Evolución Urbana: Del Casco Antiguo a la Ciudad Moderna
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El Casco Antiguo: Herencia Preindustrial e Industrial
La Herencia Preindustrial
El casco antiguo, núcleo original de la ciudad, concentra la herencia de la época preindustrial. Antiguamente amuralladas con fines defensivos, fiscales y sanitarios, estas zonas presentan planos irregulares, con calles estrechas y tortuosas, aunque también existen ejemplos de planos radiocéntricos, lineales y en cuadrícula. La trama urbana, cerrada y organizada en pequeñas manzanas, se caracteriza por la predominancia de casas unifamiliares y la mezcla de usos residenciales, comerciales, artesanales y públicos. Socialmente, existía una jerarquización, con el poder político, religioso y cultural concentrado en el centro y los trabajadores residiendo en la periferia.
Diversas sociedades preindustriales dejaron su huella en el modelo de ciudad:
- Ciudad Romana: Plano regular en damero, con dos vías principales (cardo y decumanus) que se cruzaban en el centro, donde se ubicaban los edificios principales. Ejemplo: León.
- Ciudad Musulmana: Núcleo principal amurallado (medina) que albergaba la mezquita y el mercado, rodeado de arrabales. Plano irregular con calles estrechas y tortuosas. Ejemplo: Toledo.
- Ciudad Cristiana Medieval: Amurallada, con planos irregulares, radiocéntricos o lineales. Destacan iglesias y palacios nobiliarios.
El Renacimiento, el Barroco y la Ilustración
Durante el Renacimiento, surgieron nuevos barrios planificados y plazas mayores, inicialmente irregulares y posteriormente regulares, que albergaban el mercado y el ayuntamiento. Se construyeron casas consistoriales en lugares concurridos, así como palacios, conventos y otros edificios de fundación real o municipal.
El Barroco y la Ilustración embellecieron la ciudad con calles amplias y rectas, grandes plazas, jardines y paseos arbolados. Se erigieron edificios monumentales, tanto religiosos como civiles.
La Herencia de la Primera Etapa Industrial
La primera etapa industrial modificó el casco antiguo preindustrial. Inicialmente, el crecimiento demográfico, aún limitado por la escasa industrialización, fue absorbido sin expandir el plano. Posteriormente, la industrialización impulsó un crecimiento urbano que obligó a ensanchar la ciudad. Se abrieron grandes vías que se convirtieron en ejes principales y centros de negocios, en ocasiones rompiendo la trama histórica o conectando la ciudad histórica con el ensanche burgués. La trama se densificó y la edificación se verticalizó. Socialmente, surgieron la burguesía industrial, que se asentó en las zonas centrales del casco antiguo, y el proletariado.
Deterioro, Renovación y Rehabilitación del Casco Antiguo
Deterioro y Renovación (auge industrial)
El auge industrial trajo consigo el deterioro y la renovación del casco antiguo. La construcción de ensanches provocó el abandono del centro por parte de la burguesía, lo que, junto con la ley de arrendamientos, contribuyó a su degradación morfológica y social.
Las políticas de renovación resultantes implicaron la destrucción de parte de la trama urbana antigua, la sustitución de edificios antiguos por otros de mayor altura, volumen y precio, y la implantación de actividades terciarias en las zonas renovadas, consolidándolas como centros comerciales y de negocios. En algunos casos, se adoptaron políticas conservacionistas. En las grandes ciudades, el centro de negocios se desplazó hacia el ensanche. Estas transformaciones generaron problemas medioambientales y sociales.
Rehabilitación Integrada (época postindustrial)
En la época postindustrial, se implementaron políticas de rehabilitación integrada en los cascos antiguos, con el objetivo de conservar, recuperar y revitalizar la morfología tradicional. Se peatonalizaron calles congestionadas, se ampliaron y ajardinaron plazas, se rehabilitaron viviendas privadas y edificios históricos, y se combinaron los usos tradicionales con actividades innovadoras.