Exploración de las Éticas Filosóficas: Del Hedonismo al Positivismo Jurídico

El Hedonismo: Epicuro

El Bien moral es el placer: ataraxia y aponía (tranquilidad, sosiego y ausencia de dolor). La aponía con una vida saludable, o al menos intentarlo. La ataraxia: todo placer es un bien y todo dolor es un mal. Pero conviene hacer un cálculo inteligente sobre los placeres y sus repercusiones. Hay placeres que conllevan un dolor mayor. Hay dolores (sacrificios o renuncias) que conllevan una gran satisfacción posterior. Son preferibles los placeres sencillos y naturales a los sofisticados y artificiales. Los placeres del espíritu a los corporales, pues son más humanos.

El Tetrafarmakon

• No hay que temer a lo sobrenatural; no hay que temer a la divinidad. Posiblemente no exista, pues todo es materia. Pero, en caso de que existiera, no podría estar sometida a pasiones subyugantes de la voluntad como la ira o la venganza.
• No hay que temer al destino. Nuestra vida está en nuestras manos en muchos aspectos, así que cambiemos los que queramos y podamos; respecto de los que no están en nuestras manos, no tiene sentido sufrir.
• No hay que temer a la muerte: todo es materia; cuando nosotros estamos, la muerte no está; cuando la muerte está, no estamos nosotros. ¿Para qué sufrir en el presente lo que no nos hará sufrir, ya que no estaremos?
• Los deseos naturales y necesarios son fácilmente satisfactibles; no tiene, por tanto, sentido sufrir por deseos no necesarios; mucho menos si, además, no son naturales (Ej: el consumismo).

El Eudemonismo de Aristóteles

Bien: aquello que todos los seres apetecen, la felicidad. Todo lo que nos acerca a un fin natural. La realización de la propia perfección.

• Actividades vegetativas: nutrición, desarrollo, relación y reproducción.
• Actividades sensitivas: percepción, imaginación, memoria, movimiento propio.
• Actividades racionales: todas las facultades intelectuales.

Como lo más específico y distintivo de nuestra especie es el intelecto, parece lógico pensar que el bien o la felicidad humana vendrá por el fomento y desarrollo de nuestra racionalidad. Actividad natural conforme a la razón y a la virtud. Pero la racionalidad puede ser entendida de dos formas:

• Orientada al conocimiento.
• Orientada al comportamiento.

Racionalidad Teórica

Orientada al conocimiento, a la comprensión racional del mundo.

• Virtudes intelectuales: la sabiduría teórica, la sabiduría técnica, la sabiduría práctica.

Racionalidad Práctica

Orientada al comportamiento.

• Virtudes morales: predisposición a comportarse según un punto medio entre dos extremos inadecuados, uno por defecto y otro por exceso. La prudente moderación en la conducta.

¿Cómo alcanzar la felicidad?

La felicidad puede venir, en cierta medida, a nosotros por naturaleza, por un favor divino, por suerte… pero, y esto es lo importante, también puede venir por ejercicio. Esto sí que está en nuestras manos. Ejercitémonos en el desarrollo de nuestras virtudes.

Pero el conocimiento y la moderación no bastan

La vida feliz también requiere de la amistad, salud, ciertos bienes económicos y algo de suerte.

El Deontologismo de Kant

Critica al hedonismo y al eudemonismo porque, al definir el bien como placer o felicidad, permite la instrumentalización de los otros y nos resta autonomía.

Éticas Heterónomas Materiales (con contenido)

Definen qué es el bien. Sus imperativos son hipotéticos: recomiendan la acción por considerarla un buen medio para un fin (no por sí misma).

Éticas Autónomas Formales (sin contenido)

No definen qué es el bien. Sus imperativos son categóricos: recomiendan la acción por considerarla buena en sí misma (independientemente de ningún fin). Son acciones realizadas por deber; la ley moral en mi conciencia: lo que la razón nos dicta.

Las acciones por deber responden a los siguientes imperativos categóricos:

• Obra siempre de tal manera que puedas pretender que tu norma se convierta en ley universal.
• Obra siempre de forma que trates a los demás, y a ti mismo, siempre como un fin, y nunca solo como un medio.
• Obra siempre de forma que tu norma pudiera ser ley en un hipotético reino de los fines.

--Dos cosas llenan mi ánimo siempre con admiración y respeto renovados y crecientes: el cielo estrellado sobre mi cabeza y la ley moral en mi conciencia. Immanuel Kant--

Postulados de la Razón Práctica

• Postulado: afirmación que damos como válida aun cuando no la podamos demostrar y que es condición de posibilidad de un sistema.
• La libertad: si no fuésemos libres, no nos plantearíamos la bondad o maldad de nuestras acciones. Elegimos. No somos cosas; mera materia determinable.
• La inmortalidad del alma: de no ser así, ¿qué sentido o valor tendría el esfuerzo de armonizar el querer (la voluntad) con el deber (la razón)?.
• La existencia de Dios: Dios como representación y posibilidad del Sumo Bien, ser en el que el deber y el querer se armonizan.

No hay nada en el mundo, ni fuera de él, que pueda ser llamado universalmente bueno, excepto la buena voluntad.

La Ética Axiológica

El bien es la realización de los valores morales.

Los Valores

• No son materiales, son ideales que las personas incorporan y, en este sentido, se dan en la realidad.
• Demandan su cumplimiento: son deberes objetivos para el sujeto.
• Se eligen: en la medida en que el sujeto es capaz de reconocerlos.
• Son valorativos: sirven como criterios para evaluar la realidad en función de que ésta los incorpore o no.
• Las cosas o personas que incorporan un ideal o valor son llamados bienes o buenas.
• Marcan el ideal de perfección, la excelencia que trasciende siempre su realización completa.

El Emotivismo Moral

La razón no puede ser el fundamento de los juicios morales. La razón se ocupa de:

• Relaciones de ideas: propias de las ciencias formales. Su criterio sería la consistencia.
• Cuestiones de hecho: propias de las ciencias empíricas. Su criterio sería la correspondencia.

Los juicios de valor:

• Ni establecen relaciones entre ideas.
• Ni describen hechos.
• Son imperativos: están en el plano del deber ser, no del ser.
• Es imposible fundamentar el deber de un juicio de valor en los hechos.

¿Cuál es, pues, el fundamento de los juicios morales?

No la razón, sino el sentimiento natural y espontáneo de aprobación o reprobación que nos suscitan ciertos comportamientos por la simpatía natural entre las personas.

Justicia

Dos acepciones principales:

• Respeto a las leyes vigentes.
• Legitimidad moral de las leyes.

Leyes: principios que regulan la convivencia social. Se fundamentan en unos valores o principios prácticos a los que se han de conformar.

El Iusnaturalismo

El principio normativo al que deben atenerse las leyes es la promoción y desarrollo, de la mejor manera posible, de la naturaleza humana. Considera que existe una ley natural, previa al derecho, a la que la ley positiva se debe conformar para que ésta sea legítima.

El Iusnaturalismo Escolástico

El ser humano, como todos los seres, tiene unas necesidades características que fundamentan sus tendencias propias. Estas tendencias son instintivas en los animales, pero en el caso humano son conocidas por la razón. Como están orientadas a finalidades naturales establecidas por el Creador, debemos fundamentar en ellas las leyes positivas. La ley eterna es ley física para la materia y ley natural para la conducta de los seres racionales y libres. Los preceptos de la ley natural son universales puesto que la naturaleza humana es compartida (tesis del sujeto); por tanto, han de ser respetados por todos, incluido el poder político. Así que, si las leyes positivas afrentan o contradicen la ley natural, quedarán deslegitimizadas, pudiendo ser desobedecidas y los que las instituyeron pueden y deben ser revocados.

El Iusnaturalismo Ilustrado

Se mantienen las tesis del iusnaturalismo escolástico, pero prescindiendo de su dimensión teológica. La ley natural se seculariza, no se la hace depender de un acto creador. La racionalidad común a todos los hombres nos permite deducir de la naturaleza la ley moral reguladora de la conducta. Todo ser humano puede conocer sus preceptos principales, y toda ley debe promoverlos y concretarlos.

John Locke (1632-1704)

Estado de Naturaleza

Los hombres son libres e independientes. Existe una ley moral, racional, limitadora de su conducta; los hombres, estando, como están, dotados de razón, pueden entender que no deben dañar a otros: en su vida, en su libertad, en su propiedad. Esta situación supone una amenaza, pues siempre habrá quien no respete los derechos naturales o quien se exceda en su uso legítimo del derecho a defenderse y a castigar.

El Contrato Social

• Individuos: renuncian a su derecho a legislar y a castigar por sí mismos.
• Estado: legislará y gobernará en representación de todos y con separación de poderes. Su fin será proteger y mantener los derechos naturales de los hombres como bienes previos a la existencia del Estado.

El Utilitarismo: Jeremy Bentham (1748-1832)

El principio normativo que da legitimidad a las leyes es: la felicidad. Son leyes legítimas todas aquellas leyes que promuevan la felicidad del mayor número (principio de utilidad). Se trata de un hedonismo ilustrado, pues ha de promover lo más elevado del hombre, y altruista, pues promueve, si es necesario, ciertos sacrificios en la mayoría para respetar a las minorías. El utilitarismo traslada, también, el cálculo hedonista de la esfera privada a la esfera pública; esto tiene sentido, ya que la esfera pública, la política, está en relación con la felicidad individual.

El Utilitarismo: John Stuart Mill (1806-1873)

El fundamento del hedonismo altruista o universal es un sentimiento natural e innato de simpatía con los demás; pero este sentimiento, aun siendo natural, debe ser cultivado y desarrollado en sociedad, pues constituye la esencia misma de la conciencia moral. No puede haber felicidad sin libertad. El hombre es un ser que se propone metas, ideas, proyectos, y esto constituye su originalidad, su personalidad. La realización libre de sus proyectos puede verse amenazada por otros individuos, por la sociedad en su conjunto o por el propio poder político. Por eso, la libertad individual para la búsqueda de la propia felicidad debe ser amparada y auspiciada por el poder político en una triple dimensión:

• La libertad de conciencia: libertad de pensar, de sentir, de expresar, de difundir y analizar ideas propias y ajenas.
• Libertad para determinar nuestras metas, nuestros proyectos e ideales de vida.
• Libertad de reunión y asociación.

Teorías Contemporáneas

Son calificados como:

• Universales: corresponden a todos los seres humanos sin excepción.
• Imprescriptibles: son para siempre porque son propios del ser humano, no de una legislación.
• Inalienables: ningún ser humano puede ser desposeído de estos derechos sin afrontar su esencia, su humanidad.
• Exigibles: todo Estado y todo gobierno debe velar por el respeto a estos derechos.

Justicia y Dialéctica

El concepto de justicia que legitima el orden social y el orden legal es siempre una justicia conquistada: aquello que, en cada momento histórico, un pueblo o época entiende por justicia.

• Para Hegel: una sociedad justa donde se realice la libertad. El motor que nos llevará a esa meta es el desarrollo del espíritu universal, concretado en el espíritu de los diversos pueblos: el desarrollo de la racionalidad.
• Para Marx: una sociedad sin clases, sin alienación económica y, por tanto, sin alienación social, política ni ideológica; la sociedad comunista. La causa de las transformaciones está y estará en la lucha de clases, el enfrentamiento entre los privilegiados por unas relaciones de producción y los perjudicados en estas mismas relaciones.

Positivismo Jurídico

Tesis principales:

• Solo es Derecho el derecho positivo: el recogido en un código jurídico y respaldado por la fuerza legítima que el propio derecho establece.
• Todo derecho demanda su cumplimiento.
• El derecho es, siempre, coactivo: amenaza con la sanción.
• Los derechos humanos, desde que se promulgan, se reconocen internacionalmente y se establecen en tratados y constituciones, son derecho positivo. Por tanto, los derechos humanos deben respetarse sin más.

Marx

El motor de la historia es la lucha de clases: la historia se transforma cuando las fuerzas productivas toman conciencia de que unas determinadas relaciones de producción impiden su desarrollo y privilegian a otros. Cuando esta toma de conciencia es generalizada y sentida, entramos en una época de revolución social. Esta clase ascendente tratará de acabar con la superestructura que protege y mantiene al sistema económico. La clase favorecida en ese sistema se servirá de la superestructura y hará lo posible por mantener el sistema. Si la revolución triunfa, entraremos en un nuevo modo de producción. Así ha ocurrido desde: el comunismo primitivo, la sociedad esclavista, la feudal y la burguesa o capitalista. El proceso acabará cuando acabe el motor de la historia: la lucha de clases; es decir, con la desaparición de la propiedad privada en la sociedad comunista.