Evolución de la Televisión Local en España: Auge, Desafíos y Marco Legal
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El Fenómeno de las Televisiones Locales Valencianas
El fenómeno de las televisiones locales valencianas aparece en la segunda mitad de los años 80. La primera televisión privada fue Tele Carcaixent de Benicarló (1984). El sector empezó a crecer y en 1994 había 45 televisiones locales en la Comunidad Valenciana (por onda terrestre y por cable). A finales de los 80, estas televisiones compartían el espacio con Canal 9 y TV3, los dos canales públicos de TVE y las privadas estatales. Las televisiones locales privadas tenían una débil estructura empresarial. Muchas empezaron como videoclubs comunitarios o hacían sus emisiones únicamente durante las fiestas de los pueblos.
En 1999 ya hay 771 televisiones locales en España, de las cuales 97 en la Comunidad Valenciana. Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), la Comunidad Valenciana era el tercer territorio del estado con más televisiones locales, por detrás de Andalucía y Cataluña. AIMC realizó su último censo en 2002 y aparecían 897 televisiones locales analógicas en toda España, de las cuales 122 son valencianas, cifra que nos sitúa segundos por detrás de Andalucía.
Pero la situación ha cambiado después de las concesiones de licencias de TDT realizadas por las Comunidades Autónomas (CCAA) a partir de 2005. Y, sobre todo, después del apagón analógico del 3 de abril de 2010, que supone el cierre de televisiones analógicas y solo pueden hacer emisiones las TDT locales con licencia administrativa.
Fases Principales en la Evolución de la Televisión Local en España
Hay tres fases principales en la evolución de la televisión local en España:
- Primera fase (1981-1995): Periodo de inicio y crecimiento de la televisión local privada, municipal y cultural comunitaria. La primera de España fue Radio Televisión Cardedeu en 1981. El modelo público y cultural no se consolida, mientras que las municipales se estabilizan. Son televisiones con tecnología analógica: por onda terrestre y por cable. La televisión por onda terrestre crece sin regulación. En esta fase nace otro modelo televisivo público regional fundamentado en las televisiones autonómicas y que culmina con la puesta en marcha de las televisiones autonómicas del País Vasco, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía, Canarias, Islas Baleares y Castilla-La Mancha.
- Segunda fase (1995-2004): En este periodo fracasa el intento de regularizar el sector con la Ley de Televisión Local por Ondas Terrestres de 1995, ya que el Gobierno no abre el proceso para que las CCAA puedan adjudicar licencias de televisión a empresas privadas. Se da un crecimiento de televisiones privadas locales ilegales. Tendencia reforzada en el 2000 con la entrada de los grandes grupos de comunicación estatales en la televisión local, que se expanden en la Comunidad Valenciana. Otras normativas habían iniciado el proceso de desregulación que hace que proliferen las televisiones privadas en perjuicio de la pública. El proceso de desregulación se une a otras tendencias tecnológicas y empresariales: mundialización de la televisión y la tecnología del audiovisual, integración del sector tradicional del audiovisual con nuevos soportes y la creación de grupos locales multimedia.
- Tercera fase (2004-2010): El Plan Técnico de Televisión Digital Terrestre de 2004 inicia una nueva etapa al migrar de la televisión analógica a la digital. Pero el plan no para la desregulación, sino que remata el proceso. Hay mucha polémica por la judicialización del proceso y la discriminación de los concursos a determinados grupos de comunicación no afines a la ideología de los gobiernos autonómicos. El Plan Técnico divide España en 281 demarcaciones locales de TDT. A la Comunidad Valenciana le corresponden 18 demarcaciones. A cada demarcación le corresponde un múltiplex con tres canales privados y un canal público comarcal gestionado por los ayuntamientos, que todos juntos deben formar un Consorcio Digital Terrestre por cada demarcación. Fracasa el modelo por mala gestión política (clientelismo político), saturación del mercado publicitario y falta de innovación en la programación y contenidos televisivos. Las adjudicaciones han provocado una desterritorialización, integración y concentración de la televisión local.
Inestabilidad Jurídica de la Televisión Local
Pese al crecimiento de la televisión local, detrás hay una irregularidad jurídica. La mayoría de televisiones locales que emiten por onda terrestre son ilegales, no tienen la licencia que regula la Ley de Televisión Local por Ondas Terrestres de 1995. El Gobierno en su día no convocó los concursos de concesión de licencias, por lo que las televisiones nacidas después de 1995 no tenían licencia de frecuencia. Entre 1996 y 2004, el Gobierno no puso en marcha ningún plan nacional técnico de televisión local y no fijó la cuota de emisoras televisivas que correspondía a cada CCAA.
Esta situación no afectó a las televisiones que empezaron a emitir antes de 1995, las cuales quedaron legalizadas cuando se aprobó la Ley de Televisión Local de 1995. Dicha ley afecta solo a las creadas a partir de ese año.
Las televisiones nacidas después cayeron en más irregularidades, que afectaban al régimen de gestión y ámbito de cobertura. Según la ley, el ámbito geográfico de emisión ha de ser municipal, pero en 1999 se superaba ese ámbito. La ley también dice que a cada municipio se le concederá solo una licencia de emisión, dando preferencia a los ayuntamientos frente a las empresas privadas, pero tampoco se ha cumplido.
La irregularidad jurídica crea inestabilidad económica y una expansión de las televisiones privadas en detrimento de las públicas municipales. Esto ha favorecido la arbitrariedad del poder político, ya que cuando le molesta una televisión alegal la puede cerrar alegando que no tiene licencia de frecuencia.
El Partido Popular (PP) propició durante 1999-2004 un proceso de “desregulación silenciosa” que tuvo como consecuencia la ocupación de frecuencias ilegales por empresas privadas de televisión que se aprovechan de este vacío legal. José María Aznar precintó tres televisiones locales. Esto provocó que gobiernos autonómicos aprobasen leyes en materia de televisión local para legalizarlas, pero esta ley no surte efecto porque la del 95 es de rango superior.
En la Comunidad Valenciana el caso más significativo ha sido el intento de cerrar Berca TV. Un conflicto entre el ayuntamiento y el Ministerio de Fomento acabó con una multa de un millón de pesetas y el cierre. El ministerio argumentó que usaba frecuencias sin la preceptiva asignación. El motivo de fondo era otro, Berca TV apoyó una acción en la polémica que mantenía contra el director de Televisión Valenciana (TVV) y el Presidente de la Generalitat, que querían impedir que la señal de TV3 llegase a la Comunidad Valenciana. La política estaba detrás del conflicto.