Exploración del Deseo y el Origen en la Filosofía

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¿Por qué Desear?

  • Respecto a dónde se halla la filosofía, Freud coloca entre los actos fallidos el hecho de “no lograr encontrar un objeto que se había colocado en algún lugar”. También “la ocultación de un objeto o de una situación para la conciencia, una interrupción en la trama de la vida cotidiana (una discontinuidad)”.
  • La filosofía se busca a partir de cero, ya que olvidamos siempre dónde está, ya que se oculta.
  • En la pregunta ¿Por qué filosofar?, colocamos el acento en la discontinuidad de la filosofía consigo misma, sobre la posibilidad de la filosofía de estar ausente.
  • El por qué lleva a la destrucción de lo que cuestiona, por esto, hace que la filosofía se tome como un hecho, una realidad.
  • Respecto al deseo se muestran dos temas:
  • La causalidad: lo deseable es la causa del deseo, o el deseo es la causa de lo deseable.
  • Todos tenemos lo que nos falta, porque, si no, no lo conoceríamos.
  • En el sujeto está la ausencia del deseo, aunque esté presente.
  • En el objeto está la presencia del que desea sobre un fondo de ausencia.
  • La combinación presencia-ausencia no es accidental.
  • El deseo es provocado, ya que es producido por la ausencia de la presencia, o también por la presencia de la ausencia.
  • El deseo es la fuerza que mantiene juntas a la presencia y a la ausencia.
  • Eros (hijo de Poros y Penía) tiene dos características contradictorias a la vez a causa de sus padres. Por su madre es pobre, lejos de ser delicado y bello, duro, seco, descalzo y sin casa, duerme al descubierto, compañero de la indigencia. Por su padre es bello, bueno, valiente, sabio, audaz, rico en recursos. Representa a la vida y a la muerte, a la mortalidad y a la inmortalidad. El padre de Eros representa lo que en el deseo acerca el amor a su objeto, mientras que la madre representa la pobreza, lo que los mantiene separados.
  • Síntoma de la histeria: ¿soy hombre o mujer?
  • Síntoma de la obsesión: ¿estoy vivo o muerto?
  • Los celos son una especie de condena a muerte de la mujer viva, un rechazo de su presencia.

La Sabiduría y el Deseo

  • Locura de Alcibíades: cree que Sócrates tiene una sabiduría que se puede intercambiar, vender.
  • Alcibíades quiere conseguir la sabiduría de Sócrates, entonces le ofrece su belleza a cambio. Pero finalmente Alcibíades se termina convirtiendo en el esclavo de Sócrates.
  • El único objetivo de Sócrates era la neutralización de la lógica de Alcibíades, ya que esta neutralización significaría que Alcibíades haya comprendido que la sabiduría no puede ser objeto de intercambio, ya que la sabiduría jamás está segura de sí misma.
  • Sócrates quiere que los deseos sean examinados y reflexionados, no convencidos y vencidos.
  • Filosofar es desear el deseo, no desear la sabiduría. Es dejarse llevar por el deseo, pero recogiéndolo.
  • Filosofamos porque queremos.
  • En conclusión, se pone de manifiesto que la filosofía pertenece al deseo tanto o más que cualquier otra cosa, que no es de una naturaleza distinta a la de cualquier otra “pasión simple”, sino simplemente ese deseo, esa pasión que se curva hacia sí misma, se refleja; ese deseo, en definitiva, que se desea.

Filosofía y Origen

  • Filosofamos porque se ha perdido la unidad.
  • El origen de la filosofía está en la muerte del sentido.
  • La armonía invisible vale más que la visible, esto quiere decir que la unidad (la armonía) está fuera de nuestra vista, de nuestro alcance.
  • Los fragmentos que dan testimonio de la unidad dicen:
  • No hay que buscar la unidad (Dios), si no es en la diversidad, porque ella es la regla, el código.
  • La dialéctica dice que el comprender que la unidad de un triángulo no se encuentra en el espíritu, sino en la relación de las tres líneas, cuya intersección dos a dos lo forman.
  • La unidad del mundo no se halla en otro mundo (en el mundo inteligible por ejemplo), ni mucho menos en un intelecto que reuniría sus partes, sino en la disposición y la composición (estructura) de sus elementos.
  • Esta armonía (la unidad), ya no se oye, ni se expresa, que los hombres ya están soñando, es decir, la unidad se está perdiendo.

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