Exploración de los Géneros Literarios en el Siglo XVIII: Teatro, Narrativa y Lírica

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Los Géneros Literarios en el Siglo XVIII

En el siglo de la Ilustración, coexistieron géneros literarios consagrados con otros en formación. Sin embargo, no todos los géneros recibieron la misma atención ni experimentaron la misma evolución. Era común que en todos los géneros se impusieran criterios de escritura como la verosimilitud, el universalismo y la uniformidad de estilo. No obstante, el género con mayor representación social fue el dramático.

El Teatro

El teatro se convirtió en el género preferido por el público y los autores. Durante gran parte del siglo, siguieron vigentes los dos grandes modelos clásicos: la tragedia y la comedia. Sin embargo, en la segunda mitad de la centuria, evolucionaron hacia un teatro que reflejaba una nueva sensibilidad, más realista y cercana a los problemas cotidianos del espectador.

El Género Narrativo

El género narrativo ofreció una gran variedad en prosa. A inicios de siglo, la novela no se consideraba totalmente literatura, sino un subgénero con aventuras repetidas. A esta forma de narración la acompañaron otros géneros como memorias, relatos libertinos y narración epistolar. Con el tiempo, la novela ganó consistencia y riqueza, publicándose obras "modernas" y, a veces, con un notable "vanguardismo" antes de finalizar el siglo.

El Género Lírico

El género lírico fue el menos favorecido por la oleada racionalista. En un siglo tan marcado por las ideas objetivas de la razón, la subjetividad del verso apenas tuvo interés para los autores. Sin embargo, mientras que en Francia es difícil destacar algún nombre, en Alemania la Ilustración se asimiló con el advenimiento de una nueva corriente estética.

La Novela en el Siglo XVIII

Si el héroe es el representante de los valores de una época, el héroe filósofo es el protagonista del Siglo de las Luces. Este héroe es un reflejo del propio autor, que usa la razón como criterio universal y las ideas como únicas armas de entendimiento entre los seres humanos. En contraste con personajes como los de Shakespeare, que razonaban sobre el mundo sin apoyarse en la razón, los héroes del siglo XVIII se enfrentan a la ignorancia, la maldad o el prejuicio. Algunos autores, como el Marqués de Sade, sufrieron persecución por sus ideas, llegando a pasar 30 años en prisión. Diderot también tuvo problemas con la censura, lo que llevó a algunos autores a publicar sus obras en otros países o a no publicarlas.

Jacques el fatalista, de Denis Diderot (1713-84)

Durante un largo viaje, el criado Jacques y su amo conversan sobre diversos temas filosóficos. La narración, llena de ingeniosos diálogos entre amo y criado, está salpicada de interrupciones provocadas por los hechos que ocurren, por los personajes o por el propio autor.

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