La Expansión Imperialista y la Consolidación Democrática en Europa (Siglo XIX)
El Reparto de África y la Expansión Imperialista
En 1914, el territorio africano ya estaba totalmente repartido entre las potencias europeas, y solo subsistían dos estados independientes: Liberia y Etiopía.
Francia, que había iniciado la ocupación en 1830, se anexionó Argelia y se convirtió en una colonia de poblamiento que extendió su influencia por Túnez, el cual a su vez se convirtió en un protectorado. Los franceses penetraron en Marruecos y en el África sahariana y ecuatorial.
Leopoldo II de Bélgica inició por su cuenta la exploración del Valle del Congo, creando el Estado Libre del Congo.
Las posesiones británicas se extendían sobre todo por la zona oriental, así como por algunos enclaves en la costa oriental del Golfo de Guinea.
Ante el peligro de confrontaciones entre las potencias europeas, se celebró a finales de 1884 la Conferencia de Berlín, convocada por iniciativa del Canciller Bismarck para establecer el reparto de África. A pesar de los acuerdos, los conflictos siguieron.
Consecuencias de la Colonización Africana
Las principales consecuencias de la colonización fueron:
- Económicas:
- Explotación económica de los recursos.
- Creación de infraestructuras diseñadas para dar salida a las materias primas hacia la metrópoli.
- Sustitución de la economía tradicional, basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo, por el monocultivo.
- Demográficas:
- Incremento de la población debido a la introducción de medicinas y mejoras sanitarias.
- Emigración de europeos hacia las colonias.
- Disminución de la mortalidad en algunas zonas.
- Sociales:
- Segregación social.
- Implantación de una burguesía de funcionarios y comerciantes europeos.
- Políticas:
- Territorios dominados con un cierto grado de dependencia de la metrópoli.
- Establecimiento de fronteras artificiales que ignoraban las divisiones étnicas y culturales preexistentes.
- Culturales:
- Adopción forzada del idioma de la metrópoli.
- Pérdida de identidad y de valores culturales propios.
- Implantación de la religión católica (o protestante, según la metrópoli).
La Política Democrática en Europa a finales del Siglo XIX
Reino Unido: La Era Victoriana y la Expansión Democrática
El reinado de la Reina Victoria (1837-1901) supuso un periodo de expansión y prosperidad para el Reino Unido. Se produjo una ampliación del sufragio masculino mediante reformas electorales, con dos nuevos partidos que se alternaban en el gobierno: el conservador y el liberal, liderados por Disraeli y Gladstone, respectivamente.
La prosperidad económica y el poderío político estuvieron acompañados de una serie de medidas como el reconocimiento de los sindicatos, el establecimiento del escrutinio secreto y la estimulación de la enseñanza primaria.
Francia: El Advenimiento de la III República
La derrota en la Guerra Franco-Prusiana (1870-1871) supuso el advenimiento de la III República en Francia. Se adoptaron cambios significativos como la separación entre la Iglesia y el Estado, el establecimiento de la escuela laica, la obligatoriedad de la enseñanza primaria y la ley del divorcio. A finales del siglo XIX, los gobiernos de izquierda profundizaron la democratización.
Alemania: El II Reich y sus Limitaciones Democráticas
La monarquía del II Reich estableció un equilibrio entre una estructura teóricamente federal y las tendencias unificadoras de Berlín. Aunque el Reichstag (parlamento) se elegía por sufragio, carecía de capacidad de control parlamentario real. El imperio era un estado supuestamente federal, pero Prusia tenía una evidente preeminencia. Alemania era, en este periodo, una democracia con importantes limitaciones.