Exploración, Conquista y Crisis en España: De América a la Guerra de Independencia

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 8,35 KB

Exploración, Conquista y Colonización de América

La conquista de Constantinopla en 1453 bloqueó rutas hacia Asia, lo que llevó a Cristóbal Colón a proponer llegar a Asia navegando por el Atlántico. En 1492, con el apoyo de los Reyes Católicos (Capitulaciones de Santa Fe), Colón zarpó y descubrió América, llegando a Guanahaní (Bahamas). Realizó cuatro viajes, explorando diversas islas y costas. El Tratado de Tordesillas (1494) dividió las tierras descubiertas entre España y Portugal. Entre 1519 y 1522, Magallanes y Elcano circunnavegaron la Tierra.

Las conquistas más importantes del territorio fueron la del imperio azteca por Hernán Cortés (1519-21) y la del imperio inca por Francisco Pizarro (1527-33). Tras la conquista, los españoles impusieron el sistema de encomiendas y otras formas de trabajo obligatorio como la mita. América fue organizada en virreinatos, con Nueva España y Perú como principales territorios.

Las consecuencias incluyeron grandes riquezas para España, pero también la destrucción de las culturas precolombinas, una catástrofe demográfica para los nativos y una fuerte inflación en Europa debido a la llegada masiva de metales preciosos.


Al-Ándalus: Evolución Política

La llegada de los musulmanes a la península ibérica se produjo debido a la debilidad del reino visigodo, destacando tres batallas clave:

  • La Batalla de Guadalete en 711, que marcó su entrada.
  • La Batalla de Covadonga en 722, donde lograron dominar la península excepto la franja cantábrica.
  • La Batalla de Poitiers en 732, donde fracasaron al intentar expandirse hacia la Galia.

La evolución política de Al-Ándalus se divide en seis fases:

  1. Emirato dependiente (711-756): La península se convirtió en una provincia del imperio musulmán, con Córdoba como capital y un gobernador que administraba y recaudaba impuestos.
  2. Emirato independiente (756-929): Abderramán I, tras destronar a la familia omeya, obtuvo poder político y militar, embelleciendo Córdoba e iniciando la construcción de su mezquita. Los cristianos debían pagar tributos y los árabes gozaban de más privilegios.
  3. Califato de Córdoba (929-1031): Abderramán III se autoproclamó califa, llevando Al-Ándalus a su apogeo político, económico y cultural. Tras la muerte de Al-Mansur y la incapacidad de su hijo, comenzó la fragmentación en reinos de taifas.
  4. Reinos de taifas (1031-1090): Pequeños y débiles reinos.
  5. Llegada de almorávides y almohades (1090-1248): Los bereberes unificaron Al-Ándalus para frenar la Reconquista, pero fueron derrotados en la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
  6. Reino Nazarí de Granada (1248-1492): Se mantuvo el control gracias a la topografía del terreno, hasta que en 1492 los Reyes Católicos conquistaron Granada tras diez años de guerra, integrándola en la Corona de Castilla.


El Reinado de Carlos IV. La Guerra de la Independencia

El reinado de Carlos IV (1788-1808) marcó el inicio de la crisis del Antiguo Régimen en España. Aunque heredó un gobierno reformista de su padre, Carlos III, no logró controlar la difícil situación económica y social del país, agravada por malas cosechas, epidemias y continuas guerras que endeudaron a la corona. Su gobierno fue controlado por Manuel Godoy, un primer ministro muy impopular, mientras el pueblo veía a Fernando VII como esperanza de cambio. Las tensiones internas se agudizaron por el impacto de la Revolución Francesa y las derrotas militares.

La política exterior de Godoy llevó a una serie de eventos clave:

  • El Tratado de Aranjuez, que buscaba aliarse con Francia contra Inglaterra, terminó en la derrota de España en Trafalgar (1805).
  • Posteriormente, el Tratado de Fontainebleau (1807) permitió la entrada de tropas francesas en la península, exacerbando el descontento.

La presión interna culminó en el Motín de Aranjuez (1808), que derrocó a Godoy y forzó la abdicación de Carlos IV a favor de Fernando VII. Sin embargo, Napoleón atrajo a ambos a las Abdicaciones de Bayona, forzándolos a ceder la corona a su hermano, José Bonaparte. La ocupación francesa desató el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid, marcando el inicio de la Guerra de la Independencia (1808-1814).

La Guerra de la Independencia enfrentó a España contra la ocupación francesa y también tuvo una dimensión civil, con facciones que apoyaban a los franceses y otras que luchaban por el regreso de Fernando VII, incluyendo absolutistas y liberales. En este contexto, se formaron juntas locales que asumieron el poder en nombre de Fernando VII, culminando en la Junta Central y la convocatoria de las Cortes de Cádiz, donde se promulgó la Constitución de 1812, el primer intento de transformación liberal en España. La guerra, caracterizada por la participación popular a través de guerrillas y una evolución ideológica del país, tuvo graves consecuencias: pérdidas demográficas, destrucción de infraestructuras, crisis económica y el inicio de la emancipación de las colonias americanas.

Fases de la Guerra de la Independencia

El conflicto se desarrolló en tres fases:

  1. Primera fase (mayo a noviembre de 1808): Comenzó con el levantamiento del 2 de mayo y la expansión del ejército francés por España, que sufrió una importante derrota en la Batalla de Bailén, obligando a José I a trasladarse a Vitoria. Durante esta etapa, los sublevados españoles se organizaron mediante juntas locales y la Junta Central Suprema.
  2. Segunda fase (noviembre de 1808 a julio de 1812): Napoleón reorganizó personalmente su ejército, enviando 250,000 hombres que lograron victorias como las batallas de Talavera y Ocaña, recuperando Madrid. Pese a que los franceses tomaron gran parte de la península, la resistencia de las guerrillas españolas y los sitios prolongados en ciudades como Zaragoza y Gerona dificultaron su ocupación total.
  3. Tercera fase (julio de 1812 a 1814): Se caracterizó por la retirada de tropas francesas debido a otros frentes bélicos, como Rusia, debilitando la ocupación. Esto facilitó las victorias anglo-españolas, como en la batalla de Arapiles (1812), la recuperación de Madrid y la invasión de territorio francés por el ejército al mando de Wellington. Finalmente, en 1813, se firmó el Tratado de Valençay, que restauró a Fernando VII en el trono español.

La Guerra de la Independencia se distinguió por la participación activa del pueblo a través de guerrillas, que representaron un factor sorpresa difícil de combatir para los franceses, y por la transformación ideológica promovida por las Cortes de Cádiz, que intentaron modernizar el país mediante la Constitución de 1812. En estas Cortes participaron antiguos ilustrados, liberales influidos por la Revolución Francesa, afrancesados y absolutistas.

Consecuencias de la Guerra de la Independencia

Las consecuencias de la Guerra de la Independencia fueron devastadoras. Se produjeron pérdidas demográficas significativas y el abandono de tierras de cultivo, además de la paralización del proceso industrial y la destrucción de infraestructuras. España quedó políticamente debilitada, lo que aceleró la emancipación de las colonias americanas. El expolio y la destrucción del patrimonio artístico dejaron al país en una situación de profunda crisis y ruina.

Entradas relacionadas: