Evolución Urbana Española: Del Ensanche Burgués a los Barrios Jardín
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Ensanche Urbano: Origen y Evolución del Urbanismo Burgués
Entre mediados del siglo XIX y el primer tercio del XX, las ciudades españolas experimentaron una profunda transformación. La implantación de industrias atrajo a numerosa población campesina, lo que impulsó la expansión urbana más allá de las murallas. Las antiguas murallas fueron derribadas, dando paso a paseos, rondas o bulevares. Paralelamente, se crearon ensanches destinados a la burguesía, así como barrios industriales y obreros ajardinados.
El ensanche es un espacio nuevo que respondía a las aspiraciones de la burguesía, plasmando sus ideas de orden, higiene y beneficio económico. Adoptó un plano regular en cuadrícula con calles rectilíneas y más anchas que las del casco antiguo. La trama se caracterizaba por una baja densidad en manzanas abiertas, con edificación de villas ajardinadas y palacetes de mediana altura, destinados a un uso residencial y burgués.
Los primeros ensanches se desarrollaron en las ciudades de Barcelona y Madrid, extendiéndose más tarde a otras urbes. Con el paso del tiempo, el ensanche experimentó modificaciones significativas: se verticalizó la construcción y se diversificaron los usos del suelo. En la actualidad, zonas envejecidas de estos ensanches han sido objeto de obras de modernización para atraer actividades más especializadas del sector servicios, revitalizando su función urbana.
Barrios Obreros e Industriales: Transformación y Revalorización Urbana
Las instalaciones industriales se establecieron estratégicamente en la periferia urbana, junto a vías de acceso, puertos y estaciones ferroviarias, lo que contribuyó a la escasa valoración inicial del suelo. Los trabajadores que emigraron a las ciudades se instalaron en barrios marginales surgidos alrededor del ensanche y a lo largo de carreteras y caminos que partían de la ciudad y estaciones ferroviarias. También ocuparon patios interiores, sótanos y áticos del propio ensanche, en condiciones a menudo precarias.
Cuando se crearon, estos barrios tenían un plano desorganizado, con trama cerrada y densa, y viviendas de escasa calidad. Los usos del suelo eran predominantemente residenciales (para obreros), industriales (con industrias, talleres y almacenes), y contaban con escasas infraestructuras de transporte, servicios y equipamiento.
En la actualidad, con el crecimiento urbano, estos barrios han quedado en una posición más céntrica, lo que ha revalorizado el espacio que ocupan. Las zonas industriales han experimentado un vaciado industrial, transformando el suelo hacia un uso terciario o residencial. Los barrios obreros, por su parte, han sido objeto de importantes procesos de remodelación y revalorización.
Barrios Jardín: La Fusión de Naturaleza y Urbanismo en España
Los barrios jardín se crearon a finales del siglo XIX y principios del XX, siendo el resultado directo de la difusión en España de las ideas naturalistas y la búsqueda de una mejor calidad de vida urbana. El objetivo principal era acercar el campo a la ciudad, lo que se concretó en el desarrollo de estos barrios-jardín. El concepto de ciudad jardín impulsó la planificación urbanística de zonas con viviendas unifamiliares y amplios espacios verdes.
La Ley de Casas Baratas desempeñó un papel destacado en su promoción, inspirada en las exitosas colonias obreras ajardinadas de Inglaterra y en los principios del urbanismo moderno.