Evolución del Turismo Cultural: Desde el Grand Tour hasta la Actualidad
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El Turismo Cultural. Origen y Evolución de un Concepto
1. El Mundo del Viaje
Antigüedad, Edad Media: Las principales motivaciones eran religiosas (peregrinaciones) y comerciales.
Edad Moderna: La Era de los Descubrimientos, apertura de nuevas rutas, avances en cartografía (mirada científica hacia el mundo). Época de transformación, hay una mirada más científica.
2. El Grand Tour
La Europa del siglo XVIII descubrió el placer de viajar buscando las rutas que les llevasen al conocimiento de la Antigüedad clásica, animados por los ideales de la Ilustración (razón, conocimiento).
Se configura el viaje como una forma de aprendizaje.
ITALIA: desde antiguo, complemento y culminación de la formación intelectual. Ahora: meta común del viaje que emprendían por Europa (Francia, Suiza, Alemania, Países Bajos e Italia) jóvenes acomodados, aristocráticos —fundamentalmente británicos—, una vez terminados sus estudios en las principales universidades, durante uno o dos años, asistidos por un tutor.
Se conocerá como Grand Tour.
Las palabras “viaje” y “viajero” gozaban de respeto y reflejaban la calidad de este viaje.
Pompeo Batoni. Retrato de Francis Basset. 1778. Museo del Prado
Desarrollo de libros de viajes:
- Ejemplo: Itinerario de Roma. Giuseppe VASI: Itinerario istruttivo diviso in otto stazioni o giornate per ritrovare con facilita tutte le antiche e moderne magnificenze di Roma, 1763.
Precedente de las guías de viaje (edición de bolsillo). (Son antecedentes de guías de viaje actuales, itinerario dividido en 8 jornadas dividido por monumentos en zonas, imágenes con grabados) (pintura: interior panteón con personajes que son viajeros)
Interior del Panteón de Roma. Giovanni Paolo Pannini. 1734
Los recuerdos del Grand Tour: Coleccionismo de libros, antigüedades, obras de arte… La captura del Westmorland, barco que trasladaba estos recuerdos, Francis Basset, Museo del Prado. (Barcos que iban a Inglaterra lo capturaron con imágenes, lo capturaron los marinos franceses, lo desvió e hicieron que llegase a la costa de Málaga y allí llegaron las obras, hubo conflicto y al final España se quedó con las piezas, y las llevaron al museo del Prado).
3. El Viaje Romántico
En 1796 Napoleón invade Italia y el Grand Tour se cancela de manera provisional.
Cambio: El Romanticismo apuesta por la libertad, la subjetividad, el sentimiento, por el fin de la primacía de la razón, de la exclusividad clásica, por el desarrollo de experiencias que pueden enriquecer al individuo. El «yo» romántico buscará en el viaje una oportunidad de emoción y de exaltación de la sensibilidad. Viajar por el mundo se convierte en un fin en sí mismo.
Interesa un “doble viaje”:
- En el tiempo: vuelta hacia la Edad Media.
- En el espacio: fascinación por Oriente (en Europa: fascinación por España, la vieja Al-Ándalus).
Viajeros románticos: David Roberts
ESPAÑA no figuraba en el Grand Tour. Lo que antes “frenaba” a los viajeros (atraso, peligros e incomodidades), ahora atrae.
Llegada de viajeros ingleses, franceses, escritores, artistas (David Roberts, Richard Ford, P. Merimeé, T. Gautier, A. Dumas) que van a difundir una imagen de España a través de Andalucía.
En los escritos de muchos de ellos se confunden realidad y mito: imagen tópica.
Gustav Doré- “Academia de baile”, en Viaje por España
Entre los escritos y dibujos más interesantes encontramos los del inglés RICHARD FORD: Hand-book for travellers in Spain.
Retrato de Richard Ford como majo en la Feria de Mairena (Richard Ford era inglés, un editor de libros, un inglés le encargó expresamente que viajase por toda España y que escribiese un manual para viajeros en España, él se hace retratar muy diferente al inglés: él interesado por las emociones, vestirse como los españoles “majo”. Mairena del Alcor. Aparte de escribir era aficionado al dibujo, contribuyó mucho a la difusión de Andalucía)
Washington Irving: “Cuentos de la Alhambra” Hay rutas sobre su viaje que todavía hoy se mantienen, viajó atraído por la Alhambra, vivió allí y allí escribió los libros.
Pintores costumbristas andaluces (éxito de ventas, recuerdos).
Andrés Cortes. La feria de Sevilla (Pintura costumbrista, siglo XIX, están en el prado de San Sebastián, con mucha luz, muy fresca, se crea un mercado orientado a los viajeros).
4. Los Inicios del Turismo
En el siglo XIX, asistimos no sólo al desarrollo del viaje romántico, sino también a la aparición del turismo.
Revolución industrial. Bonanza económica. Viaje = hábito social. Burguesía. “TURISTAS” (connotaciones despectivas).
Este turismo tendrá un desarrollo espectacular con la revolución del transporte. La mejora de los ferrocarriles, los barcos de vapor, hará las distancias más cortas y los desplazamientos más cómodos. Percepción de un mundo más “abarcable”.
El desarrollo del turismo moderno está muy ligado a la celebración de las Exposiciones Universales.
- 1851: Londres. Pabellón de la exposición: Cristal Palace, J. Paxton.
- Acceso al progreso y la cultura no sólo para las altas clases sociales; precios módicos (trabajadores, extranjeros) ---- gran éxito (unos 6 millones de visitantes).
- Triunfo del entretenimiento de masas (ocio moderno - negocio).
- Críticas al turista: connotación despectiva frente al elitista viajero cultural, heredero del Grand Tour.
(Gran afluencia de público, los organizadores vieron necesario poner precios más asequibles para que entraran todo tipo de gente, fue un hito fundamental, entretenimiento de masas, dentro stands de cada país)
En Europa, Thomas Cook introduce a mediados del siglo XIX el primer paquete turístico con la organización del viaje completo, transporte, alojamiento, y las actividades a realizar en el destino elegido (ejemplo: entradas a las exposiciones universales).
Esto provoca, con el tiempo, el desarrollo de los agentes turísticos.
Difusión de estereotipos nacionales a través de las exposiciones universales.
Reproducción, a orillas del Sena, de un poblado heterogéneo, “sui géneris”, mezcla de monumentos andalusíes (Alhambra, Alcázar de Sevilla…).
5. Desarrollo del Turismo Cultural
Comienzos del siglo XX: existía ya una infraestructura considerable de complejos turísticos abastecidos por el ferrocarril en toda Europa.
Los comienzos del siglo XX están caracterizados por el desarrollo técnico del transporte por carretera con el automóvil y la aviación. Los touroperadores pudieron ofrecer transportes baratos para fines turísticos. Los gobiernos comienzan a intervenir en el turismo.
Años 60: Turismo de masas, estandarización de productos, escasa competitividad, nivel de exigencia…
Definición de Turismo Cultural:
“El turismo cultural es aquella forma de turismo que tiene por objeto, entre otros fines, el conocimiento de monumentos y sitios histórico-artísticos. Ejerce un efecto realmente positivo sobre estos en tanto en cuanto contribuye -para satisfacer sus propios fines- a su mantenimiento y protección. Esta forma de turismo justifica, de hecho, los esfuerzos que tal mantenimiento y protección exigen de la comunidad humana, debido a los beneficios socio-culturales y económicos que comporta para toda la población implicad". Carta del Turismo Cultural, 1976 (ICOMOS).
El auge del turismo cultural (desde los años 80 a la actualidad) es un fenómeno reciente que surge en las últimas décadas como consecuencia de:
- Alto nivel de vida conseguido en las sociedades desarrolladas (/minoría de la población mundial: 8% aprox.).
- Mayor nivel educativo.
- Edades más tempranas de jubilación.
- Incremento del tiempo libre (idea: ofertas para disuadir al turista de perder su tiempo libre).
- Sensibilización por la naturaleza, la problemática medioambiental y el patrimonio cultural.
- Demanda segmentada, exigente, diversificación de las actividades de ocio (ofertas especializadas, de alta calidad).
El turista cultural:
- Apuesta por la calidad del producto (nivel alto de infraestructuras y servicios).
- No está tan sujeto a la estacionalidad.
- Posee un nivel cultural medio-alto.
- Es aquel que se mueve por diversas motivaciones que le llevan a escoger un lugar para conocerlo (monumentos, museos, tradiciones, gastronomía, conciertos, exposiciones…) (transformación del concepto de patrimonio y cultura: grandes manifestaciones del Arte y de la Historia --- manifestaciones populares, patrimonio inmaterial…).
- Búsqueda de formación / pero también diversión.
- Posicionamiento social, moda.
- Gasta más dinero que el turista “tradicional”.
- Pasa más tiempo en el área de su visita.
- Uso superficial de la etiqueta “cultura".
La Organización Mundial del Turismo y la UNESCO reconocen la interacción dinámica entre el turismo y el patrimonio cultural:
- Turismo: posibilita intercambio cultural, generador de fondos económicos, rompe la estacionalidad, puede ser una fuerza positiva para la conservación del patrimonio…
- Para ello, se impone una gestión adecuada, que garantice su conservación. El patrimonio es, antes que un recurso para el turismo, un bien social, único e irremplazable, parte fundamental de la cultura de los pueblos.
Código Ético Mundial para el Turismo (2001): Organización Mundial de Turismo (OMT), Asamblea General de las Naciones Unidas.
El turismo, factor de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de la humanidad
- Los recursos turísticos pertenecen al patrimonio común de la humanidad. Las comunidades en cuyo territorio se encuentran tienen con respecto a ellos derechos y obligaciones particulares.
- Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y transmitir a las generaciones futuras. Se concederá particular atención a la protección y a la rehabilitación de los monumentos, santuarios y museos, así como de los lugares de interés histórico o arqueológico, que deben estar ampliamente abiertos a la frecuentación turística. Se fomentará el acceso del público a los bienes y monumentos culturales de propiedad privada con todo respeto a los derechos de sus propietarios, así como a los edificios religiosos sin perjuicio de las necesidades del culto.
- Los recursos procedentes de la frecuentación de los sitios y monumentos de interés cultural habrían de asignarse preferentemente, al menos en parte, al mantenimiento, a la protección, a la mejora y al enriquecimiento de ese patrimonio.
- La actividad turística se organizará de modo que permita la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como del folklore.