Evolucionismo Social: Comte, Spencer, Durkheim, Marx y Weber

Evolucionismo Social: Un Recorrido por las Teorías Clásicas

Una teoría es un sistema lógico compuesto de observaciones, axiomas y postulados, así como predicciones y reglas de inferencia que sirven para explicar de manera económica cierto conjunto de datos e incluso hacer predicciones sobre qué hechos serán observables bajo ciertas condiciones. Las teorías además permiten ser ampliadas a partir de sus propias predicciones, e incluso ser corregidas, mediante ciertas reglas o razonamientos, siendo capaces de explicar otros posibles hechos diferentes de los hechos de partida de la teoría.

Los Clásicos del Evolucionismo

Los avances en las Ciencias Naturales dieron lugar a las propuestas sobre la evolución (nacimiento, desarrollo, muerte) de los organismos vivos. De ahí que la Sociología adhiere al paradigma positivista, adaptando su método de estudio y estableciendo analogías entre organismos vivos y la sociedad, para comprender su dinámica social.

Auguste Comte

Iniciador de la Sociología. Asume los influjos del positivismo y adopta el método científico para estudiar los fenómenos sociales. Su gran interés por llevar a la sociedad a un estadio de orden y progreso, lo hacen estudiar la evolución del pensamiento en la sociedad. Su apuesta teórica se fundamenta en una concepción lineal de la historia y se sustenta en que la evolución es independiente a los hombres. Hay una ley divina que rige el progreso.

Herbert Spencer

Se guía por los principios evolucionistas de Darwin. Establece una analogía entre los organismos vivos y la sociedad. La evolución tiende a la diferenciación estructural y funcional, de lo simple a lo complejo, de lo amorfo a la articulación de las partes, de la homogeneidad a la especialización, de la fluidez a la estabilidad. Este mecanismo produce una secuencia de estadios distinguibles en la especie humana, desde las sociedades simples a las complejas (división social del trabajo) en que la organización adquiere relevancia.

Émile Durkheim

Su centro de interés fue la influencia de las grandes estructuras de la sociedad y la sociedad misma, sobre los pensamientos y acciones de los individuos. Consideraba que la sociedad estaba integrada por órganos o estructuras, las llamó “hechos” sociales, que constituían el objeto de estudio de la sociología. Para él, la evolución de la sociedad ha de buscarse en la división social del trabajo. Su análisis se basa en la concepción de 2 tipos ideales de sociedad: el tipo más primitivo, caracterizado por una solidaridad mecánica, arraigada en la similitud de funciones y tareas no diferenciadas, y el tipo más moderno, caracterizado por la solidaridad orgánica, presentando una mayor complementariedad, cooperación e interdependencia funcional altamente diferenciada. (factores demográficos, crecimiento población intensifica relaciones sociales, las complejiza)

La Teoría Marxista

Comparte varios supuestos evolucionistas respecto al desarrollo de la historia humana: Concibe al progreso como al paso de sucesivos estadios, hasta llegar a la constante mejora de la sociedad, la historia era empujada hacia delante por fuerzas endógenas. Marx también se percató de la complejidad y la diferenciación creciente en la sociedad producto de la división social del trabajo. El quiebre con el evolucionismo se produce cuando introduce su concepción dialéctica de la realidad, rompe con la visión causal de las ciencias naturales. El avance de la sociedad se realiza mediante conflictos “dialécticos”. Su concepción de la historia es cíclica, aunque los ciclos no son interminables: Llegan a su fin cuando se produzca la victoria del proletariado, ahí surgirá una nueva sociedad sin clases, sin conflictos.

Marx propone que los modos de producción determinan el carácter general de los procesos sociales, políticos y espirituales de la vida. Los modos de producción, generan una base material y relaciones sociales, que se plasman en formas ideológicas dominantes que se expresan a través del Estado, el cual representa las ideas dominantes de las clases que detentan el poder.

Max Weber

El corpus teórico de Weber rompe con las concepciones deterministas que hemos revisado, se aproxima a una mirada más integral del desarrollo. Por un lado, se acerca a la visión lineal propia del evolucionismo, considera que el paso de las sociedades tradicionales a las modernas, se debe a un proceso de racionalización creciente, de una congruencia y coherencia interna cada vez mayor. Este proceso se evidencia en los cambios que afectan a las formas de propiedad, mecanización del trabajo, naturaleza de la fuerza del trabajo, el mercado y las leyes, cada vez más adquieren un carácter racional.

Weber, por otra parte, asume una mirada cíclica del desarrollo, examina las estructuras del poder, para ver la dinámica de funcionamiento de la sociedad. El poder se ejerce a través de la dominación, la que define como la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado, para mandatos específicos. La influencia Weberiana en las teorías del desarrollo contemporáneo es extremadamente importante, pues introduce en su análisis elementos culturales que pueden contribuir realmente a una explicación del desarrollo de las estructuras económicas, políticas y sociales.

Teóricos de la Modernización

Lo que va a caracterizar a estos teóricos de la modernización es la idea de que el progreso viene de la mano con la adopción de normas de conducta, actitudes y valores identificados con la racionalidad económica moderna, caracterizada por la búsqueda de la productividad máxima, la generación de ganancias, la creación de inversiones para acumular riquezas por parte de los individuos y en cada sociedad nacional.