La Expansión de la Sala de Oraciones de la Mezquita de Córdoba bajo Al-Hakem II: Arte y Poder Califal
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La Expansión de la Sala de Oraciones bajo Al-Hakem II
En el siglo X, el califa Al-Hakem II impulsó una ambiciosa ampliación de la sala de oraciones de la Mezquita de Córdoba, llevada a cabo entre los años 962 y 966. Esta intervención se convirtió en la más suntuosa de toda la mezquita, motivada tanto por la necesidad de espacio como por una clara estrategia de propaganda política y prestigio del califa, buscando así marcar diferencias con otros monarcas.
Aunque se inició poco después de la muerte de Abd-al Rahmán III, es probable que fuera una idea concebida con anterioridad por Al-Hakem II. La decoración de esta nueva sala se prolongó hasta el año 971.
Modificaciones Arquitectónicas y Estilísticas
Se procedió a derribar el antiguo muro de la quibla de Abd-al Rahmán III, incorporando doce tramos adicionales en dirección sur, hacia el río Guadalquivir. Esta ampliación funcionó como una mezquita dentro de la mezquita, a la que se accedía a través de una fachada interior.
Las arquerías monumentales dieron paso a una ampliación más rica y suntuosa, caracterizada por:
- Arcos de herradura califal en las arquerías principales.
- Arcos lobulados en las dos adyacentes a la central, con una finalidad constructiva.
Los arcos lobulados se apoyan en columnas con fuste nuevo, realizadas en mármol azul y rosa, testimonio de una gran riqueza económica. Los capiteles presentan pencas, derivados del orden corintio, y se emplean modillones de rollo con rizos y cintas decoradas, que pueden ser dobles.
Superposición de Arquerías y Enriquecimiento Espacial
La sala de oraciones presenta una notable superposición de arquerías. Las columnas carecen de basa. La nave axial, que da acceso al Mihrab, se enriquece de manera especial. Se distingue por la colocación, en el segundo piso de las arquerías, de pilastras de frente poligonal adosadas, con decoración geométrica, lo que confiere mayor anchura y ornamentación.
La techumbre de madera, tallada y policromada, ha sido reconstruida. Los espacios se ennoblecen mediante el cubrimiento con crucería califal.
La Capilla del Lucernario y la Zona de la Maksura
La entrada a la nave axial constituye un espacio diferenciado, conocido como la Capilla del Lucernario o Capilla de Villaviciosa. Esta zona, de planta cuadrada, da paso a la ampliación de Al-Hakem II y corresponde a los tres primeros tramos de la nave axial, coincidiendo con el antiguo mihrab de Abd-al Rahmán II, como recuerdo del lugar sagrado que tuvo que ser derribado.
El arco interior de la Capilla del Lucernario es de herradura, cobijado por uno lobulado. Las columnas son rosas y azules. La decoración es muy minuciosa, con dovelas alternadas: las blancas presentan placas de estuco talladas y adosadas, mientras que las rojas, de ladrillo, no son visibles al estar pintadas.
La arquería oeste, situada a la derecha, no se conserva. Los tres muros originales eran de celosía, cumpliendo funciones arquitectónicas y decorativas, aunque posteriormente fueron cerrados.
Innovaciones Constructivas y Decorativas
Se observa una compleja superposición de arcos: los inferiores son lobulados, sobre ellos se disponen arcos de herradura califal, y estos a su vez están cobijados por otro arco lobulado, creando una intrincada malla. La cubierta con bóveda de crucería califal evidencia la función constructiva de estas arquerías.
Rodeando al mihrab, se delimitan tres espacios que conformarían la zona de la Maksura. Estos espacios están cubiertos por bóvedas de crucería califal y acotados por muros de celosía. Los arcos que circundan el mihrab son aún más ricos que los de la Capilla de Villaviciosa.
En la estructura inferior, los arcos son pentalobulados. Sobre ellos se alzan arcos de herradura califal y, finalmente, arcos cruzados. En las arquerías laterales, los arcos presentan medias columnas adosadas, ofreciendo una visión múltiple.
La decoración en el intradós de los arcos incluye dovelas ornamentadas con ataurique y placas de estuco talladas.
Soluciones a Desniveles y Cimentación
Dado que la ampliación se extendía sobre un terreno con desniveles, los arquitectos implementaron soluciones ingeniosas para asegurar la estabilidad del muro de la quibla. Se procedió a cimentar el muro para salvar el desnivel, creando un sistema de doble muro articulado o desdoblado de siete metros de anchura. En este muro se colocó el mihrab, de carácter habitacional.