Exploración de la Dualidad entre Lujuria y Muerte en 'Las Dos Hermanitas'

Análisis del Soneto "Las Dos Hermanitas": Un Viaje entre la Orgía y la Muerte

El poema "Las dos hermanitas" se estructura como un soneto, compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. Su tema central es la presentación de la orgía y la muerte como dos entidades intrínsecamente unidas.

Primer Cuarteto: La Presentación Irónica de las Hermanas

(a) El cuarteto inicial presenta a las dos hermanas personificadas, con el uso de mayúsculas que refuerza esta caracterización. Ninguna de las dos es representada con atributos infantiles; por el contrario, se alejan de la inocencia asociada a la niñez, sugiriendo su naturaleza pecaminosa. (b) Se explica por qué son "amables" y "pródigas": ofrecen besos en abundancia, lo que puede interpretarse como una metáfora de la seducción. Ambas hermanas tientan constantemente a las personas con los placeres que ofrecen. La "salud" de la que son "ricas" es una ironía, aludiendo a su eternidad y presencia constante. Estos dos versos presentan, irónicamente, a estas figuras como "buenas hermanitas".

(c y d) Se alude a su esterilidad, consecuencia de su constante presencia y "trabajo". La muerte, por su naturaleza, quita la vida en lugar de darla, y la orgía se centra en el placer carnal, no en la reproducción; de ahí la frase "jamás parió". El cuarteto completo está impregnado de un tono irónico, desde la descripción inicial de "amables niñas", ya que es evidente que ni la muerte ni la orgía son inherentemente buenas, sino todo lo contrario. Se presentan como antítesis.

Segundo Cuarteto: El Poeta Maldito y su Afinidad con el Infierno

(a) Se introduce la figura del poeta, quien se describe como rechazado por las familias pero amado por el infierno. Se presenta como un enemigo del pensamiento católico tradicional de las familias "perfectas", mostrando un carácter siniestro. (b) El poeta se declara parte de la corte del diablo, donde no obtiene ganancias materiales pero disfruta del prestigio de alabar el pecado. Su única recompensa es la comisión del pecado mismo, lo que lo convierte en un favorito del infierno. (c y d) El lupanar (lujuria) y la tumba (muerte) nos encuentran en reposo, a menudo en la cama, donde no hay lugar para el remordimiento.

Primer Terceto: La Blasfemia como Reacción

(a) Se mencionan el féretro (símbolo de la muerte) y la alcoba (lugar de la lujuria). Se observa un polisíndeton con la repetición de la conjunción "y", mostrando cómo ambos espacios provocan blasfemias, insultos a Dios. (b) Ambos lugares ofrecen sus "dones" en abundancia y por momentos. (c) "Amablemente", como "buenas hermanas", sugiriendo que ofrecen escapatorias tentadoras pero, en última instancia, pecaminosas. Este último verso presenta dos oxímoron: "espantosos dulzores" (lo espantoso provoca rechazo, mientras que lo dulce provoca placer) y "terribles placeres", reiterando la combinación de rechazo y placer.

Segundo Terceto: La Interpelación del Yo Lírico

El yo lírico se dirige directamente a las "niñas", preguntando cuándo vendrán por él. (a) Pregunta a la personificación de la orgía cuándo lo tentará e invitará a entregarse al placer carnal. La expresión "inmundos brazos" hace referencia a la naturaleza pecaminosa de la lujuria. (b) Se destaca el carácter seductor de la muerte, equiparándola a la orgía, su "rival en encantos". (c) Se mencionan el mirto, un arbusto asociado a la lujuria, y el ciprés, símbolo de la muerte, reforzando la dualidad temática del poema.