Evolución de la Unión Europea: Hacia una Federación Europea

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El Tratado de Lisboa

Entró en vigor en diciembre de 2009. Los 27 socios acordaron dar más espacio a la participación ciudadana y reforzar las competencias legislativas del Parlamento Europeo. Decidieron que el sistema de votos del Consejo Europeo fuera por mayoría cualificada. Desde esas fechas, todos los estados miembros deberían respetar la Carta de los Derechos Fundamentales, el documento que recoge todos los derechos civiles, políticos, sociales y económicos de los ciudadanos europeos. La política exterior quedó reforzada con el presidente del Consejo de la Unión Europea y el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. A partir de ese momento, la UE podía firmar tratados diplomáticos y participar en los foros internacionales. Se decidió que la ratificación del tratado quedara en manos de los parlamentos nacionales. Solo Irlanda mantuvo la vía del referendo y tuvo que realizar dos para tener un resultado positivo. (Euroescepticismo), lograr el apoyo y la aceptación de la mayoría de los ciudadanos.

La Europa de los 28

El 1 de julio de 2013, Croacia se convirtió en miembro de pleno derecho de la UE. El requisito principal que debe cumplir un estado que aspire a formar parte de la UE es tener instituciones estables que garanticen la democracia y el estado de derecho, un sistema jurídico que acepte las normas y prácticas comunitarias y una economía de mercado en funcionamiento.

  • Países candidatos: (Macedonia, Islandia, Montenegro, Serbia y Turquía), están realizando reformas legales y negociaciones formales.
  • Países potencialmente candidatos: (Albania, Bosnia-Herzegovina y Kosovo), no cumplen los requisitos exigidos.

El caso más conflictivo es Turquía, que en los años finales del siglo XX perdió su estatus de estado candidato por incumplimiento de los derechos humanos.

La crisis económica del 2008

Ha afectado con dureza a la UE. La recesión económica y el aumento del desempleo han borrado el optimismo con el que empezó el siglo XXI. Una veintena de gobiernos europeos han caído víctimas de la crisis. Sus efectos se han notado en los países que pertenecen a la eurozona debido a que la moneda única no está apoyada por una política financiera y fiscal común. Grecia fue el primer país en pedir un rescate financiero a la UE, poco después Irlanda y Portugal. Italia y España son la tercera y cuarta economía de la zona euro. Para afrontar la crisis, la política económica de la UE se ha basado en la austeridad del gasto y la inversión pública y en el control del déficit. La crisis económica ha aumentado la debilidad de la identidad europea, la desafección ciudadana y el euroescepticismo. La crisis del euro ha dejado al descubierto la inexistencia de una verdadera unión económica, lo que ha supuesto el proceso de construcción de la Europa comunitaria: periodo de paz, libertad, respeto de los derechos humanos y prosperidad económica.

El Consejo Europeo

Es el máximo órgano político de la UE. Está formado por los jefes de estado o de gobierno de los países de la Unión y por el presidente de la Comisión Europea. Sus funciones son:

  • Presidir las cumbres de los jefes de estado o de gobierno de la UE para decidir sobre cuestiones políticas generales.
  • Fijar el rumbo y las prioridades generales de la UE y tratar las cuestiones complejas o sensibles que no puedan ser resueltas en el nivel inferior de la cooperación intergubernamental.

El Consejo de la UE

Representan a los estados miembros. Está integrado por un ministro de cada país. Sus funciones son:

  • Aprobar la legislación y el presupuesto anual.
  • Coordinar las diversas políticas económicas.
  • Firmar acuerdos entre la UE y otros países.
  • Desarrollar las políticas de exterior y de defensa de la UE.
  • Coordinar la cooperación entre los tribunales y las policías de los países miembros.

Las decisiones se adoptan por mayoría cualificada.

La Comisión Europea

Representa los intereses de la UE. La forman un presidente y comisarios encargados de las diferentes áreas de la política comunitaria. Sus funciones son:

  • Proponer leyes.
  • Asegurar el cumplimiento de la legislación y de los tratados europeos.
  • Gestionar el presupuesto y los programas europeos.

Se compone de 28 comisarios, uno por cada país de la UE. La sede está repartida entre Bruselas y Luxemburgo.

El Parlamento Europeo

Representa a la ciudadanía de la Unión. Está formado por parlamentarios, elegidos por sufragio universal, son 750 más el presidente. Se garantiza un mínimo de 6 a los países pequeños y un máximo de 96 a los grandes. La sede es compartida en Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo. Sus funciones son:

  • Debatir y aprobar leyes.
  • Someter a control a otras instituciones de la UE, en especial a la Comisión.
  • Debatir y adoptar, junto con el Consejo, el presupuesto de la UE.

El Tribunal de Justicia

Está formado por un juez de cada país. Garantiza que la legislación de la UE se interpreta y aplica del mismo modo en todos los estados y resuelve las disputas relativas a las leyes comunitarias.

El Tribunal de Cuentas Europeo

Un representante de cada estado miembro. Comprueba que la Unión invierte su dinero de acuerdo con los presupuestos y fines establecidos. Su papel consiste en mejorar la gestión financiera de la UE e informar sobre el uso dado a los fondos públicos. Se creó en 1975 y tiene su sede en Luxemburgo.

El Tratado de Niza

El 26 de febrero de 2001, se firmó el Tratado de Niza. Su objetivo era la mejora del funcionamiento de las instituciones comunitarias. La mayoría de los acuerdos se tomaron por mayorías cualificadas, reduciendo las decisiones por unanimidad a cuestiones muy concretas. Se logró un nuevo reparto de votos que subrayaba el peso de los cuatro grandes: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. El 1 de enero de 2002, se hizo realidad la moneda única europea, el euro, que sustituyó a las monedas nacionales. Doce países pasaron por un proceso de transición, sometidos al cumplimiento de duros criterios de convergencia y al control del Banco Central Europeo, creado en 1999. Quedaron fuera de la eurozona, por propia voluntad, Dinamarca, Reino Unido y Suecia.

La Europa de los Veintisiete

En diciembre de 1997, los dirigentes europeos habían acordado el inicio de negociaciones para la adhesión de diez países de Europa central y oriental que pertenecían al antiguo bloque comunista, a los que se sumaban Chipre y Malta.

  • Condiciones de entrada: Tener un sistema político democrático que garantizara la libertad, la pluralidad, el respeto a las minorías y la defensa de los derechos humanos, y adecuar las leyes a una economía de mercado, sin trabas ni fronteras.

En mayo de 2004 se produjo la entrada oficial de diez nuevos países, salvo Bulgaria y Rumanía, que tuvieron que posponer su entrada hasta el 1 de enero de 2007.

  • El nuevo mapa de la UE: El crecimiento territorial y demográfico permitía a la UE pasar a ser la primera economía mundial, y también el primer mercado del mundo. Pero la ampliación suponía el surgimiento de nuevos problemas, como las desigualdades sociales. Los países occidentales sufrían las consecuencias de la inmigración de mano de obra barata procedente de los países del Este, del traslado de empresas industriales en busca de costes de producción mucho más bajos y del desvío de fondos sociales hacia las regiones más desfavorecidas.

El proyecto fallido de una Constitución Europea

A partir del año 2000, comenzaron a formarse grupos de trabajo y comisiones dedicadas a elaborar una constitución para la UE, que impulsara de una manera decidida la entidad política de la Unión, avanzando hacia una federación europea. El proyecto constitucional, redactado por una convención europea compuesta por un centenar de representantes, fue presentado en el año 2003. Los debates fueron tensos porque muchos países anteponían sus intereses nacionales y no estaban dispuestos a perder cuotas de poder o ceder soberanía. Estaba en juego el reparto de votos entre estados, el poder político de las instituciones comunitarias, su nivel de competencia y su proyección internacional. Las duras negociaciones culminaron con la firma simbólica del Tratado Constitucional en Roma, el 30 de octubre de 2004. La mayoría de los estados optaron por una mera ratificación parlamentaria, pero nueve de ellos eligieron la vía del referendo. En 2005, los votos negativos de Holanda y Francia paralizaron todo el proceso y dejaron en punto muerto el proyecto de Constitución Europea, que se quedó en letra muerta.

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