Exploración de la Filosofía Platónica: Dialéctica, Ideas, Alma y Estado Ideal
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La Dialéctica en Platón
La palabra "dialéctica" proviene del verbo griego dialegesthai, que significa conversar o discutir. Su objetivo es llegar a una conclusión en relación con el problema planteado. Así es como Platón construye sus diálogos.
Platón también entiende la dialéctica como el proceso del conocimiento. Es un movimiento ascendente que va desde la realidad sensible al mundo de las Ideas, hasta alcanzar la Idea del Bien, seguido de un movimiento descendente, comprendiendo y aplicando la relación y jerarquía de las Ideas, con una triple finalidad:
- Pedagógica, para enseñar a comprender la auténtica realidad;
- Ética, ya que la adquisición del conocimiento conlleva el deber de enseñar; y
- Política, poniendo en práctica la lógica del orden del universo que aporta la Idea de Bien y Justicia.
Teoría del Alma en Platón: Dualismo Antropológico (Cuerpo y Alma)
La antropología de Platón es dualista, ya que distingue entre el alma (espiritual e inmortal) y el cuerpo (material y mortal). La relación entre ambos es accidentada, pues el alma, al ser espiritual, permite al ser humano estar en contacto con el mundo racional. Dado que el lugar propio del ser humano es el mundo racional, su verdadera esencia se encuentra en su alma.
Para explicar los conflictos psicológicos que ocurren en el ser humano, Platón distingue tres partes del alma:
- La parte racional: el principio espiritual del alma, cuya función es controlar a las otras dos.
- La parte irascible: influenciada por el cuerpo, es el principio de los sentimientos y pasiones nobles.
- La parte concupiscible: influenciada también por el cuerpo, es el principio de los impulsos más innobles o irracionales.
Cuando cada parte cumple su función, se logra la armonía en el alma, lo que Platón denomina justicia.
La Teoría de las Ideas en Platón
Platón sostiene que existen conceptos universales y objetivos. Estos conceptos no se encuentran en la realidad percibida por los sentidos, que es múltiple y cambiante, sino en otra realidad: el mundo de las Ideas, compuesto por entidades únicas e inmutables. Para explicar el orden del mundo, Platón admite que, además de la materia eterna, es necesario postular otra realidad, el mundo de las Ideas.
El mundo sensible "copia" o "imita" el orden eterno del mundo de las Ideas. Las Ideas no son conceptos subjetivos del intelecto humano, sino la verdadera esencia de las cosas sensibles y materiales. Solo se perciben mediante la razón, y son eternas, inmutables, únicas y espirituales.
En resumen, Platón distingue dos niveles de realidad: la realidad sensible, que está compuesta por cosas materiales y corpóreas, y el mundo de las Ideas, que es espiritual, eterno y único.
Dualismo Antropológico: Cuerpo y Alma (Teoría del Alma)
Platón, en su antropología, defiende un dualismo que distingue entre el cuerpo (material) y el alma (espiritual). La relación entre cuerpo y alma no es esencial, sino accidental. El alma, al ser espiritual, permite al ser humano entrar en contacto con el mundo racional. Dado que el lugar del ser humano es el mundo racional, su verdadera esencia se encuentra en el alma.
Platón explica los conflictos psicológicos a través de tres partes del alma:
- El alma racional: es el principio espiritual que controla las otras dos partes.
- El alma irascible: influenciada por el cuerpo, es el principio de sentimientos y pasiones nobles.
- El alma concupiscente: influenciada también por el cuerpo, es el principio de los impulsos irracionales e innobles.
De estos tres principios, solo el alma racional es inmortal, ya que las otras dos son consecuencia de la relación con el cuerpo.
Las Virtudes y la Ciudad Ideal
La ciudad ideal de Platón, al igual que el alma, se compone de tres partes. Estas corresponden a las tres clases sociales que reconoce: los productores, los guardianes y los filósofos. Cada clase tiene una virtud particular.
- Los productores sostienen económicamente a las clases superiores y su virtud es la moderación.
- Los guardianes defienden la sociedad y su virtud es la fortaleza.
- Los filósofos son los gobernantes, responsables de la dirección, la legislación y la educación, y su virtud es la sabiduría.
Los bienes, las mujeres y los hijos de los filósofos y guardianes pertenecen al Estado, pues los dirigentes no deben anteponer intereses particulares al bien del Estado. La educación tiene varios niveles y es igual para hombres y mujeres, determinando a qué clase social pertenece cada persona según sus aptitudes y méritos.