado no es, para Locke, “por naturaleza”, sino que surge exclusivamente de la voluntad de los individuos y de sus libres pareceres personales. En este punto se pone de manifiesto el individualismo político de Locke. El Estado no tiene otra misión que servir a los individuos y velar por su común bienestar, particularmente su propiedad, que nunca podrá el Estado enajenar sin el consentimiento de sus súbditos./ Finalmente, para cortar todo abuso contra los intereses de los individuos, el poder político deberá desglosarse en un poder legislativo y en un poder ejecutivo; ambos deben mantenerse equilibrados. El poder legislativo (el más importante) se encargará de legislar para todos por igual y no por intereses particulares, buscar el bien común a todos los ciudadanos, velar por la correcta interpretación y aplicación de las leyes, mediante “jueces reconocidos y autorizados”. El poder ejecutivo se ocupa de la ejecución de las leyes internas y debe completarse con otro poder que Locke llama “poder federativo”, encargado de defender los intereses de los ciudadanos en el exterior; tratados de paz, alianzas, etc. Señala el autor que este poder federativo no debe ser separado del ejecutivo.
DESCART: A partir de la certeza de mi existencia como ser pensante, Descartes va a deducir la existencia de otras realidades. El cogito cartesiano le sirve a Descartes como criterio de certeza. Por tanto Descartes parte del cogito y estudia la sustancia (una cosa que existe de tal manera que no necesita ninguna otra cosa para existir), distinguiendo tres sustancias: ● RES COGITANS. (yo, el alma humana) Una substancia creada, que piensa pero que no es independiente, ni perfecta, ni infinita. Es objeto de la psicología. ● RES EXTENSA. (mundo, la materia) Una substancia creada, que no piensa ni es independiente ni infinita. Es objeto de la física. ● RES INFINITA.(Dios) Una substancia increada, que piensa, es independiente, perfecta e infinita. Es objeto de la teología. /Los atributos son aquello por lo que una substancia se distingue de otras, cada substancia tiene un atributo esencial: del alma el pensamiento, del cuerpo la extensión, de Dios la perfección. /Los modos son las distintas formas de darse los atributos. La extensión se puede dar como figura o como movimiento; el pensamiento puede darse como imaginación, sensación, recuerdo...
HUME: La crítica del principio de causalidad//: En la explicación del conocimiento Hume mantiene que el conocimiento está fundado en la relación causa y efecto. Esa relación se había interpretado tradicionalmente, bajo la noción del principio de causalidad. Recordemos, por ejemplo, la utilización que hace Aristóteles de la teoría de las cuatro causas, o el recurso de santo Tomás al principio de causalidad para demostrar la existencia de Dios en las cinco vías./ Según Hume, la relación causal se ha concebido tradicionalmente como una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto, de modo que, conocida la causa, la razón puede deducir el efecto que se seguirá y viceversa. Sin embargo, según Hume, una idea será verdadera si hay una impresión que le corresponde./ El principio de causalidad sólo tiene valor aplicado a la experiencia, aplicado a objetos de los que tenemos impresiones y, por lo tanto, sólo tiene valor aplicado al pasado, dado que de los fenómenos que puedan ocurrir en el futuro no tenemos impresión ninguna. En ningún caso la razón podrá ir más allá de la experiencia./ La crítica de la idea de sustancia//Sustancia es lo que tiene su ser en sí, y no en otro. Para Aristóteles la pregunta sobre el ser se resuelve en la pregunta por la sustancia, distingue dos tipos de sustancia: la sustancia primera, que es el individuo; y la sustancia segunda, que es la esencia, inmanente en cada individuo. Y es sobre esta segunda forma de concebir la sustancia, en cuanto esencia, sobre la que se construyen la metafísica y la gnoseología aristotélica. Siendo la esencia una "forma" no contiene nada material, por lo que la sustancia resulta ser algo inmaterial, siendo lo único por lo que podemos conocer la realidad, dando continuidad, así, a la ontología platónica, pese a su rechazo de la subsistencia de las Ideas./ Hume se preguntará por la validez de la idea de sustancia, según él, una idea es verdadera si le corresponde una impresión; en caso contrario hemos de considerarla falsa. Ahora bien, sólo hay dos tipos de impresiones: las impresiones de sensación y las impresiones de reflexión. Si a la idea de sustancia no le corresponde ninguna impresión es una idea falsa./ La idea de sustancia es producida por la imaginación; es una "colección" de ideas simples unificadas por la imaginación bajo un término que nos la permite recordar, relacionadas por contigüidad y causación (leyes por las que se regula la asociación de ideas, independientemente de que a estas les corresponda o no alguna impresión). No se puede plantear la posibilidad de que exista algún tipo de sustancia, ya sea la sustancia material que había postulado Locke o la sustancia espiritual que había sido defendida por Berkeley. Para Hume la idea de sustancia es una idea falsa, tanto si es concebida como algo material como si lo es como algo espiritual, dado que a ella no le corresponde ninguna impresión./ A la crítica de la idea de sustancia se añadirá el estudio de las ideas o conceptos abstractos, que supone aceptar la posibilidad de representar de modo universal la realidad y la esencia. Todas las ideas son particulares. Lo que llamamos conceptos o ideas abstractas, son el resultado de una generalización inductiva, procedente de la experiencia, por la que terminamos por dar el mismo nombre a todos los objetos entre los que encuentro alguna semejanza o similitud. Por lo demás, siendo las ideas copias de impresiones, y siendo las impresiones siempre particulares, no puede haber ideas que no sean particulares.